Tras varios días de hermetismo, el sacerdote Carlos Gamboa volvió a dar misa anoche en la iglesia del barrio Santa Ana. "No quiero hacer daño a nadie más", le dijo a El Tribuno.
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Tras varios días de hermetismo, el sacerdote Carlos Gamboa volvió a dar misa anoche en la iglesia del barrio Santa Ana. "No quiero hacer daño a nadie más", le dijo a El Tribuno.
El religioso no dio declaraciones después de que su hija lo denunciara públicamente por abandonarla y tratar de ocultarla.
Anoche el cura tampoco se refirió al tema y le pidió a El Tribuno no tomar imágenes durante la celebración religiosa. "No quiero hacer daño a nadie más", se limitó a decir.
La ceremonia había convocado a un pequeño grupo de fieles y, si bien estaba prevista para las 20, comenzó cerca de una hora después.
El cura llegó al templo acompañado por su hermano, el docente y exgremialista Víctor Gamboa. El educador es quien contesta el teléfono del sacerdote desde que se desató el escándalo por la historia de su hija y quien se encargó de comunicar que el religioso no diría nada sobre el tema.
El domingo a la noche, cuando la carta en la que Agustina Gamboa Arias relató su caso empezó a viralizarse en internet, el docente tuvo un cruce en las redes sociales con periodistas, a los que les reprochó que difundieran la versión de la joven sin consultar antes a su hermano. Sin embargo, el religioso optó por no dar una respuesta a los insistentes llamados de los medios de comunicación desde ese día.
El tema se instaló en diarios, radios y canales nacionales, enmarcado en el debate por la legalización del aborto, ya que Carlos Gamboa se posicionó como uno de los voceros del rechazo a la despenalización de la interrupción del embarazo.
El cura replicó frases como "sí a la vida" o "toda vida vale", lo que generó que su hija saliera a denunciar la incoherencia de manifestarse de esta manera pero no haberse hecho cargo de ella desde que era una niña.
"La realidad contradice sus palabras, pues sistemáticamente descuidó y desatendió de mí, su hija Agustina María Gamboa Arias, nacida en mayo del 2000", planteó la joven.
Gamboa es una de las caras más visibles de la organización de la procesión del Milagro cada año.
"El silencio es parte de la vida y dejar que el silencio vaya siendo un diálogo con Dios", había afirmado la semana pasada el religioso, durante una charla preparatoria para las peregrinaciones del Señor y la Virgen del Milagro.