En un video que grabó en el hospital, en su cama de terapia intensiva, el candidato de la extrema derecha brasileña, Jair Bolsonaro, herido con un cuchillo este jueves, dijo: “Nunca hice mal a nadie”. Agradeció al equipo de médicos que lo habían atendido y confesó que poco después de la puñalada sintió “un dolor insoportable”. Dijo también que él se había “preparado para un momento como ese”, pues como presidenciable se corren “muchos riesgos”. En el mismo video, su hijo Eduardo afirma que la herida tuvo 12 centímetros de profundidad.
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En un video que grabó en el hospital, en su cama de terapia intensiva, el candidato de la extrema derecha brasileña, Jair Bolsonaro, herido con un cuchillo este jueves, dijo: “Nunca hice mal a nadie”. Agradeció al equipo de médicos que lo habían atendido y confesó que poco después de la puñalada sintió “un dolor insoportable”. Dijo también que él se había “preparado para un momento como ese”, pues como presidenciable se corren “muchos riesgos”. En el mismo video, su hijo Eduardo afirma que la herida tuvo 12 centímetros de profundidad.
De hecho, lesionó el intestino delgado, el colon e impactó en una arteria. “Es un milagro que esté vivo. De haber demorado unos minutos más en llegar al hospital, estaría muerto”.
Eduardo Bolsonaro sospecha que el ataque a su padre no fue realizado solo por el hombre detenido. “El cuchillo pasó antes por otras manos”. Esa suposición, de ser verificada, podría resultar en una nueva tormenta para las elecciones programadas para el 7 de octubre.
No es un detalle que los otros candidatos hayan suspendido todos sus actos programados para este viernes, que es precisamente el día de la independencia en Brasil.
Hay temor, inclusive, por la reacción que podrían tener algunos activistas radicalizados que siguen a Bolsonaro.
Un interrogante que se impone es la situación creada en estas elecciones: dos candidatos, uno de ellos Lula da Silva y el otro Jair Bolsonaro, que son los que llevan más votos (39% y 22% respectivamente) quedaron de hecho fuera de las elecciones. Es decir más de un 60% del electorado no sabe ahora cómo votar.
Fuente: Clarín