Decenas de personas llegaron ayer a la sede de la Anses, en calle Jujuy, y se encontraron, por segundo día consecutivo, con el mismo escenario: las puertas cerradas y sin atención al público. El tema es que esta situación se repetirá por lo menos hoy, ya que los trabajadores de la repartición nacional están llevando adelante un paro.
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Decenas de personas llegaron ayer a la sede de la Anses, en calle Jujuy, y se encontraron, por segundo día consecutivo, con el mismo escenario: las puertas cerradas y sin atención al público. El tema es que esta situación se repetirá por lo menos hoy, ya que los trabajadores de la repartición nacional están llevando adelante un paro.
Es que el viernes pasado hubo un incendio en la otra sede de la Anses, la de calle Pellegrini. Y los trabajadores quedaron con mucho miedo, al tiempo que piden mejores condiciones laborales y mejores lugares de trabajo y para atender a la gente.
"Pedimos a la Anses que muestre las habilitaciones de los edificios. Nosotros señalamos que hay falencias y que tienen problemas en las puertas de emergencia", señaló a este diario Arturo Gallo, quien es delegado de la Asociación del Personal de los Organismos de Previsión Social (APOPS).
El gremialista contó que ayer mantuvieron un encuentro con las autoridades de las dos oficinas de la Anses en la ciudad. No hubo resolución en las reuniones y se pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, mientras no se atenderá al público.
Los reclamos
Consultado sobre la gente que estaba perdiendo los turnos y no puede atender temas de seguridad social que son sensibles, el sindicalista aseguró que "no desconocemos el problema de la gente, pero nosotros velamos por la seguridad de los trabajadores y la gente que viene a nuestras oficinas. Queremos la seguridad de todos".
Gallo se mostró preocupado porque "queremos saber qué ocasionó el fuego en la oficina de calle Pellegrini". Y afirmó que en el momento del incendio estaban 35 de los 70 trabajadores de esa sucursal.
También contó que hubo un gran daño material, ya que se quemó el 60% de las instalaciones, porque las llamas destruyeron el techo y comenzó a caer todo en las computadoras y los muebles.
"Las obras para acomodar esa UDAI comenzaron el 2 de julio. Y ahora estamos viendo cómo se reacomoda a la gente y cuándo estarán listas las oficinas nuevamente. Queremos que todo quede bien arreglado", concluyó.
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