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Poliamor: un concepto que muchos injurian y otros intentan practicar

El término se hizo viral tras la respuesta de Flor Peña a los rumores de infidelidad.  Una especialista brinda definiciones y aclara lo que debe tenerse en cuenta para su práctica.
Miércoles, 26 de septiembre de 2018 11:27

“Se puede estar enamorado de varias personas a la vez, sin traicionar a ninguna”. Gabriel  García Márquez 

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“Se puede estar enamorado de varias personas a la vez, sin traicionar a ninguna”. Gabriel  García Márquez 


Un audio “filtrado” entre Ramiro Ponce de León, la pareja salteña de Florencia Peña, con una joven oriunda de Güemes, y la posterior respuesta de la más conocida y mediática del trío (ver más información en página 30) puso en el tapete el concepto de poliamor, uno de esos temas que generan controversia al punto del rechazo inminente.
Y aunque parece algo propio del siglo XXI y parte de las revoluciones actuales, el término fue acuñado separadamente por varias personas como Morning Glory (sacerdotisa de la Iglesia de todos los mundos), en su artículo “A bouquet of lovers” (1990), quien alentó la popularización del término, y Jennifer Wesp, quien en 1992 creó un grupo de noticias en Internet: alt.polyamory. 
Según Wikipedia, el término apareció ocasionalmente desde los 60 e incluso fuera de la cultura poliamorosa en infinidad de relaciones anteriores al surgimiento del término. Por ejemplo, en los años 20 con William Moulton Marston -conocido como Charles Moulton, creador de la Mujer Maravilla, personaje inspirado en la relación poliamorosa con su esposa y amante- así como en la tradición de muchas etnias y culturas que aún prevalecen.
Pero, ¿qué es el poliamor? 
Es una forma de vivir la vida que se extiende a todas sus facetas, es una elección que conlleva aprendizaje y una gran tarea de deconstrucción de roles de género, de amor romántico, y en general de la educación y mandatos inculcados.
Para obtener más respuestas, El Tribuno dialogó con la psicóloga, sexóloga y terapeuta gestáltica Sabrina Ríos Minahk, quien estudió el poliamor desde una tesis para su especialización. 
“Para abrirnos el concepto primero tenemos que entender que es una forma de amar por fuera del sistema monogámico dominante.
La monogamia es un modelo de relaciones afectivo-sexuales basado en un ideal de exclusividad sexual por un período de tiempo indefinido entre dos personas unidas por un vínculo sancionado por la ley del matrimonio”, instruyó Ríos. 
La especialista sostiene que no se trata de una práctica “natural” ni parte de la biología humana, sino una construcción social que se ha ido transformando a partir de discursos hegemónicos como el del modelo patriarcal, el de la religión, etcétera, siendo funcionales a otros intereses que nada tienen que ver con el amor. 
“El significado del amor es cultural, algo construido y aprendido a través de diferentes medios: de la educación de nuestros padres, de nuestras amistades, de la religión imperante, de las películas, de los libros, y más.” 
Según esa definición, el amor romántico está lleno de restricciones en las formas de vincularse afectiva y sexualmente que parecen necesarias para poner límites dentro de la pareja, lo que -para la psicóloga- tiene más que ver con inseguridades personales que con el amor en sí mismo. 
El amor implica una gran responsabilidad hacia uno mismo primero, y hacia los demás después. Se mezclan conceptos interrelacionados como la atención, el cuidado, el respeto mutuo, la admiración, la confianza, el afecto, el crecimiento personal y el placer.
Así, tener otra relación cercana pareciera ser una amenaza de dilución del vínculo primariamente elegido. 
Los poliamorosos
Las personas que se identifican como poliamorosas creen que esas restricciones no son de hecho lo mejor en una relación, ya que tiende a reemplazar la confianza por prohibiciones posesivas, y ponen las relaciones en un marco de propiedad y control: “Vos sos mío/a”.
“El poliamor consiste en amar a varias personas a la vez, de forma consensuada, consciente y ética. Quienes lo defienden consideran que el amor no tiene que estar restringido, porque si quieres a alguien deseas lo mejor para esa persona y eso incluye poder ampliar su vida amorosa y sentimental. La única condición es el amor entre las personas y la aceptación de la relación por parte de todas ellas”, indicó Ríos. 
Los poliamorosos rechazan la visión de que la exclusividad sexual y relacional es necesaria para tener relaciones amorosas profundas, comprometidas y a largo plazo.
Desde su análisis, la especialista entiende que “hay muchas maneras de vivir el poliamor, y el hecho de que más de dos personas participen en una relación poliamorosa no hace sino ampliar el número de posibilidades. De hecho, como el poliamor es una manera de gestionar la afectividad y no necesariamente el sexo, puede ocurrir que todas las personas que participan en un grupo de poliamor tengan distintas orientaciones sexuales o simplemente no tengan sexo; y también puede pasar que algunas sí tengan relaciones íntimas de este tipo y otras no”.

“El poliamor consiste en amar a varias personas a la vez, de forma consensuada, consciente y ética”. Sabrina Ríos Minahk 

Además, el poliamor es un modo de relación que se mantiene en el tiempo y que no se limita a un período corto, de minutos u horas, tal y como podría pasar en los intercambios de pareja esporádicos o swingers. Las relaciones poliamorosas lo son porque, en sí mismas, nos hablan sobre la naturaleza de la relación afectiva que tienen varias personas entre sí.
Ríos aclara que “el poliamor no tiene por qué basarse en relaciones formalizadas tal y como ocurre en los matrimonios. Se distingue de la poligamia en que este último, además de ceñirse solo a casos donde se ha producido matrimonio, consiste en la unión entre un hombre y muchas mujeres o una mujer y muchos hombres”.

Las condiciones 
Es importante tener en cuenta quienes tienen una relación poliamorosa la sostienen en tres factores importantes: la intimidad, la pasión y el compromiso, incluyendo a más de dos personas.
Para la profesional, la intimidad consiste en comunicarse, conocerse y expresar como se van sintiendo en el transcurso de la relación, para que todo pueda ir funcionando bien.
“La pasión y lo relacionado al sexo no implica que todos se relacionen a la vez. El sexo no es una base, sí lo es el amor. Los celos sirven para medir cómo nos sentimos y trabajarlos partiendo de la comunicación. Las normas siempre se van negociando entre los miembros y se estipulan previamente. Si puede que los poliamorosas tengan mayor tolerancia y sean más flexibles, ya que desde un inicio está abierta la posibilidad de que existan más de dos personas”.
El compromiso depende de la capacidad de amar a varias personas a la vez y poder cumplir con los acuerdos y lo estipulado entre las partes.
A diferencia de la monogamia, que tiene sus acuerdos preestablecidos y socialmente aceptados, las relaciones poliamorosas se tienen que construir desde un principio y particularmente en cada vínculo, hablándolo constantemente.

“El poliamor es actualmente una opción minoritaria y poco conocida, pero no por eso inexistente”.


Los acuerdos para poliamar
1. Sexo seguro: usar protección con las otras personas y en caso de querer romper esta regla, se debe hablar con la relación directa y primordial para modificarla o no.
2. Comunicación: Saber qué les pasa o sienten todas las personas involucradas en la relación y las modificaciones que vayan surgiendo.
3. Derecho a veto: Si un tercero fuera de la pareja primordial quiere separarlos o manipular la relación básica, uno de los dos puede vetar a esta tercera persona.
4. Preguntar:
Con quién: Con quién o con quiénes le molestaría a tu pareja o no, que mantuvieras relaciones sexuales o amorosas. 
Dónde: Por ejemplo, tener sexo solo en hoteles transitorios y nunca en la cama común; poder irse de vacaciones con otros, compartir familias, o no, etc. 
De qué manera: Preguntar si se pueden hacer tríos, orgías, tener una pareja con hijos, etc.

“Cada uno puede libremente elegir a quién amar y cómo. El poliamor es una opción”.
No todo es sexo
La especialista sostiene que el sexo no es necesariamente un interés primario en las relaciones poliamorosas. Usualmente consisten en la búsqueda de construcción de relaciones a largo plazo con más de una persona basados en acuerdos mutuos, donde el sexo es solamente un aspecto más en dichas relaciones. En la práctica, las relaciones poliamorosas son bastante diversas e individualizadas de acuerdo a aquellos que participan en ellas. 
¿Y los celos?, es otra de las preguntas que surgen cuando de poliamor se trata. Sobre esto también la sexóloga se expresa: “Quienes escuchan hablar del poliamor por primera vez suelen preguntarse cómo se hace para no tener celos. En realidad, muchas personas poliamorosas experimentan celos en mayor o menor medida. Los celos son algo que hay que trabajar primero con uno mismo y luego dentro de la relación, examinando ese sentimiento, hablando sobre ello e intentando aprender.”
El poliamor es actualmente una opción minoritaria y poco conocida, pero no por eso inexistente. 
“En estos últimos días, sobre todo, ha sido bastante vapuleada su esencia y juzgada desde una perspectiva moralista y cerrada. Cada uno puede libremente elegir a quién amar y cómo”, puntualizó Ríos. 

 

 

 


 


 


 

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