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El revólver secuestrado es con el que mataron a una oficial

Estaba en poder de uno de los detenidos, tras pericias se determinaron que se trata del arma homicida de Lourdes Espíndola.
Martes, 07 de agosto de 2018 00:00

Un revólver calibre 357 que le fue secuestrado a uno de los detenidos por el asesinato de la joven oficial de la Policía Bonaerense Lourdes Espíndola es el arma utilizada para cometer el crimen, según se pudo confirmar a través de pericias. El revólver le fue secuestrado a Jorge Pablo Di Blasi, uno de los dos arrestados por el homicidio.

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Un revólver calibre 357 que le fue secuestrado a uno de los detenidos por el asesinato de la joven oficial de la Policía Bonaerense Lourdes Espíndola es el arma utilizada para cometer el crimen, según se pudo confirmar a través de pericias. El revólver le fue secuestrado a Jorge Pablo Di Blasi, uno de los dos arrestados por el homicidio.

La pericia consistió en el cotejo del proyectil de calibre 28 extraído al cuerpo de la joven policía en el momento de la ablación de sus órganos. "El cotejo entre proyectil calibre 38 Special extraído en operación de ablación de quien en vida fuera la oficial Lourdes Espíndola y la muestra testigo obtenida a partir de proyectil calibre 38 Special lanzado por revólver calibre 357 número QC505837, marca Taurus, incautado en la causa, la misma arrojó resultado positivo", indicaron fuentes ligadas a la investigación.

Di Blasi, de 37 años, había sido el primer detenido por el crimen cometido el 28 de julio pasado en Ituzaingó, en el oeste del Conurbano, antes de que fuera arrestado un hombre llamado Pablo Manuel Frascarelli, de 38. El sospechoso ya contaba con un antecedente penal: un hecho ocurrido en noviembre de 2017 por una causa por portación ilegal de arma de guerra.

Asimismo, había sido reconocido por uno de los testigos como el que le había disparado a la uniformada el pasado 28 de julio mientras esperaba el colectivo cuando salía de hacer adicionales. En tanto, el segundo detenido declaró ante la Justicia y negó su participación en los hechos, a pesar de lo cual quedó detenido como sospechoso de ser el hombre que conducía el auto del que se bajó el asesino de la joven oficial.

Lourdes Espíndola, quien estaba casada con otro policía y tenía un hijo de seis años, había cumplido su turno y se aprestaba a regresar a su casa, tras un largo recorrido hasta Berazategui, cuando en una parada de colectivos cercana a la autopista del Oeste, en Ituzaingó, fue abordada por un hombre que se bajó de un auto y la mató de un tiro, en medio de un forcejeo, para luego robarle el arma reglamentaria.

Grito azul

Días previos al despiadado crimen de Espíndola se había producido otro donde también pagó con su vida una policía, se trata de Tamara Ramírez, quien también fue asesinada en manos de malvivientes. A raíz de los reiterados y casi continuos sucesos en contra de las funcionarias policiales, al unísono se levantó el pedido de la Policía en distintas provincias argentinas.

 

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