Algunos con caras de preocupación, otros enojados, pero en su mayoría agotados, los artesanos que trabajan a diario en el Mercado Artesanal concretaron la mudanza de sus pertenencias de la antigua casona, ubicada en avenida San Martín y Olavarría.
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Algunos con caras de preocupación, otros enojados, pero en su mayoría agotados, los artesanos que trabajan a diario en el Mercado Artesanal concretaron la mudanza de sus pertenencias de la antigua casona, ubicada en avenida San Martín y Olavarría.
En la tarde de ayer algunas de sus obras, que se resolvió llevarlas a la nueva sede, se ubicaron en un salón, mientras que el resto fueron devueltas a los trabajadores de los Valles Calchaquíes, el Chaco Salteño y la Puna. En las salas, que hace algunas semanas se podían ver cargadas de ponchos, joyas en plata y alpaca, cerámicas y delicias regionales, ayer solo quedaron cajas y bolsas de residuos que se fueron retirando con el caer de la tarde.
Desde la dirección del Mercado Artesanal destacaron que la reinauguración de los nuevos salones se concretaría a más tardar el 12 de agosto. Darío Montero aseguró a El Tribuno que el contrato de alquiler ya está listo y que debe ser firmado por todos los presidentes de las asociaciones para que reciban la llave. El nuevo salón del Mercado Artesanal se ubicará en Zacarías Yanci al 300 y tiene un costo estimado de 20 mil pesos. Cada una de las agrupaciones se compromete al pago mensual de 2 mil pesos, mientras que desde el Gobierno provincial se está negociando un acuerdo entre la Municipalidad con representantes de los grupos de artesanos para que realicen ferias en distintos puntos de la ciudad. "Es un hecho que este traslado afectará las ventas; además, como el espacio es más chico, no alcanza para poner la mercadería de todos. Es por eso que buscamos generar otros espacios de venta hasta que la gente se acostumbre nuevamente, y se acomoden los números", agregó Montero.
Rosa, quien forma parte de los artesanos de la Puna, ayer entregaba desde el que fuera su salón de exposiciones los últimos trabajos que no podrán ir a la nueva casa de Zacarías Yanci. En diálogo con este medio confirmó que se estima que en 10 días recién estarán de nuevo listos para la venta. "Por ahora quedamos en la calle, así que cada uno debe llevar sus cosas, lo mismo que las estanterías y muebles. El resto se lo llevó el presidente de la asociación a su casa", expresó la representante de Apagada de San Antonio de los Cobre que nuclea a 60 artesanos.
Teodora no pudo participar de las reuniones con el director, pero también se sumó al grupo de artesanos que se muda al local que lograron ubicar desde el Gobierno. "Mi marido estaba enfermo, así que no estoy enterada de todo. Lo que sí sabemos es que en unos 10 días estaremos en la casa de Zacarías Yanci, pero no entra todo", dijo la mujer.
En el último salón, sobre el patio colonial, otro grupo de artesanos terminaba de preparar los vidrios de las vitrinas para subirlos a una camioneta que esperaba en el estacionamiento. "Es el último día acá. Dicen que en 10 días vamos a estar trabajando de nuevo, pero a eso lo tienen que acondicionar. Van a armar varios stands y deben hacer las obras de seguridad y de electricidad. No creo que estemos antes de un mes", dijo desilusionada la mujer, que teme no volver a la casona de la San Martín.
Las obras ya fueron adjudicadas a la empresa Amadeo Construcciones y tiene un presupuesto de $64 millones y un plazo de doce meses. Se financia con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo.
Los pedidos a la Pachamama
Hoy será la última jornada de trabajo en la casona de la San Martín para los artesanos del Mercado. Desde las 9 y hasta las 18 se realizarán distintas ceremonias en honor a la Pachamama.
Durante la mañana se sahumará a los presentes y a partir de las 14 se realizará una ofrenda y “convite” a todos los presentes. Desde las 15 se contará con la presencia de algunas autoridades provinciales y se sahumará los vehículos de quienes se acerquen al patio del Mercado. Con sus esperanzas puestas en la Pachamama, las comunidades de artesanos realizarán sus ofrendas, agradecerán los favores recibidos y pedirán a la madre tierra que los ayude y acompañe en esta nueva etapa, donde los temores e incertidumbre los aquejan. “No es fácil este cambio, pero hay que hacerlo. Esperamos poder seguir trabajando en la nueva casa hasta que volvamos a nuestro hogar”, expresó Rosa, de 40 años, que trabaja en el Mercado desde los 18.