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Marchan contra el cierre de un botiquín antiguo y solidario

Los vecinos del pueblo demostraron así su agradecimiento a don Ángel Tolaba.Tiene una botica desde hace 40 años, nunca dejó de atender a nadie ni en feriados.
Martes, 07 de agosto de 2018 00:00

Don Ángel Tolaba tiene actualmente 76 años y desde hace 40 es el dueño de un botiquín de farmacia en el municipio de El Bordo.

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Don Ángel Tolaba tiene actualmente 76 años y desde hace 40 es el dueño de un botiquín de farmacia en el municipio de El Bordo.

Pero en los últimas semanas recibió la notificación que debía cerrar y se los hizo saber a sus clientes. Por eso la reacción de la comunidad lo sorprendió, dado que realizaron una "pueblada" para evitar que esto suceda.

Don Ángel llegó a El Bordo hace cuatro décadas para abrir un botiquín al cual denominó San Cayetano. Así vio crecer al pueblo y a sus hijos y por su gran sentido solidario se ganó la gratitud de muchas familias.

"Para mi papá este negocio es su vida, pero no el negocio en sí. Lo que le da mayor satisfacción es poder ayudar a la gente; no importa la hora que sea, él siempre atiende cuando le tocan la puerta. En una oportunidad eran las 2 de la madrugada y estaba algo enfermo, sonó el timbre y le dije que no se levantara y me contestó que detrás de la puerta podría haber una madre desesperada con su hijo con fiebre o alguien padeciendo fuertes dolores y que si no atendía no podría dormir el resto de la noche. Desde aquella vez no se lo volví a impedir y a veces me levanto yo, cuando alguien busca un medicamento", expresó Raquel, de 41 años.

El paso que faltó

Tanto don Ángel como su hija Raquel son boticarios, pues el botiquín nunca pasó a ser una farmacia y ese es hoy el motivo por el cual corren el riesgo de tener que cerrar de forma definitiva. "Pasa que una farmacia abrió en el pueblo y lamentablemente no puede haber un botiquín cerca. Por eso nos notificaron para que cambiáramos a farmacia pero los trámites son lentos y los costos, muy elevados. Además, debemos contratar a un farmacéutico y realizar reformas al local", explicó Raquel.

Al cumplirse los plazos tuvieron que cerrar aunque aún existe la posibilidad de que puedan cumplir con las exigencias para ser una farmacia.

Una historia de muchos años

Ángel Tolaba contaba con 16 años en el momento que ingresó a trabajar en una droguería en Salta y cuando pudo rendir para boticario se trasladó hacia La Merced para abrir su propio negocio. No le fue muy bien y buscó otro lugar adonde trasladarse.

"En la droguería conocí a muchas personas, entre ellas una farmacéutica, la señora Celma de Rallé, que tenía su farmacia en Campo Santo. Ella me apadrinó para que yo pudiera abrir mi negocio en El Bordo. Tenía unos 36 años y desde entonces estoy aquí y ya van como 40", recordó Tolaba.

Nunca pretendió una vida de lujos, siempre consideró que los problemas de los demás son más importantes que los propios, jamás le negó un medicamento a nadie. Hasta hoy, en un gastado cuaderno anota los fiados y cuando la plata no alcanza la diferencia queda en el olvido. "No nos vamos a enojar por uno o dos pesos", suele decir redondeando a favor del cliente.

Raquel relató: "Se sorprendió mucho cuando vio la manifestación de tantas personas que pedían para que no cerremos, nos preguntaban qué necesitábamos y se ponían a nuestra disposición, como es el caso de funcionarios de la Municipalidad. Por eso se sorprendió, porque mi padre está acostumbrado a solucionar problemas ajenos y no al revés".

Además todos en el pueblo saben que los Tolaba están muy pendientes de las fechas de vencimientos de los remedios y cuando alguno está próximo a vencerse los separan y los donan a los centros de salud. "Para mi papá no hay nada más doloroso que tener que votar un medicamento que podría haber salvado una vida o calmado un dolor", agregó.

La marcha solidaria

El pasado viernes una importante cantidad de vecinos se autoconvocó en la glorieta del pueblo. Marcharon por las principales calles hasta regresar al punto de partida, a pocos metros del botiquín y, al grito de "Don Ángel no se va", le expresaron su apoyo y gratitud. Tal vez don Ángel aún no toma conciencia de que solo está cosechando lo que supo sembrar en todos estos años.

"Hace 40 años que lo conozco y siempre estuvo al servicio de la comunidad, a cualquier hora nos atendía, mas de una vez llegué con mis hijos enfermos y él me abrió las puertas sin importar la hora, no podemos dejarlo solo. Pido a todos que lo apoyemos en este difícil momento para él", expresó Omar Vázquez, un vecino.

"Años que venimos a comprar aquí y el siempre nos saca de apuros, somos como una familia, es una lástima que deba cerrar, mis padres también compraron aquí, por eso le doy todo mi apoyo", dijo a su turno María Carrizo.

Por su parte, el intendente Raúl Martínez ratificó el apoyo oficial. "Vamos a ayudarlo para que puede ser una farmacia. El pueblo está creciendo y será bueno que haya dos", dijo.

 

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