Un ladrón intentó robar un vehículo estacionado en una transitada arteria del centro de Quilmes. El hecho, que quedó registrado en las cámaras de seguridad de una empresa, causó indignación al notar que el sujeto utilizaba a un niño de entre 8 y 10 años como campana y cómplice. Ocurrió a plena luz del día, en pleno centro de Quilmes. Se trata de una zona de gran flujo de tránsito.
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Un ladrón intentó robar un vehículo estacionado en una transitada arteria del centro de Quilmes. El hecho, que quedó registrado en las cámaras de seguridad de una empresa, causó indignación al notar que el sujeto utilizaba a un niño de entre 8 y 10 años como campana y cómplice. Ocurrió a plena luz del día, en pleno centro de Quilmes. Se trata de una zona de gran flujo de tránsito.
En el vides de las cámara de seguridad de la zona puede verse al delincuente llegar a bordo de un auto blanco. Al pasar ve vulnerable un Renault Clio estacionado en la calle e intentó estacionar delante de él. Luego, al notar que hay un espacio reservado para estacionamiento, debió temer que lo interrumpieran mientras cometía el ilícito, por lo que decidió dar marcha atrás y colocarlo casi a la par del de su víctima, cubriendo así su accionar.
Primero el sujeto bajó del auto, miró a través de los vidrios de la empresa para asegurarse de que no lo estuvieran vigilando, y volvió al coche. En ese momento -ante la sorpresa e indignación de quienes luego vieron el video de lo sucedido- descendió un chico de no más de 10 años, hijo del hombre la que le pide que haga de campana.
El hampón abrió en cuestión de segundos el baúl del Clio, mientras el menor vigilaba la cuadra haciendo de “campana”. Entonces comenzó a sonar la alarma del Renault y ambos subieron al auto en que llegaron y se dieron a la fuga.