Con hondo pesar y en medio de escenas de profundo dolor, todo el pueblo de El Galpón despidió ayer a las víctimas de la tragedia vial ocurrida sobre la ruta nacional 16, en la que fallecieron cinco policías y tres civiles, todos residentes en esa localidad del sur provincial.
Una bandera grande, celeste y blanca, flameaba a media asta en la plaza y a las 14.40 comenzaron a sonar las campanas de la parroquia San Francisco Solano, que se encuentra en construcción, ya que la antigua fue destruida por un fuerte temblor ocurrido en 2015. El sonido estremecedor marcaba el momento de la despedida final. Los cortejos que trasladaban los cuerpos del suboficial mayor Jesús Valentín Rodríguez, el sargento ayudante Sergio Guillermo Maldonado, el agente César Sebastián Paz, la agente Celia Elizabeth Lucena, los vecinos Elvira Olivera, Ricardo Rojas y el sargento José Oscar Oliva, fueron llegando uno a uno y colocados frente al templo. Solamente faltaban los restos del remisero Jorge Giménez, debido a que es de otra religión y ya había sido sepultado.
La misa y la ceremonia para despedir a las víctimas de la tragedia estuvieron encabezadas por el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, y por el párroco de la localidad, Eduardo Pastrana. “Esto nos duele profundamente y quiero decirle a toda la comunidad de El Galpón que es algo que nos toca a toda la comunidad de Salta. Mi expresión de unidad para la familia policial, con ustedes queridos policías y sus autoridades”, dijo Cargnello a los fieles.
Cabe destacar que todo el pueblo colmó la plaza central de la localidad para despedir a las víctimas de una tragedia sin precedentes. “Desde el dolor compartido quisiéramos simplemente escuchar algo del Señor. Desde lo humano se han cerrado puertas, hemos sentido el golpazo de puertas que se cierran. Desde lo humano contemplamos y nos solidarizamos con el dolor de las familias”, destacó.
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Con hondo pesar y en medio de escenas de profundo dolor, todo el pueblo de El Galpón despidió ayer a las víctimas de la tragedia vial ocurrida sobre la ruta nacional 16, en la que fallecieron cinco policías y tres civiles, todos residentes en esa localidad del sur provincial.
Una bandera grande, celeste y blanca, flameaba a media asta en la plaza y a las 14.40 comenzaron a sonar las campanas de la parroquia San Francisco Solano, que se encuentra en construcción, ya que la antigua fue destruida por un fuerte temblor ocurrido en 2015. El sonido estremecedor marcaba el momento de la despedida final. Los cortejos que trasladaban los cuerpos del suboficial mayor Jesús Valentín Rodríguez, el sargento ayudante Sergio Guillermo Maldonado, el agente César Sebastián Paz, la agente Celia Elizabeth Lucena, los vecinos Elvira Olivera, Ricardo Rojas y el sargento José Oscar Oliva, fueron llegando uno a uno y colocados frente al templo. Solamente faltaban los restos del remisero Jorge Giménez, debido a que es de otra religión y ya había sido sepultado.
La misa y la ceremonia para despedir a las víctimas de la tragedia estuvieron encabezadas por el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, y por el párroco de la localidad, Eduardo Pastrana. “Esto nos duele profundamente y quiero decirle a toda la comunidad de El Galpón que es algo que nos toca a toda la comunidad de Salta. Mi expresión de unidad para la familia policial, con ustedes queridos policías y sus autoridades”, dijo Cargnello a los fieles.
Cabe destacar que todo el pueblo colmó la plaza central de la localidad para despedir a las víctimas de una tragedia sin precedentes. “Desde el dolor compartido quisiéramos simplemente escuchar algo del Señor. Desde lo humano se han cerrado puertas, hemos sentido el golpazo de puertas que se cierran. Desde lo humano contemplamos y nos solidarizamos con el dolor de las familias”, destacó.
“No sabemos cómo entender esto desde el amor, pero sabemos que Dios no deja de amarnos. La fe nos dice que la muerte no es el acto último, todavía falta el capítulo final que es la vida de sus almas que vuelven a Dios”, señaló Cargnello.
En el choque ocurrido en la ruta nacional 16, cerca del El Galpón, impactaron un VW Gol que era conducido por uno de los fallecidos, el suboficial mayor Rodríguez, quien se desempeñaba en el Centro de Coordinación Operativa de Metán. Viajaba acompañado por otras de las víctimas entre las que se encontraban el sargento ayudante Maldonado, quien trabajaba en el mismo Centro de Coordinación; el agente, Paz, quien se desempeñaba en la Comisaría 30, y la agente Lucena, quien formaba parte de la Policía Vial de Metán. En ese mismo vehículo iba el único sobreviviente, el agente Javier Olivera, de la Comisaría 30, quien se recupera de quebraduras y lesiones. El vehículo en el que iban los policías chocó frontalmente con un remise Renault Kangoo que circulaba en sentido contrario, y era guiado por Jorge Giménez, quien llevaba como pasajeros a Olivera, Rojas y al sargento Oliva, quien se desempeñaba en la División Lacustre de El Tunal. Estas cuatro personas fallecieron, mientras que Blanca Pizarro sufrió lesiones y permanece internada fuera de peligro en la capital salteña.
Javier Olivera, el agente que sobrevivió a la tragedia, comentó que todos regresaban cansados por haber trabajado toda la noche. Como prueba de ello sostuvo que en el caso suyo iba dormitando cuando se produjo la impresionante colisión.
La velocidad también pudo haber sido un factor determinante, ya que ninguno de los conductores tuvo tiempo a reaccionar cuando uno de los vehículos se salió de su carril.
El acontecimiento ha conmovido a toda la sociedad, por lo que, en un momento de tan penoso padecimiento que atraviesan los familiares de las víctimas y el pueblo de las localidades de El Galpón y de San José de Metán por lo el gobierno de Salta decretó duelo provincial.