¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

19°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Gualberto Solano, padre de Daniel, un luchador incansable

Gualberto Solano, quien cargó sobre sus espaldas la búsqueda de justicia para su hijo Daniel desde noviembre de 2011, falleció el 3 de abril de este año.
Miércoles, 01 de agosto de 2018 15:34

Hoy, en Río Negro, la Justicia condenó a prisión perpetua a siete policías por la muerte y desaparición de Daniel Solano, el trabajador rural salteño que había emigrado al sur para trabajar en la cosecha de manzanas para Agrocosecha, una empresa tercerizada de la multinacional belga Expofrut. Y la Justicia que tardó años en llegar, ya que la desaparición ocurrió en noviembre de 2011, tuvo desde el momento de la desaparición de Daniel una figura destacada: su padre Gualberto. Luchador incansable, buscador silencioso, desde el momento de la desaparición de "su chango", se puso al hombro la tarea de encontrarlo y para ello realizó incontables y cansadores viajes desde Tartagal hasta Río Negro. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Hoy, en Río Negro, la Justicia condenó a prisión perpetua a siete policías por la muerte y desaparición de Daniel Solano, el trabajador rural salteño que había emigrado al sur para trabajar en la cosecha de manzanas para Agrocosecha, una empresa tercerizada de la multinacional belga Expofrut. Y la Justicia que tardó años en llegar, ya que la desaparición ocurrió en noviembre de 2011, tuvo desde el momento de la desaparición de Daniel una figura destacada: su padre Gualberto. Luchador incansable, buscador silencioso, desde el momento de la desaparición de "su chango", se puso al hombro la tarea de encontrarlo y para ello realizó incontables y cansadores viajes desde Tartagal hasta Río Negro. 

Daniel Solano desapareció el 5 de noviembre de 2011 en la localidad de Choele Choel, provincia de Río Negro. Nació en Salta, en Tartagal.

Y esa larga búsqueda, las trabas burocráticas, el peregrinar permanente para conseguir los fondos que permitieran bajar al jaguel del campo La Manuela donde se supone habían sido arrojados los restos de Daniel, minaron la salud de Gualberto, quien falleció el pasado 3 de abril.

Sergio Heredia, uno de los abogados de la causa, señaló que "la de Gualberto es una muerte de la cual es responsable la Justicia y la política de Río Negro”.

Gualberto creía firmemente que sería sólo un trámite conseguir la autorización para la exploración del pozo y la siguiente extracción. Pasaron cuatro años y medio desde ese momento y finalmente el año pasado se consiguió la autorización para descender al jagüel y buscar el cuerpo. Este año se logró el financiamiento y bajo cuarenta grados de temperatura en enero, comenzaron las tareas de exploración del jagüel.

Durante un mes las maquinas extrajeron sólo barro y chatarra. En esos montículos de desechos un grupo de antropólogos forenses buscó rastros de Daniel. Por 30 días, Gualberto observó los trabajos atentamente, silenciosamente.

Gualberto observa el material extraído del pozo

El pozo donde se supone están los restos de Daniel fue sellado por razones de seguridad. La losa que recubre el jagüel, quizás la última morada de su hijo, la hizo Gualberto con sus propias manos.

El testimonio

La última vez que Gualberto pidió por Daniel fue en el inicio del proceso cuando brindó un relato conmovedor ante los jueces. Recordó los comienzos de la búsqueda de su hijo y todos los obstáculos que tuvo que vencer hasta llegar a la judicialización.

La declaración de Gualberto Solano. Video gentileza Diario de Río Negro

Ese día su voz apenas se escuchaba y ya se notaba que su salud estaba deteriorada. En un momento se quebró y hasta estuvo en duda la continuidad de su declaración porque no se sentía bien. Fue justo después de mirar a los siete policías acusados.

Ya en la previa había deslizado algunas palabras a la prensa. “Luché seis años y medio, quiero encontrar el cuerpo de mi hijo y llevarlo”, dijo con la humildad que lo caracterizaba.

Explotación laboral, trata de personas y narcotráfico

“A Daniel lo mataron por hacer un reclamo”, aseguró ratificando la hipótesis de la querella, que explica que a Daniel lo asesinaron por descubrir una “estafa millonaria” que Agrocosecha realizaba a cientos de trabajadores norteños a través de sus salarios y a los que hacía trabajar en condiciones. deplorables. 

Además, y tras la investigación de la muerte de Solano, salieron a la luz otras causas relacionadas a la misma vinculadas con trata de personas y narcotráfico, que seguirán su derrotero judicial tras el fallo de hoy.

Adentro y afuera de la sala de audiencia de General Roca, decenas de personas esperaron el fallo y tras la lectura de la sentencia celebraron la condena y recordaron emocionadas a Gualberto.

Fuente: propias, Diario de Río Negro, Cosecha Roja

 

 

 

PUBLICIDAD