La convocatoria del sector de la construcción a los legisladores nacionales tuvo el objetivo de armar una nueva agenda en torno del presupuesto 2019 con respecto a la obra pública en general. La falta de envíos de fondos para la obra pública se sintió fuerte en la provincia, que vio paralizados muchos de los proyectos que se estaban llevando adelante.
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La convocatoria del sector de la construcción a los legisladores nacionales tuvo el objetivo de armar una nueva agenda en torno del presupuesto 2019 con respecto a la obra pública en general. La falta de envíos de fondos para la obra pública se sintió fuerte en la provincia, que vio paralizados muchos de los proyectos que se estaban llevando adelante.
"La actividad en Salta tiene particularmente mucha obra pública parada y empezaron los despidos, ya el año pasado en noviembre y ahora se va hacer por este tema. Depende del presupuesto nacional y depende de que todos hagamos un esfuerzo para que esto se vuelva recuperar", comentó a El Tribuno Pablo Movsovich, de la Confederación de Pymes Constructoras.
Tres mil quinientas viviendas Fonavi paralizadas; un 30% de empresas cerradas en los últimos años y más de 4.200 puestos de trabajo directos e indirectos que se perdieron son solo algunos de los indicadores que revelan la magnitud de la crisis que atraviesa la construcción.
Por su parte, el presidente de la Cámara Salteña de la Construcción, Guillermo Arroyo, puso en duda el Programa de Participación Público Privada (PPP), al considerarlo inviable.
"Una PPP puede darse en provincias como Buenos Aires, Santa Fe o Mendoza que tienen otro nivel económico, pero en provincias pobres como Salta, Jujuy o Formosa esto es inviable porque en la PPP el 40% como máximo lo financia el Estado y, el resto, uno lo tiene que salir a vender. En la ciudad capital posiblemente tengamos éxito, pero en los municipios como Mosconi, Santa Victoria Este, Urundel, ¿qué emprendedor va a arriesgar con un impedimento si la gente no puede calificar para un crédito bancario?", remarcó el empresario.
Otra variable
"Hemos escuchado claramente la preocupación del sector de la construcción en Salta, que un poco refleja la situación de las pymes constructoras en todo el país. Desde el 2017 hasta ahora, ellos plantean la pérdida de 2.200 puestos de trabajo de manera directa y 2.000 de manera indirecta y que actualmente peligran 3.500 puestos de trabajo, con la caída de más de 80 empresas, de 300 que tenían registradas tienen aproximadamente 220 ahora", declaró el diputado nacional Pablo Kosiner.
El legislador consideró que las pymes constructoras son las que tienen que tener un mayor nivel de protagonismo en este escenario. "Una variable que se planteó es darle más importancia a la obra de arquitectura que la obra de infraestructura. Hoy es al revés, el 70% el presupuesto se diseña en función de obras de infraestructura y no de obra de arquitectura, que son las que más puestos de trabajo generan", afirmó el legislador.
Por su parte, Andrés Zottos expresó que el difícil momento por el que atraviesa el sector es consecuencia de la paralización de obras financiadas por el Estado nacional.
"Esto quiere decir que las grandes obras no producen derrame de recursos, mientras que las obras de arquitectura, como escuelas y centros de salud, que pueden ser ejecutadas por empresas locales, generan más mano de obra y movimiento económico en regiones más chicas. Es por ello que necesitamos que Nación efectúe una reingeniería de la inversión en obras para dinamizar la economía", enfatizó.