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Dramático rescate en Tailandia: cuatro niños están fuera y el operativo entró en pausa

La operación podrá durar entre tres y cuatro días, dependiendo de las condiciones climáticas.
Domingo, 08 de julio de 2018 07:15

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-Cuatro de los 12 jóvenes que llevaban más de dos semanas atrapados en una cueva de Tailandia han sido rescatados, informaron el domingo las unidades de auxilio. 

 

- Primero fueron sacados los jóvenes en mejor estado físico, y la próxima fase del operativo comenzará en unas 10 o 20 horas. 

-La única forma de sacar a los atrapados de la cueva de Tham Luang Nang Non, en la región de Chiang Rai, es a través de unos oscuros y estrechos pasadizos llenos de agua enlodada, fuertes corrientes y con poco oxígeno. 

- Trece buceadores extranjeros y cinco tailandeses participaban en el rescate, y dos buzos acompañarán a cada niño durante la evacuación.

-Antes de anunciar el inicio del rescate, las autoridades dijeron a las decenas de medios de comunicación de todo el mundo congregados ante la cueva que abandonasen el lugar. 

 

La operación de evacuación de doce niños y su entrenador de fútbol, atrapados en una cueva inundada de Tailandia desde hace 15 días comenzó este domingo con el rescate de cuatro de ellos, mientras que los otros seguirán en un gota a gota angustiante para las familias. "Dos niños salieron de la cueva. Otros dos saldrán dentro de poco", dijo a la AFP Kongcheep Tantrawanit, portavoz del ministerio de Defensa.

Poco antes, el ministerio anunció que cuatro chicos habían llegado a la tercera cámara, donde se encuentra la base de socorro. "Cuatro chicos alcanzaron la tercera cámara", donde se encuentra la base de socorro, y "podrán salir a pie", anunció a la AFP Kongcheep Tantrawanit, portavoz del ministerio.

"Los niños están preparados para afrontar todos los desafíos", había declarado Narongsak Osottanakorn, jefe de la célula de crisis, en el momento de lanzar el operativo.  Los niños "saldrán uno por uno, eso durará dos o tres días", precisó por su parte Chalongchai Chaiyakorn, uno de los responsables de la célula de crisis.

En la operación participan "trece especialistas de nivel mundial llegados de países con experiencia" en espeleología que ya se dirigen hacia el lugar donde están los chicos, agregó Ossottanakorn. De momento, un buzo experimentado necesita once horas para un trayecto de ida y vuelta hasta los niños, seis de ida y cinco de vuelta, gracias a la corriente.

El recorrido hasta la zona en la que están bloqueados es de varios kilómetros y tiene algunos tramos angostos y otros que se tienen que realizar bajo el agua. La muerte de un exbuzo de la marina tailandesa el viernes durante una operación de abastecimiento ilustró el nivel de riesgo del trayecto.

 Además, una buena parte de los niños, de entre 11 y 16 años, no saben nadar y ninguno ha practicado submarinismo.

Condiciones perfectas

 

La célula de crisis considera que las condiciones actuales para una evacuación son "perfectas", especialmente en lo relativo al nivel del agua en la cueva. Los socorristas mandaron evacuar el domingo por la mañana el área de la cueva para despejar el lugar y "ayudar a las víctimas". "Todos los que no están implicados en la operación deben salir de la zona inmediatamente", anunció la policía por altavoz en el lugar, donde se encuentran cientos de periodistas. "Debemos utilizar la zona para ayudar a las víctimas", agregó.

El anuncio estuvo seguido de un zafarrancho de combate en el campamento levantado por los periodistas, con cámaras dispuestas y catres para guardar las mejores posiciones a la hora de filmar la evacuación de los niños.  El jefe de la célula de crisis, advirtió el viernes por la noche que el aflujo de medios a esta zona montañosa de selva tropical suponía un problema. "Cada vez tenemos más medios que llegan y se instalan por todas partes", dijo.  "Los equipos médicos se han quejado porque esto se está volviendo un problema", declaró y advirtió que se tomarían medidas.

Ante la llegada masiva de periodistas desde hace días, las autoridades instalaron barreras metálicas para mantenerlos a distancia y permitir que los rescatistas trabajen sin cámaras a su alrededor. Los niños se vieron sorprendidos por una subida del nivel del agua el 23 de junio en esta cueva del norte de Tailandia, en la frontera con Birmania y Laos.  Los servicios de socorro estudiaban desde hacía días la conveniencia o no de llevar a cabo una evacuación peligrosa, pues las lluvias del monzón que se espera que caigan próximamente podrían arruinar los esfuerzos continuos de los últimos días para bombear agua de la cueva.

El helicóptero que trasladó al hospital a los jugadores rescatados. AFP PHOTO / YE AUNG THU

Salir antes de la lluvia

Los servicios de rescate lograron estabilizar los niveles de oxígeno insertando una tubería de varios kilómetros para hacer llegar este gas a la zona en la que los chicos están arrinconados.  Pero las lluvias que podrían llegar en los próximos días podrían reducir una buena parte del saliente fangoso en el que se refugia el grupo.  El sábado por la noche cayó un intenso aguacero durante una media hora que recordó la urgencia de evacuar a los niños.  Fue a causa de las lluvias del monzón que los niños quedaron atrapados tras haber decidido, por una razón que todavía no está clara, visitar la cueva tras su entrenamiento de fútbol, con el joven entrenador, de 25 años. 

Como alternativa a la evacuación por buceo, los equipos realizaron unas 100 perforaciones verticales en la montaña.  Algunas de ellas son poco profundas, pero una tiene unos 400 metros de profundidad. El domingo por la mañana no se anunció ninguna perforación de ese tipo.

 

Fueron varias horas hasta el primer rescate

La salida del primer rescatado llevó varias horas, desde el arranque de la operación. Pero los esfuerzos van dando sus frutos, puesto que ya son dos los chicos rescatados y van por un tercero. Tanto los doce menores, de entre 11 y 16 años y parte de un equipo de fútbol, como su entrenador, de 26 años, están “muy listos” para el rescate. Se les ha informado de cómo será el operativo y se los ha preparado psicológicamente. “Están listos para afrontar todos los desafíos”, planteaba el portavoz.
En cada viaje a la gruta los buceadores tendrán que atravesar unos 1,7 kilómetros de estrechos pasadizos entre visibilidad nula y corrientes de agua. Serán once horas para hacer el camino de ida y vuelta, entre llegar hasta los menores y volver para salir de la cueva. En total, en la operación intervendrán 13 buceadores extranjeros y otros cinco de la Marina tailandesa. Dos buceadores acompañarán a cada uno de los menores durante la extracción.
Uno de los supervisores de la misión reconoció en días anteriores que la opción de rescatar a los menores buceando es la más arriesgada, pero la reducción del nivel de agua y un clima favorable en las últimas jornadas ha abierto una ventana para la evacuación que se debe aprovechar antes de que vuelva a llover.
Una subida del nivel del agua por las lluvias del monzón, unidas a una caída del oxígeno en la cueva, han obligado a acelerar todos los preparativos. Las lluvias podrían hacer que el terreno elevado y seco en el que se encuentran los menores y su entrenador se reduzca a mínimos.
En todo caso, las propias familias de los menores han dado su visto bueno al plan que se ha decidido.

La llegada de las lluvias acelera el operativo

El grupo fue encontrado la noche del lunes en una isla de terreno seco cuatro kilómetros adentro de la caverna y tras nueve días de intensa búsqueda en la que participaron más de 1.300 personas los menores y el adulto han podido recuperar parcialmente las fuerzas al ser asistidos por médicos y psicólogos dentro de la gruta. Además, los escolares y el monitor han recibido un entrenamiento intensivo para aprender a bucear, una actividad que los expertos califican de elevado riesgo. Los trece se internaron en las galerías el sábado 23 de junio tras un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida.

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