Desde hace 23 años la Comunidad Coyas Unidos de San Antonio de los Cobres brinda su homenaje a la Pachamama. Miguel Siares, el cacique de la comunidad, indicó: “Es una tradición muy nuestra que no se daba a conocer mucho y ahora compartimos con los turistas y quienes gusten conocer nuestras costumbres. Nosotros nos sentimos orgullos y agradecemos el respeto que tienen hacia nuestra cultura”.
“Es una costumbre que viene de nuestros ancestros. Los abuelos decían que agosto es la época de la preparación de la tierra y es el tiempo en la que la Madre Tierra está con hambre, por eso le damos de comer y le pedimos q sea un buen año que la tierra nos proteja de todas las malas ondas. Además también se busca alejar las enfermedades, por eso se limpia todas las casas y se sahuma. También hacemos un ‘yerbeadito’ (con ruda y unas gotitas de alcohol), con el que se convida a toda la familia para limpiar la mala onda que hay por dentro de todos los miembros. Y esperar un agosto positivo, sin accidentes”, contó el cacique.
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Desde hace 23 años la Comunidad Coyas Unidos de San Antonio de los Cobres brinda su homenaje a la Pachamama. Miguel Siares, el cacique de la comunidad, indicó: “Es una tradición muy nuestra que no se daba a conocer mucho y ahora compartimos con los turistas y quienes gusten conocer nuestras costumbres. Nosotros nos sentimos orgullos y agradecemos el respeto que tienen hacia nuestra cultura”.
“Es una costumbre que viene de nuestros ancestros. Los abuelos decían que agosto es la época de la preparación de la tierra y es el tiempo en la que la Madre Tierra está con hambre, por eso le damos de comer y le pedimos q sea un buen año que la tierra nos proteja de todas las malas ondas. Además también se busca alejar las enfermedades, por eso se limpia todas las casas y se sahuma. También hacemos un ‘yerbeadito’ (con ruda y unas gotitas de alcohol), con el que se convida a toda la familia para limpiar la mala onda que hay por dentro de todos los miembros. Y esperar un agosto positivo, sin accidentes”, contó el cacique.
En este caso, los rituales comienzan hoy con el sahumado en el Mercado Artesanal de la localidad y el sábado, en una ya tradicional ceremonia, homenajearán a la Pachamama en la estación de trenes con la llegada del Tren a las Nubes, uniendo turismo y cultura.
“De la tierra venimos, la tierra nos cria y la tierra nos come”, dice Siares para quien todo lo que produce la tierra es lo que da vida: el agua, el aire, la comida y “por eso” dan las gracias.
En esta ceremonia quienes participan agradecen los beneficios de la tierra y piden lo quieren alcanzar. “¡Cusilla, cusilla, Pachamama! es la forma de decirle a la Madre Tierra que estamos contentos y agradecidos por todo lo que a brindado durante el año”, dijo.
“Por eso pedimos trabajo, salud y lluvias para el pasto de los animales”, agregó Siares.
La fe en la Madre Tierra es algo que se transmite de generación en generación y que actualmente los integrantes de la comunidad mantienen intacta y orgullosos de poder traspasarla.