Estudiantes de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios por el Aborto Legal (Cesal), denuncian persecución en diferentes colegios, tanto privados como públicos, a quienes se expresan a favor de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Piden que las autoridades los escuchen y que cesen estas prácticas que consideran intimidatorias.
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Estudiantes de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios por el Aborto Legal (Cesal), denuncian persecución en diferentes colegios, tanto privados como públicos, a quienes se expresan a favor de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Piden que las autoridades los escuchen y que cesen estas prácticas que consideran intimidatorias.
La legalización del aborto fue rechazada en el Senado el 9 de agosto y recién podría volver a debatirse el próximo año, pero los alumnos aseguraron que sostendrán el tema en agenda.
Entre los sectores que sumaron su apoyo al proyecto están los estudiantes, que irrumpieron en el escenario de los históricos militantes y de los grupos feministas.
Se abrieron paso no solo con presencia, selfies, bailes, cánticos, bengalas y glitter, sino también organizando sus propias actividades, como el "estudiantazo" en la Legislatura. Lograron incluso llegar a la escena nacional con la exposición de la salteña Milagros Peñalba durante los debates en el Senado.
Para hoy a las 17 la Cesal convocó a marchar desde la plaza 9 de Julio a la Legislatura. Piden ir con el pañuelo verde y de luto por las mujeres muertas en abortos clandestinos.
Fueron 15 estudiantes los que recorrieron los colegios para buscar adhesiones y hoy ya son cerca de 20 instituciones que se sumaron; la mayoría de gestión privada. Aclaran que no pertenecen a "ninguna bandera política".
Con un cuaderno de "lucha" en el que anota cada reunión y los puntos a tener en cuenta resaltados con colores flúor y dibujos, Enzo Veleizán, uno de los integrantes de la Cesal, conversó con El Tribuno.
"El mundo adulto es muy contradictorio", lanza con la espontaneidad que caracteriza a los adolescentes que no dimensionan lo que sus cuestionamientos ponen en juego. Reconoce que, si bien eran conscientes de que movilizarse por el aborto legal en Salta "no sería fácil", no esperaban que las persecuciones fueran tales. "Esto nos golpeó, pensábamos que en el colegio nos iban a respetar los ideales porque eso nos enseñan de chicos", aseguró.
El día del debate en el Senado, se dio uno de los casos que les hicieron "abrir los ojos". "Una compañera del Huerto llevaba el pañuelo verde y los directivos le dijeron que se lo saque. Al otro día llevó un cartel que decía: "Tengo derecho a expresarme libremente sin tener que recibir ninguna censura'. Los directivos le dijeron: "No tenés por qué recordarnos tus derechos, si ya lo sabemos'. Luego de eso, el 8 A, la expulsaron", contó.
Ese es solo uno de los episodios que lleva registrados en su cuaderno. "A otra compañera, en el Estrada, la acusaron de falsificar una nota de sus papás. Fueron sus papás a decir que la nota era real, pero en la reunión saltó que ella llevaba el pañuelo verde. Había sido una excusa para expulsarla", relató.
"También la persiguieron por las redes sociales. Le decían que tenían fotos de ella en las marchas. Un día la vieron con nosotros y le dijeron que, si seguía en esos movimientos, la iban a expulsar", describió.
La Cesal denuncia que hubo situaciones similares en el Colegio de Jesús, 11 de Septiembre, Belgrano, San Alfonso, Tomasini, Arturo Illia y Tomás Cabrera. En esta última institución, señalan que dos compañeras fueron expuestas públicamente durante un acto escolar a través de un micrófono.
A muchos les recriminaron tener "malas conductas" por llevar el pañuelo verde, ser parte de la Cesal o dar a conocer sus posturas a favor del proyecto de interrupción del embarazo.
Enzo aseguró: "Los chicos tienen miedo de llevar el pañuelo, o de hablar del tema y que los sancionen". Aseveran que son conscientes de que en las instituciones hay normas, pero perciben estas sanciones como un avance que supera los códigos de convivencia. "Sabemos que hay códigos, pero de ahí a que no se pueda respetar el pensamiento que se sale del adoctrinamiento que ellos llevan... Los colegios están censurando", advirtió.
La lectura de los adolescentes es que están yendo más allá del debate sobre una posible ley. Quieren enfrentar "ese concepto de que los adolescentes no hacemos nada y que somos unos vagos".
"Nos tienen miedo porque estamos organizándonos, empoderándonos. Creen que de esa forma nos vamos a quedar en el molde. En el Belgrano, las dos compañeras que estaban más activas dejaron de movilizarse porque llamaron a sus papás", relató.
Enzo resaltó que poner a discutir las dos posturas "hubiera sido interesante para que los chicos tomen sus propias decisiones".
Los alumnos presentaron una nota al Ministerio de Educación, pero hasta el momento no obtuvieron respuestas. Por ello, aseguró que no se sienten acompañados. "Queríamos hablar de cómo esto está afectando la integridad física y psicológica de los compañeros", manifestó.
Una de las actividades que organizaron fue el estudiantazo, al que vino la referente nacional Ofelia Fernández. "Juntamos plata para los pasajes de una semana para otra", contó, orgulloso de lo que lograron.
El contacto con adolescentes de Buenos Aires trajo otras experiencias. "Nos contó que allá tenían miedo de llevar el pañuelo celeste y nos dimos cuenta de que aquí estamos viviendo otro mundo", recordó. Aunque hizo hincapié en que "eso también está mal" porque "todos debemos poder expresarnos".
Los últimos meses de presión en los colegios, en las calles -donde también se registraron agresiones por llevar el pañuelo verde- y en las casas -donde algunos padres prohíben la asistencia a las manifestaciones- reafirmaron sus posturas para ir por "otros derechos que no están siendo cumplidos y la separación de la Iglesia y el Estado".
Luego de participar del Foro Federal de Centros de Estudiantes con otros 800 chicos y chicas de todo el país, el joven advirtió: "Solo Salta y La Pampa tienen un solo centro de estudiantes".
Contó que buscarán fomentar la apertura de más centros de estudiantes en los colegios. "Las instituciones quieren que los chicos se queden en el molde, pero ellos tampoco saben que tienen una ley que los respalda y que podemos tener centros de estudiantes", aseveró.