Humberto Bautista, un hombre de 65 años, caminó dos días solo desde El Galpón por una emotiva y fuerte razón: agradecer al Señor y la Virgen del Milagro que su hija se recuperó de una fase depresiva producto del bullying que sufría en la escuela.
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Humberto Bautista, un hombre de 65 años, caminó dos días solo desde El Galpón por una emotiva y fuerte razón: agradecer al Señor y la Virgen del Milagro que su hija se recuperó de una fase depresiva producto del bullying que sufría en la escuela.
Movilizado por una inquebrantable fe, el admirable hombre peregrinó solo porque quienes iban a ser sus compañeros en el camino perdieron a familiares suyos en el trágico accidente que tuvo lugar la semana pasada en El Galpón, donde murieron ocho vecinos de la pequeña localidad del sur salteño.
"Mi hija mejoró y por eso tengo que seguir. Gracias a eso va al colegio, puede sonreír. Quería abandonar la escuela. Tengo amigos que perdieron familiares y no pudieron venir. Lo hice solo porque no pude encontrar a mis compañeros. Volveré a hacerlo si Dios lo manda, como él lo diga, mientras de la fuerza", expresó con llanto y emoción Humberto al programa DNI Salta.
El galponeño recorrió a pie al menos 160 kilómetros, solo provisto de una bolsita en la que llevaba un plástico que le sirvió de colchón para descansar, unas frazadas y botellas de agua para hidratarse en el camino. Paró para dormir en el peaje de Aunor y por fortuna lo acompañó el tiempo.
Así, con lo puesto llegó hoy a la Catedral Basílica donde fue asistido por otros peregrinos.