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Rosso, un luchador de la vida que llegó a Gimnasia y Tiro "para pelearla"

La particular historia de vida del ex extremo de Estudiantes y Chacarita, uno de los refuerzos del nuevo albo en quien mayores “fichas” pone Riggio.
Domingo, 19 de agosto de 2018 23:41

Matías Gabriel Rosso no dudó un segundo en venir a Gimnasia y Tiro cuando recibió el llamado del DT Víctor Riggio para embarcarse en un desafío, en una aventura desconocida para él, como lo es el Federal A que nunca jugó, pero del que está muy bien informado.

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Matías Gabriel Rosso no dudó un segundo en venir a Gimnasia y Tiro cuando recibió el llamado del DT Víctor Riggio para embarcarse en un desafío, en una aventura desconocida para él, como lo es el Federal A que nunca jugó, pero del que está muy bien informado.

¿Y por qué no lo dudó? Porque llega a un club del que le habían hablado “muy bien” y porque no le tiene miedo a los desafío. Justo él, a quien en el año 2015, cuando tenía su gran oportunidad de consolidarse en Estudiantes de La Plata, le detectaron una diabetes Grado 1 que, lejos de amilanarlo, lo fortaleció.

“Sí, me considero un luchador, de chico me tocó pelearla mucho, vengo de jugar en una categoría también dura como la B Metropolitana y sé que acá también vendré a lucharla. Sé que no tengo el puesto asegurado, que jugará el que más méritos haga y el que mejor esté, por eso vengo a pelearla”, dejó de entrada sus credenciales el ex delantero extremo del pincha, de Chacarita Juniors y de Estudiantes de Caseros, que llegó para dejar su sello en el nuevo Gimnasia y Tiro.

“La llevo bastante bien y me muevo como cualquier deportista o persona normal. A la diabetes me la detectaron en el 2015 pero no me impide jugar normal, mientras trabaje y me alimente bien, me inyecte y haga una vida normal, no tengo ningún problema para entrenar ni para jugar”, contó Rosso con naturalidad.

“Llegué a un club bárbaro, vengo para ganarme un lugar y ser titular. Me encontré con un grupo bárbaro, venimos de nueve días de convivencia en el predio de la Liga Salteña y conocí grandes personas y jugadores, tanto los más chicos como los grandes. Hay chicos del club que juegan bárbaro y eso me sorprendió gratamente”, se refirió el atacante a los integrantes del semillero albo.

“Además vino gente con hambre de gloria y eso es fundamental. A todos nos gusta ganar, yo vine para eso, para buscar un ascenso. Será un torneo duro, yo no miro nunca la tabla de abajo pero sabemos que no la podemos descuidar”, se presentó Rosso, quien se definió como un jugador “rápido que me gusta llegar hasta el fondo y asistir”.
 

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