Un hombre humilde recorre el basural a cielo abierto, mientras más adelante vecinos irresponsables que llegan en un automóvil, frenan en un camino vecinal y comienzan a arrojar desechos.
inicia sesión o regístrate.
Un hombre humilde recorre el basural a cielo abierto, mientras más adelante vecinos irresponsables que llegan en un automóvil, frenan en un camino vecinal y comienzan a arrojar desechos.
Luego se alejan cuando ven las cámaras de un equipo de El Tribuno.
Lamentablemente sigue creciendo un basural clandestino en una de la márgenes del arroyo Salado, sobre la ruta nacional 34, que conduce hacia la segunda sección de Rosario de la Frontera, a parajes como Copo Quile. Esa ruta es muy transitada y el arroyo se encuentra cerca del cruce de las rutas 9 y 34, sobre la ruta 34.
Bolsas, botellas, chatarras, escombros, tachos, verduras y frutas podridas y hasta ropa en desuso son algunos de los desechos que se observan en la margen sur del arroyo.
En ese sector hay un camino que es utilizado por vecinos y productores, que tienen que soportar la contaminación y los olores nauseabundos.
Hugo Olivera, un trabajador de la zona, expresó: "Siempre vengo por acá y veo que continuamente llegan camiones, autos, camionetas y tiran todo tipo de basuras, pero en el barrio San Martín, donde yo vivo en Rosario de la Frontera, es mucho peor".
"También veo que vienen camiones del municipio a levantar la basura y a limpiar, pero viene de nuevo la gente y sigue tirando, por eso, esto no se termina nunca", sentenció el trabajador.
Diagnóstico desalentador
Por otra parte, Samuel Pérez, ingeniero químico y especialista en saneamiento ambiental, alertó a El Tribuno sobre esta problemática. "Tenemos un vertido incontrolado de residuos caracterizados básicamente en sólidos urbanos, o sea, residuo de comidas, carnes, plásticos, vidrios y por el otro, residuos peligrosos por la alta concentración de metales pesados presentes en chatarras como lavarropas, secarropas, llantas y juguetes electrónicos tales como hierro, cadmio, cromo, cobre, níquel, plomo y zinc, esto indica que estaríamos en presencia de una potencial peligrosidad medio ambiental", dijo.
"Se puede advertir en la zona de vertido, contaminación de suelo por posible escurrimiento de lixiviados, pudiendo también contaminar los acuíferos subterráneos. En la superficie por la descomposición de materia orgánica y los golpes térmicos frío-calor, genera el ambiente propicio para la generación y proliferación de vectores de enfermedades sumándose los olores nauseabundos. La ubicación del micro basural se encuentra en la periferia de un acuífero superficial como lo es el Arroyo Salado, por lo que debemos suponer que, los residuos puede ser arrastrados por las lluvias y/o por inundación de la cuenca, siendo un grave problema para el ecosistema acuático como así también de salud ambiental de las pobladores aguas abajo, independientemente del uso que se le pueda dar al agua, sea para consumo humano o agrícola", sentenció.
En la zona no hay controles para contrarrestar la situación. Porque los que arrojan basura y provocan un grave daño ambiental deberían ser multados severamente.
La ruta 34, en ese sector, es muy transitada por turistas y camiones de carga internacionales. Es lamentable que desde la ruta se observe el basural contaminante a cielo abierto.