Los problemas presupuestarios de las municipalidades se están haciendo sentir en toda la provincia y el caso de Mosconi no es la excepción. El intendente local, Isidro Ruarte, antes de viajar a Buenos Aires a gestionar algunas obras para su pueblo, le pidió a sus colegas Eduardo Leavy y Moisés Balderrama, de Tartagal y Santa Victoria Este, respectivamente, que lo acompañen para ver si entre los tres hacían un poco más de fuerza y lograban los que sus comunas necesitan: fondos frescos para obras.
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Los problemas presupuestarios de las municipalidades se están haciendo sentir en toda la provincia y el caso de Mosconi no es la excepción. El intendente local, Isidro Ruarte, antes de viajar a Buenos Aires a gestionar algunas obras para su pueblo, le pidió a sus colegas Eduardo Leavy y Moisés Balderrama, de Tartagal y Santa Victoria Este, respectivamente, que lo acompañen para ver si entre los tres hacían un poco más de fuerza y lograban los que sus comunas necesitan: fondos frescos para obras.
"La Municipalidad de General Mosconi, que con el Fondo Federal de la Soja ejecutaba la obra del construcción del nuevo edificio municipal, debió suspender la obra, como también la colocación de agua y cloacas en el barrio El Milagro", dijo el jefe comunal de esa postergada localidad del norte de la provincia.
Antes de subirse al avión, Ruarte explicó: "Me dijeron que hay fondos para hacer viviendas que se canalizarán por medio de la Cruz Roja Argentina, pero esa fue la única referencia que me dieron".
"Como estoy cansado de que me mientan les pedí a otros intendentes de la zona, Eduardo Leavy (Tartagal) y Moisés Balderrama (Santa Victoria Este) que vayamos todos juntos, porque es más difícil mentirle a tres intendentes juntos que a uno solo", dijo sin pelos en la lengua el veterano dirigente renovador.
"Por lo menos yo, estoy cansado de que desde la Nación me mientan de que enviarán fondos para diferentes proyectos pero la realidad es que nunca me mandaron un peso. Al contrario, lo que estaba llegando como el fondo de la soja lo cortaron y quedamos con el edificio municipal a medias", expresó, visiblemente molesto por la situación el intendente de General Mosconi.
Otras obras suspendidas
Ruarte explicó: "La situación es muy difícil y la estamos piloteando con mucha austeridad, cuidando cada centavo que tenemos. Por suerte esta crisis me agarra con muchos años de experiencia como intendente".
"Tengo el orgullo de decir que tengo un municipio ordenado donde todo el mundo cobra su sueldo, con proveedores que cobran al día, ningún banco me rebota los cheques y no tengo que esperar anticipos de la provincia para cumplir con mis obligaciones financieras", enumero.
Y agregó: "Lamentablemente, cuando eso debería marcar la diferencia para ser beneficiados con obras que tanta falta nos hacen, tampoco tenemos ese beneficio y, por el contrario, se nos recorta lo que veníamos recibiendo".
"Gracias a que tenemos los números ordenados es que podemos seguir brindando los servicios, haciendo alguna obra chica. Porque esperar que nos envíen recursos frescos es de vicio", agregó Ruarte.
El intendente de Mosconi explicó además: "La terminal de ómnibus (que se hace con el Fondo de Reparación Histórica) va muy despacio, a cuenta gotas. Teníamos un presupuesto inicial de 7 millones de pesos que se desfazó por la inflación, pero la vamos a terminar porque no puede ser que Mosconi no tenga terminal".
Ruarte agregó, en relación a las pocas obras que se están en ejecutando: "Estamos con solo las obras de contención que los desocupados consiguieron luego de varias marchas. Se trata de obras básicas, por 3 millones de pesos que la Provincia certifica y nos manda los montos, pero nuestra preocupación es que la obra ya se terminó y otra vez los desocupados están como en un principio".
"Por nuestra parte y con recursos propios estamos haciendo un paseo cerca de la terminal. Ahí teníamos que hacer el paseo Gemes con fondos que íbamos a recibir de la nación pero nos mintieron", espetó el jefe comunal.