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Niveles altos de metales pesados en el agua y en los peces

En Misión La Paz se midieron elevados niveles de plomo, cadmio y arsénico.
Domingo, 02 de septiembre de 2018 00:00

En 2006, especialistas de los tres países que integran la cuenca del Pilcomayo acordaron un programa de monitoreo, establecieron los parámetros a analizar (aguas y sedimentos), consensuaron las metodologías y definieron puntos de muestreo en Bolivia, Argentina y Paraguay.

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En 2006, especialistas de los tres países que integran la cuenca del Pilcomayo acordaron un programa de monitoreo, establecieron los parámetros a analizar (aguas y sedimentos), consensuaron las metodologías y definieron puntos de muestreo en Bolivia, Argentina y Paraguay.

En la provincia, el punto de muestreo se estableció en Misión La Paz, donde la Subsecretaria de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH) incorporó desde 2008 estudios complementarios en peces para determinar la presencia de metales pesados en tejidos musculares, espinas e hígado de sábalos, especie clave de la cadena trófica y principal dieta de las comunidades originarias de las etnias wichi, chorote, toba, chulupí y tapiete que habitan en las costas de Santa Victoria Este.

Desde 2014 ningún organismo de Salta recibió informes de los monitoreos mensuales y semestrales coordinados por la Comisión Trinacional, a pesar de que desde los inicios del programa la Provincia colaboró con personal técnico en los muestreos y algunos de los análisis.

La Secretaría de Recursos Hídricos y el Programa de Biodiversidad de la Secretaría de Ambiente, que sigue cooperando con los relevamientos de peces, solo cuentan con los datos de los monitoreos publicados por la Comisión Trinacional desde 2007 hasta 2014, en función de las normativas de calidad del agua que rigen en los tres países de la cuenca.

 

75 veces más de arsénico que el límite tolerable tiene el pozo de Nueva Población, en Rivadavia Banda Sur. 

En el caso de Argentina, los análisis toman como referencia los límites fijados por la ley 24.051 de residuos peligrosos y los valores guía establecidos por la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH) en muestras de aguas filtradas.

Los resultados obtenidos en el punto de muestreo de Misión La Paz y divulgados oficialmente revelan valores de metales pesados excedidos en la mayoría de las muestras. El informe que oficinas técnicas elevaron días atrás al secretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Oscar Dean, detalló algunos registros preocupantes.

Consumo humano

En materia de agua para bebida de población, las muestras sin filtrar presentaron "valores con concentraciones por encima de los niveles de referencia fijados por la ley de residuos peligrosos en más del 50% de los datos en manganeso, níquel, cromo, plomo y, en menor medida, en arsénico, boro, selenio, cadmio y mercurio", destaca el citado informe técnico.

Las mismas muestras arrojaron valores con concentraciones por encima de los niveles de referencia fijados por la SSRH para metales en muestras filtradas en algo menos del 95% de los datos de boro. Las concentraciones de plomo obtenidas cumplían con los niveles guía de la SSRH en todas las muestras analizadas (aguas filtradas), pero no así con respecto a la ley de residuos peligrosos (aguas sin filtrar). El criterio del valor guía establecido para aguas filtradas se basa en la suposición de que los poblaciones ribereñas consumen el agua previa sedimentación en un recipiente para no beberla turbia.

En la alta cuenca del Pilcomayo, se detectaron 1.800 puntos de contaminación, muchos vinculados a la minería de Potosí.

Agua para irrigación

En materia de irrigación, se midieron en muestras no filtradas valores con concentraciones por encima de los niveles de referencia de la ley de residuos peligrosos en más del 50% de los datos en manganeso y boro. También en menos del 50% de los datos de cromo, arsénico, cobre, níquel, plomo, cadmio, selenio y zinc. De acuerdo a los niveles guía de la SSRH para riego en muestras sin filtrar, el boro estuvo excedido en el 100% de las mediciones y tanto el cromo como el níquel superaron los límites de seguridad en más del 50% de los datos, mientras que se detectaron valores de arsénico, cadmio, cobre y zinc por encima de lo tolerable en menos del 50% de los registros.

En este nivel también se verifico que las concentraciones de plomo obtenidas cumplían con los niveles guía de la SSRH, pero no con los de la ley de residuos peligrosos.

Bebida del ganado

En materia de bebida para ganado se presentaron valores con concentraciones por encima de los niveles de referencia de ley de residuos peligrosos en más del 50% de los datos en zinc y en menor medida, en plomo y cromo. En cuanto a las concentraciones de cobre, arsénico, cadmio, níquel, boro, mercurio y selenio el 100% de los datos cumplían con los niveles guía de la SSRH, pero no así en las muestras sin filtrar, que arrojaron niveles excedidos de cromo y cobre en más del 50% de las mediciones, como asía también de plomo y arsénico en un porcentaje de muestras inferior al 50%.

En 2014, un grupo de investigación integrado por especialistas de la Universidad Nacional de La Plata detectó en los tejidos musculares y las espinas de sábalos capturados en Misión La Paz valores de plomo de 3,27 y 15,94 miligramos por kilo. El máximo permitido por el Código Alimentario Argentino es de 2 mg/kg.

Niveles de plomo y cadmio nocivos para la vida acuática

Niños de una comunidad ribereña de Santa Victoria Este.

Los monitoreos realizados a los largo de siete años, entre 2007 y 2014, en las aguas y sedimentos de Misión La Paz reflejaron valores de metales pesados incompatibles con las normas de protección de la vida acuática. 
Las muestras sin filtrar presentaron concentraciones por encima de los niveles de referencia de ley de residuos peligrosos en el 100% de las muestras de plomo y más del 50% de los datos en cadmio, cobre, manganeso, zinc, cromo, níquel, boro y mercurio. 
A la par, y en relación con los niveles de referencia establecidos por la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH) para metales disueltos, se midieron concentraciones de plata largamente excedidas en más del 50% de las mediciones, y en menor medida, de mercurio, cadmio, cromo y plomo. 
A partir de los registros hasta ahora conocidos, áreas técnicas de la cartera ambiental de la Provincia concluyeron que los metales con mayor acumulación en los sedimentos del Pilcomayo son el plomo y el cadmio. 
En Bolivia, entidades científicas, organizaciones ambientales y referentes de las comunidades indígenas que habitan en las costas del Pilcomayo en la zona de Villamontes (Tarija) afirman que la actividad minera de Potosí aún sigue desechando grandes volúmenes de relaves y de descargas ácidas en la cuenca superior del curso hídrico que comparten Bolivia, Argentina y Paraguay.

La zona crítica de los pozos con arsénico

En el informe que elevaron al secretario de Recursos Hídricos, Oscar Dean, las áreas técnicas del organismo incluyeron un mapa en el que resaltan 63 pozos de Rivadavia, Anta y de la Puna con niveles de arsénico muy superiores a los límites tolerables.
Los técnicos resaltaron que el 85% de los hogares del departamento Rivadavia consumen agua de pozos. Las fuentes subterráneas que tienen las concentraciones de arsénico más críticas no están en Santa Victoria Este, sino en Rivadavia Banda Sur.
Con respecto a los caudales y sedimentos del Pilcomayo, el informe técnico confirmó los elevados niveles de plomo, cadmio y arsénico detectados en Misión La Paz entre 2007 y 2014. A los organismos provinciales competentes, la Comisión Trinacional y la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación no les entregaron los resultados de los monitoreos posteriores realizados en las aguas, los sedimentos y los sábalos del río Pilcomayo. 
El Tribuno reclamó esa información de interés público en las últimas dos semanas. Este diario llenó formularios sin poder acceder a los datos más actuales sobre el curso que comparten Bolivia, Argentina y Paraguay. El lunes 27, tras la publicación del informe periodístico que movió las actuaciones de la Justicia Federal, el director ejecutivo de la Comisión Trinacional del Río Pilcomayo, Ricardo Giménez Tarrés, respondió desde Sucre (Bolivia) que la solicitud de acceso a los datos fue girada a la delegación argentina para que autorice, o no, la entrega de la información requerida por ese medio.
Los delegados argentinos ante la Comisión Trinacional son el embajador Natalio Marcelo Jamer, director de la Coordinación de las Comisiones Administradoras de la Cuenca del Plata de la Cancillería, y el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartúa.
 

 

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