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El piloto X no se deja ver, pero forma a los chicos

Pese a su enigmática identidad, cumple su función: la educación vial e inclusión.
Martes, 21 de agosto de 2018 21:03

Los nostálgicos recordarán a la serie de dibujos animados Meteoro, un joven que piloteaba el auto Mach 5 blanco. Los fanáticos de aquella serie de los 70 tampoco se olvidarán del corredor enmascarado, un enigmático piloto, quien resultó ser con Rex Racer, hermano de Meteoro. 
El Top Race, la categoría automovilística nacida en 1997, tiene su propio corredor enmascarado, de quien se sabe poco. Es el “piloto X”, el que brilla más afuera que adentro del circuito. Días antes de iniciarse la octava fecha de la competencia en Salta, este corredor corre de punta a punta por diferentes escuelas de la capital y el interior provincial. Su fin es enseñar la educación vial a los más chicos y, por supuesto, la inclusión.
Como todo superhéroe, el piloto X tuvo que sortear obstáculos: cuando tenía 12 años le diagnosticaron cáncer de testículo y tuvo que soportar ocho meses de quimioterapia. Años más tarde fue embestido por un auto, le quebró el codo en dos y pese a ello, ama a los fierros.
“Mi primera vinculación con los autos fue por la serie de Meteoro y de ahí nació la idea del piloto X, por el corredor enmascarado”, cuenta a El Tribuno después de una jornada de charlas educativas en diferentes escuelas.
“Estoy en Salta desde el pasado jueves y ya visité escuelas primarias en Cerrillos, Rosario de Lerma, Vaqueros, barrio El Huaico, Pereyra Rozas y esta mañana (ayer), estuve en Santa Ana y el barrio Intersindical, además de ir al programa escuelas abiertas, el sábado”, dice. En todos los casos, el corredor enigmático enseña sobre la educación vial: “Aprender a usar el semáforo es una es las primeras responsabilidades del peatón”, inicia su video de cinco minutos presentado por el famoso conductor de televisión Julián Weich. 
La historia del piloto X nació en Termas de Río Hondo, ocho años atrás cuando varios pilotos tenían que visitar una escuela especial y no pudieron llegar. De repente, hizo su aparición el corredor con identidad desconocida y la felicidad de los chicos se notaba a kilómetros de distancia. ¡No contaban con su astucia!
“Cuando me despedí, noté que los chicos me seguían con la mirada. Había que encontrarle un buen fin que terminó siendo la educación vial y la inclusión. Les digo a los chicos que yo tengo buzo, casco y guantes, por fuera soy diferente, pero lo importante es que valoren como somos no como nos vemos”, sostiene con palabras claras, pese a la protección que lleva.
La solidaridad, su bandera
La vestimenta del piloto X es sencilla: lleva su buzo antiflama, el casco y guantes. A diferencia de sus colegas, no tiene sponsors, salvo uno que lleva en la indumentaria y en su corazón, el de ASDRA (Asociación Síndrome de Down de la República Argentina). 
“En solidaridad, el piloto X es un ícono, siempre uno cuenta con el apoyo de los competidores. Cuando comencé, aquel día en Termas, vi la cara de los chicos y descubrí que quería trabajar en lo social. A cada lugar donde va el Top Race, intento dejar otras cosas como la solidaridad y la inclusión. Ahí empezaron los trabajos”.
Sobre la educación vial, este piloto dice que “en las charlas viales busco que los chicos les enseñen a sus padres. El niño es el futuro, pero también el presente. Hoy son peatones y pasajeros y aprenden cómo se deben comportar, que sean árbitros de sus padres porque a mí me parece que el mensaje de ellos es directo”.
“Siempre digo que una propaganda en la televisión se cambia, una publicidad en el diario se cambia, pero la indicación de tu hijo es lo más importante. Ahora, si no te llega su mensaje, estás en problemas”, expresa. 
El piloto X cuenta que una vez que finalizan las charlas, “viene la etapa de confesiones”.
“Empiezan a buscar el momento en que sus padres cometieron alguna infracción”, es como haber logrado la pole position.
Su victoria se concreta “cuando aplauden al final de la charla. Esa es una carrera ganada para mí, porque amo lo que hago, disfruto toda esta previa de las carreras”. 
Los chicos no son los únicos que se emocionan y el piloto tiene muy presente un momento en su vida: “Una vez, en un pueblo del interior del país, la directora que llevaba 20 años en el lugar, me agradeció y se largó a llorar. Era la primera vez que alguien visitaba la institución”. Hoy y mañana visitará más escuelas y luego regresará a Buenos Aires para reunirse con su asistente e hija de 4 años, Isabella.
Se viene el Top Race
Este fin de semana, la octava fecha del Top Race tendrá lugar en el autódromo Martín Miguel de Güemes.
Las actividades comenzarán este viernes, tras la entrega y sellado de neumáticos, además de las verificaciones. La primera tanda de pruebas libres será a de 15.30 a 16 para el Top Race Junior y de 16.10 a 16.50 para el Top Race Series.
El sábado a las 9 inician los entrenamientos y durante la tarde serán las clasificaciones de las tres categorías (junior, series y V6). El plato fuerte: el domingo, desde las 9.30.
Las entradas se venden desde el viernes en el autódromo: $500 boxes, generales sin cargo y $100 el estacionamiento (por los tres días).
 

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Los nostálgicos recordarán a la serie de dibujos animados Meteoro, un joven que piloteaba el auto Mach 5 blanco. Los fanáticos de aquella serie de los 70 tampoco se olvidarán del corredor enmascarado, un enigmático piloto, quien resultó ser con Rex Racer, hermano de Meteoro. 
El Top Race, la categoría automovilística nacida en 1997, tiene su propio corredor enmascarado, de quien se sabe poco. Es el “piloto X”, el que brilla más afuera que adentro del circuito. Días antes de iniciarse la octava fecha de la competencia en Salta, este corredor corre de punta a punta por diferentes escuelas de la capital y el interior provincial. Su fin es enseñar la educación vial a los más chicos y, por supuesto, la inclusión.
Como todo superhéroe, el piloto X tuvo que sortear obstáculos: cuando tenía 12 años le diagnosticaron cáncer de testículo y tuvo que soportar ocho meses de quimioterapia. Años más tarde fue embestido por un auto, le quebró el codo en dos y pese a ello, ama a los fierros.
“Mi primera vinculación con los autos fue por la serie de Meteoro y de ahí nació la idea del piloto X, por el corredor enmascarado”, cuenta a El Tribuno después de una jornada de charlas educativas en diferentes escuelas.
“Estoy en Salta desde el pasado jueves y ya visité escuelas primarias en Cerrillos, Rosario de Lerma, Vaqueros, barrio El Huaico, Pereyra Rozas y esta mañana (ayer), estuve en Santa Ana y el barrio Intersindical, además de ir al programa escuelas abiertas, el sábado”, dice. En todos los casos, el corredor enigmático enseña sobre la educación vial: “Aprender a usar el semáforo es una es las primeras responsabilidades del peatón”, inicia su video de cinco minutos presentado por el famoso conductor de televisión Julián Weich. 
La historia del piloto X nació en Termas de Río Hondo, ocho años atrás cuando varios pilotos tenían que visitar una escuela especial y no pudieron llegar. De repente, hizo su aparición el corredor con identidad desconocida y la felicidad de los chicos se notaba a kilómetros de distancia. ¡No contaban con su astucia!
“Cuando me despedí, noté que los chicos me seguían con la mirada. Había que encontrarle un buen fin que terminó siendo la educación vial y la inclusión. Les digo a los chicos que yo tengo buzo, casco y guantes, por fuera soy diferente, pero lo importante es que valoren como somos no como nos vemos”, sostiene con palabras claras, pese a la protección que lleva.
La solidaridad, su bandera
La vestimenta del piloto X es sencilla: lleva su buzo antiflama, el casco y guantes. A diferencia de sus colegas, no tiene sponsors, salvo uno que lleva en la indumentaria y en su corazón, el de ASDRA (Asociación Síndrome de Down de la República Argentina). 
“En solidaridad, el piloto X es un ícono, siempre uno cuenta con el apoyo de los competidores. Cuando comencé, aquel día en Termas, vi la cara de los chicos y descubrí que quería trabajar en lo social. A cada lugar donde va el Top Race, intento dejar otras cosas como la solidaridad y la inclusión. Ahí empezaron los trabajos”.
Sobre la educación vial, este piloto dice que “en las charlas viales busco que los chicos les enseñen a sus padres. El niño es el futuro, pero también el presente. Hoy son peatones y pasajeros y aprenden cómo se deben comportar, que sean árbitros de sus padres porque a mí me parece que el mensaje de ellos es directo”.
“Siempre digo que una propaganda en la televisión se cambia, una publicidad en el diario se cambia, pero la indicación de tu hijo es lo más importante. Ahora, si no te llega su mensaje, estás en problemas”, expresa. 
El piloto X cuenta que una vez que finalizan las charlas, “viene la etapa de confesiones”.
“Empiezan a buscar el momento en que sus padres cometieron alguna infracción”, es como haber logrado la pole position.
Su victoria se concreta “cuando aplauden al final de la charla. Esa es una carrera ganada para mí, porque amo lo que hago, disfruto toda esta previa de las carreras”. 
Los chicos no son los únicos que se emocionan y el piloto tiene muy presente un momento en su vida: “Una vez, en un pueblo del interior del país, la directora que llevaba 20 años en el lugar, me agradeció y se largó a llorar. Era la primera vez que alguien visitaba la institución”. Hoy y mañana visitará más escuelas y luego regresará a Buenos Aires para reunirse con su asistente e hija de 4 años, Isabella.
Se viene el Top Race
Este fin de semana, la octava fecha del Top Race tendrá lugar en el autódromo Martín Miguel de Güemes.
Las actividades comenzarán este viernes, tras la entrega y sellado de neumáticos, además de las verificaciones. La primera tanda de pruebas libres será a de 15.30 a 16 para el Top Race Junior y de 16.10 a 16.50 para el Top Race Series.
El sábado a las 9 inician los entrenamientos y durante la tarde serán las clasificaciones de las tres categorías (junior, series y V6). El plato fuerte: el domingo, desde las 9.30.
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