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Voraz incendio destruyó tres colectivos de una línea urbana

Se estiman varios millones de pesos en pérdidas de la empresa Urkupiña. Para controlar el fuego los bomberos utilizaron unos 15 mil litros de agua.
Sabado, 01 de septiembre de 2018 00:00

Un galpón ubicado sobre calle Rivadavia en pleno centro de la ciudad, donde se guarda parte de la flota de colectivos de la empresa Urkupiña que tiene a su cargo la explotación de la línea urbana de pasajeros en la ciudad de Gemes, sufrió un voraz incendio que consumió a tres unidades y una camioneta de apoyo de la empresa.

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Un galpón ubicado sobre calle Rivadavia en pleno centro de la ciudad, donde se guarda parte de la flota de colectivos de la empresa Urkupiña que tiene a su cargo la explotación de la línea urbana de pasajeros en la ciudad de Gemes, sufrió un voraz incendio que consumió a tres unidades y una camioneta de apoyo de la empresa.

El incendio se inició alrededor de las 19.30 del jueves con una columna de humo que fue divisada por vecinos de la empresa, en forma urgente dieron aviso al 911 cuyo personal, al constatar la gravedad de la situación, comunicó la novedad a los dos cuarteles de bomberos quienes se hicieron presentes en forma inmediata. También fue notificado el encargado de la empresa, quien al llegar tuvo que derribar una puerta de acceso a las oficinas para poder ingresar, su gran preocupación eran tres mascotas que se quedaban en el galpón como guardianes, pero lamentablemente cuando lograron abrir la puerta a fuerza de patadas, se encontraron con que dos de ellas habían perecido presas de las llamas.

Ambas dotaciones de bomberos vaciaron sus tanques de agua intentando apagar el fuego, pero se hacía muy difícil, el denso humo generado por una importante cantidad de gomas acumuladas en el interior reducía la visibilidad casi a cero, sin embargo desplegando todo el conocimiento adquirido en las diferentes capacitaciones, el personal de bomberos ingresó para atacar las llamas desde abajo, pero en un trabajo de equipo, otro grupo mantenía en frío los sectores que todavía no habían sido alcanzados por el fuego. Este trabajo duró el tiempo suficiente como para que el intenso calor comenzara a afectar la integridad física de los bomberos, por lo que solicitaron agua para poder hidratarse; este pedido fue recibido por personas que quizás con cierta imprudencia se encontraban muy cerca del lugar, quienes corrieron a comprar botellas con agua. "Cuando me acerqué para entregarle una botella a un bombero que estaba arrodillado con una enorme manguera entre sus brazos que descargaba el agua con una gran presión sobre las llamas, le toqué el hombro y se dio vuelta, era una mujer con la cara negra de hollín muy jovencita, pero con tal determinación para asumir semejante riesgo que me hizo poner la piel de gallina, el trabajo de estas personas fue digno de admirar", expresó una vecina de la cuadra donde ocurrió el incendio.

Acciones valientes

Alrededor de 15 bomberos trabajaron intensamente para evitar la propagación de las llamas, aun cuando se escuchaban explosiones en el interior, se mantenían firmes en su trabajo, "tengo a mi hermano trabajando en esta empresa y yo trabajé por cuatro años, están todos destrozados, no saben qué pudo haber pasado pero estiman que pudo haber sido un corto circuito, lo que se escuchan como explosiones no son tachos con combustible sino las gomas que revientan por el calor, en ese galpón no se guarda combustible. Por suerte son solo pérdidas materiales, pero yo quiero destacar el gran trabajo de los bomberos, realmente lo que vi me sorprendió, quiero hacerles llegar toda mi gratitud y todas mis felicitaciones", expresó Eduardo Núñez.

La casa de al lado

Una gran preocupación se cernía sobre la familia Pérez, cuya vivienda comparte una pared lindera con el galpón de la empresa de colectivos, las llamas avanzaban peligrosamente con esa dirección. "No podíamos hacer otra cosa que rogar que no pase nada, por suerte cuando todo estuvo controlado pudimos comprobar que nada fue afectado e incluso la pared estaba fría, eso debido a que los bomberos trabajaron mucho sobre ese lado arrojando continuamente agua para que no se recaliente", manifestó el profe sor Luis Pérez.

 

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