El 17 de mayo de 1952, a la vera de la flamante RN 51, camino al aeropuerto “El Aybal”, se inauguró la Escuela de Ganadería y Granja General Martín M. Güemes, hoy más conocida como Escuela Agrícola.
De aquella emotiva ceremonia de hace sesenta y seis años participaron dos recordados ministros del gabinete nacional de Perón: el Ing. Carlos Emery, titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería, y el general (r) Juan Pistarini, del Ministerio de Obras Públicas. Además, estuvieron el gobernador de la provincia, Carlos Xamena, el arzobispo monseñor Roberto J. Tavella, el coronel Estaninlao López Meyer, de la 5ta. División de Ejército y, en un sitial de preferencia, doña Francisca “Pancha” Güemes de Arias, nieta del Héroe Gaucho y hermana del Dr. Adolfo Güemes, donante del solar donde se había erigido el establecimiento que se inauguraba.
En la ceremonia hablaron el ministro Emery, el gobernador Xamena y finalmente el general Pistarini. Luego de la bendición impartida por monseñor Tavella, los presentes recorrieron las instalaciones construidas en cuatro años por la empresa Masotta-Cadú.
La jornada culminó con un almuerzo criollo servido en el histórico lugar, oportunidad en que el gobernador Xamena obsequió a los ministros Emery y Pistarini sendos ponchos salteño.
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El 17 de mayo de 1952, a la vera de la flamante RN 51, camino al aeropuerto “El Aybal”, se inauguró la Escuela de Ganadería y Granja General Martín M. Güemes, hoy más conocida como Escuela Agrícola.
De aquella emotiva ceremonia de hace sesenta y seis años participaron dos recordados ministros del gabinete nacional de Perón: el Ing. Carlos Emery, titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería, y el general (r) Juan Pistarini, del Ministerio de Obras Públicas. Además, estuvieron el gobernador de la provincia, Carlos Xamena, el arzobispo monseñor Roberto J. Tavella, el coronel Estaninlao López Meyer, de la 5ta. División de Ejército y, en un sitial de preferencia, doña Francisca “Pancha” Güemes de Arias, nieta del Héroe Gaucho y hermana del Dr. Adolfo Güemes, donante del solar donde se había erigido el establecimiento que se inauguraba.
En la ceremonia hablaron el ministro Emery, el gobernador Xamena y finalmente el general Pistarini. Luego de la bendición impartida por monseñor Tavella, los presentes recorrieron las instalaciones construidas en cuatro años por la empresa Masotta-Cadú.
La jornada culminó con un almuerzo criollo servido en el histórico lugar, oportunidad en que el gobernador Xamena obsequió a los ministros Emery y Pistarini sendos ponchos salteño.
Aspectos técnicos
Al momento de la inauguración, el edificio de 11 mil metros cuadrados, podía albergar 225 pupilos y tenía un campo de 360 hectáreas planas.
El estilo del edificio es similar a otras construcciones de la época y era la última palabra en arquitectura educacional. Tenía siete aulas y dos amplios laboratorios para investigación agrícolas y ganaderas; biblioteca, espacios de esparcimiento al aire libre y cubierto, campos de deportes y un amplio salón de actos. Además, para atender la salud de los alumnos tenía enfermería y consultorio médico y odontológico. Finalmente poseía una planta industrial agrícola, tambo, quesería, fábrica de dulces, depósitos, silos, talleres y secciones para trabajos didácticos y productivos. Se hacía cunicultura, floricultura, avicultura, apicultura y viverismo.
El internado
En 1953, la escuela tenía un internado donde al alumno se le proveía gratuitamente de comida, vestimenta y elementos para tareas agrícolas y ganaderas. Además, el pupilo percibía por su tarea de campo, un jornal de $1,50, $2,50 y $3,50 para alumnos de 1°, 2° y 3° años, respectivamente. El dinero se depositaba mensualmente en las Libretas de Ahorro de los internos.
Objetivos
El principal objetivo era capacitar a los jóvenes para mejorar la producción agrícola ganadera, y fomentar especialmente la evolución de las actividades rurales hacia cultivos y manufacturas regionales.
Otro fin era mantener contacto con los medios rurales de su influencia geográfica, a fin de orientar la producción agrícola, difundir nuevos métodos de cultivos y estudiar los problemas relacionados con la futura agroindustria.
Dictaba tres carreras relacionadas con agricultura, ganadería y granja. Los estudios duraban tres años y los egresados se graduaban como: Técnico en Agricultura; Técnico en Ganadería; y Técnico en Granja.
Jurisdicción y UNSa
Por ser escuela nacional, su jurisdicción comprendía además de Salta, a las provincias de Jujuy, Tucumán, Catamarca y La Rioja.
En 1971, la Comisión Nacional de Factibilidad de la UNSa, consideró su incorporación a la nueva Universidad, para que sea la piedra angular de la futura Facultad de Agronomía y Veterinaria. Lamentablemente el golpe militar de 1976 frustró la concreción del proyecto.
Monumento Histórico Nacional
En el siglo XVIII, la Chacra “El Carmen” pertenecía a don Pantaleón Aguirre. En el XIX la heredaron sus hijos Anselmo Félix, Isabel y María del Milagro Aguirre. Y en 1817, la adquirió el gobernador Martín Miguel de Güemes, quien la nominó “El Carmen”, por su esposa (Carmen Puch). El predio, que originalmente tenía una sala y 360 hectáreas, a poco se transformó en lugar de residencia y refugio de guerra, de la familia Güemes Puch. Allí nacieron los tres hijos del matrimonio: Martín del Milagro, Luis e Ignacio (que murió pequeño). Pero además, el solar también fue campo militar de los gauchos en la guerra de la Independencia.
Don Atilio Cornejo dice que el Héroe Gaucho “no tuvo más que una pequeña chacra a dos leguas de la ciudad”.
La operación
La compra de “El Carmen” a los Aguirre se concretó en agosto de 1817, ante el escribano público don Félix Ignacio Molina por la suma de 450 pesos fuertes. A la muerte de Güemes y su esposa, la propiedad pasó a sus hijos Luis y Martín. Luego la heredó su nieto Adolfo Güemes (exgobernador de Salta), quien en 1945 la donó al Gobierno nacional para que se creara una escuela de Ganadería y Agricultura. Cumpliendo ese mandato, el gobierno de Perón creó la escuela e incluyó su construcción en el Primer Plan Quinquenal (1947/52). Y comenzó a funcionar en el período lectivo de 1953.
Sala histórica
Es una típica casona colonial, con galería al frente. Tiene muros de adobe y techo a dos agua de teja y tejuela española, con tirantería de madera. Y aunque no parezca dado su abandono, hoy es Monumento Histórico Nacional.
La mejor de Sudamérica
En sus 66 años de vida, la Escuela Agrícola tuvo su épocas de esplendor pedagógico, cultural y deportivo. Alcanzó gran prestigió académico en el norte argentino y llegó a albergar más de 600 chicos entre internos y externos. Muchos provenían del interior de Salta, de provincias vecinas y de Chile y Bolivia. Fue considerada única en su genero en toda América del Sur.
Pero en 1993, todo cambió. Ahora es un bachillerato con orientación en “bienes y servicio”. Se dice que el establecimiento no fue ajeno a las crisis que vivió y vive el país, pero lo cierto es que sus objetivos primigenios se extraviaron.
Y pruebas al canto: no más investigaciones ni laboratorios; su internado ahora lo ocupa la escuela de cadetes penitenciarios que a cambio, brindarían seguridad. Sus campos, ayer cultivados, hoy son pretendidos hasta para una pista de motoqueros. Y sus carencias edilicias también están a la vista: sin pintura ni mantenimiento; maquinas y mobiliario abandonados en los pajonales. Pena y rabia...
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