Hasta anoche eran 67 las personas que perdieron sus vidas y más de 76 sufrieron heridas en el estado mexicano de Hidalgo a raíz de la explosión de un gasoducto de la empresa estatal Pemex, a partir de una fuga que facilitaba el robo de combustible, lo que motivó ayer un operativo especial del gobierno en la zona y expresiones de solidaridad de varios países de la región.
El hecho, en la ciudad de Tlahuelilpan, se sumó a la larga lista de tragedias con decenas de víctimas mortales generados por el robo de combustible, una problemática que se agravó en los últimos años en el país y para cuyo combate el gobierno de Andrés Manuel López Obrador había anunciado un plan especial a fines de diciembre.
“El saldo que tenemos al momento de lo ocurrido en Tlahuelilpan es de 67 personas fallecidas y 76 heridas, que están siendo atendidas en distintos hospitales”, indicó el gobernador estatal, Omar Fayad.
Muchos de los heridos sufrieron graves quemaduras y todavía existían posibilidades de que se encuentren más cadáveres calcinados en las cercanías del oleoducto, donde centenares de personas se agruparon ayer para robar el combustible de la fuga provocada a media tarde del viernes.
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Hasta anoche eran 67 las personas que perdieron sus vidas y más de 76 sufrieron heridas en el estado mexicano de Hidalgo a raíz de la explosión de un gasoducto de la empresa estatal Pemex, a partir de una fuga que facilitaba el robo de combustible, lo que motivó ayer un operativo especial del gobierno en la zona y expresiones de solidaridad de varios países de la región.
El hecho, en la ciudad de Tlahuelilpan, se sumó a la larga lista de tragedias con decenas de víctimas mortales generados por el robo de combustible, una problemática que se agravó en los últimos años en el país y para cuyo combate el gobierno de Andrés Manuel López Obrador había anunciado un plan especial a fines de diciembre.
“El saldo que tenemos al momento de lo ocurrido en Tlahuelilpan es de 67 personas fallecidas y 76 heridas, que están siendo atendidas en distintos hospitales”, indicó el gobernador estatal, Omar Fayad.
Muchos de los heridos sufrieron graves quemaduras y todavía existían posibilidades de que se encuentren más cadáveres calcinados en las cercanías del oleoducto, donde centenares de personas se agruparon ayer para robar el combustible de la fuga provocada a media tarde del viernes.