Con un grado de irresponsabilidad importante, igual o superior al grado de alcohol en sangre que tenía conduciendo un camión de importantes dimensiones, el fin de semana pasado un hombre fue interceptado en la ruta provincial 21, kilómetro 3 en la localidad de Cerrillos. Inspectores de la Vial hicieron detener la marcha del rodado para efectuarle el control de alcoholemia al camionero arrojando resultados positivos con un importante grado. Fue demorado y el vehículo quedó retenido, puesto a disposición de la Justicia.
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Con un grado de irresponsabilidad importante, igual o superior al grado de alcohol en sangre que tenía conduciendo un camión de importantes dimensiones, el fin de semana pasado un hombre fue interceptado en la ruta provincial 21, kilómetro 3 en la localidad de Cerrillos. Inspectores de la Vial hicieron detener la marcha del rodado para efectuarle el control de alcoholemia al camionero arrojando resultados positivos con un importante grado. Fue demorado y el vehículo quedó retenido, puesto a disposición de la Justicia.
El domingo último, cerca de las 20, efectivos de seguridad caminera en pleno operativo vial identificaron el advenimiento del camión marca Mercedes Benz que se desplazaba en sentido sur - norte. Luego de las señas para que se detuviera se entrevistaron con el chofer a quien se lo sometió a la prueba de alcoholemia. El resultado fue un altísimo nivel de ebriedad: 2,74 grados de alcohol cada litro de sangre.
Inmediatamente personal de la Policía de Seguridad Vial procedió a quitarle la licencia de conducir y trasladar el vehículo hasta el canchón de la División Ejidos Municipales de esta ciudad, ubicado en la avenida Tavella. Se labró un acta de infracción en el marco de la Ley de Tolerancia Cero que rige en la provincia desde el 2014. En ese sentido al conductor le podría caber una sanción ejemplificadora dado la enorme irresponsabilidad que cometió, además de quitarle la licencia, la pena podría incluir no conducir por un buen tiempo y además una sanción económica de unos 50.000 pesos.
El sábado, un joven de 17 años, Andrés Bracamonte, murió por culpa de un conductor ebrio. Ocurrió en la ruta nacional 81, entre Dragones y Pluma de Pato.
El chofer de una Saveiro conducía con 2,19 grados de alcohol.