Comenzó 2019 y desde el primer día los docentes universitarios recordaron a sus afiliados que continúan en plan de lucha por la recomposición salarial.
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Comenzó 2019 y desde el primer día los docentes universitarios recordaron a sus afiliados que continúan en plan de lucha por la recomposición salarial.
Desde la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Salta (Adiunsa) dijeron que sus sueldos ya vienen "perdiendo" poder adquisitivo frente a la suba generalizada de precios.
"El acuerdo salarial que firmaron las demás federaciones docentes consagró un incremento muy por debajo de la inflación, ubicándose entre las peores paritarias de 2018. Con la inflación de noviembre ya publicada (según el Indec fue de 3,2%), los precios subieron desde marzo un 38%; aún si en diciembre la variación del IPC bajara hasta el 2% (lo que suena más que improbable), la escalada de los precios en los 10 primeros meses de nuestra paritaria sumaría cerca del 41%. Frente a ese cuadro objetivo, los trabajadores docentes de las universidades nacionales recibimos un incremento de entre 22% y 26%. Los sueldos que más se retrasaron son los de quienes perciben adicional por zona desfavorable; en el caso de la UNSa, los y las docentes de las sedes de Orán y Tartagal", dijo un parte de prensa firmado por el secretario general, Jorge Ramírez.
Si tenemos en cuenta que la nueva paritaria comenzó a regir en marzo, para octubre del año pasado ya habían empatado el aumento salarial con la inflación. A partir de noviembre comenzaron a perder. El índice de inflación de noviembre fue 3,2%, con un diciembre siempre en alza y aún falta enero y febrero para llegar a la nueva paritaria. Estiman que podría superar el 15 por ciento la pérdida del salario. A eso hay que sumarle lo que vienen perdiendo desde 2017 donde no se activó la famosa cláusula gatillo que desde el año pasado se llama "instancia de revisión" cuya letra está tan borrosa que no se sabe si es vinculante.
Reunión
El próximo 16 de enero está prevista la instancia de revisión entre el Gobierno nacional y las representaciones sindicales; es posible que la convocatoria excluya a la Conadu Histórica, como "castigo" por no haber aceptado el acuerdo -considerado bochornoso- con el que se cerró el año pasado.
En cualquier caso, si esa instancia realmente tuviera por objetivo recomponer los sueldos según la inflación, el resultado debería ser un incremento del orden del 15 por ciento; y además debería blanquear la suma otorgada en noviembre, que es precisamente la que termina deteriorando especialmente a los haberes de quienes cobran adicional por zona desfavorable.
Ya hubo presentaciones por la exclusión de ese adicional en el cómputo por zona desfavorable, por ser violatorio del Convenio Colectivo de Trabajo y por desconocer el sentido con el que fue creado; en febrero desde Adiunsa ya adelantaron que impulsarán una presentación similar, esperando que las autoridades universitarias también acompañen este reclamo considerado legítimo.
"El calendario marca el fin de este período lectivo, signado por una de las luchas más masivas de la historia universitaria. Es momento de alzar las copas y los puños, preparándonos para actuar en unidad por las reivindicaciones comunes, recuperar el sentido de acción colectiva y hacer con nuestras manos un 2019 mejor para la Educación, para los y las trabajadores y -por ende- para nuestro país", afirma el documento.
Y esto viene así porque durante todo el año pasado hubo medidas de fuerza que culminaron con un paro total de actividades que duró casi un mes completo. Hubo también un alto acatamiento y la medida retrotrajo varios años atrás la memoria para recordar el nivel de enfrentamiento de la comunidad universitaria con las autoridades nacionales.
"Le debemos recordar todo eso a nuestros afiliados y saber que este año la lucha viene más dura", dijo el tesorero, Diego Maita.
Para cambiar sin equivalencias
El Sistema Nacional de Reconocimiento Académico posibilita que 362.200 estudiantes de 90 instituciones adheridas de todo el país puedan cursar trayectos de su carrera en distintas unidades académicas (facultades, universidades).
Esta iniciativa surgió desde el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología con el fin de promover que las universidades, de forma voluntaria, realicen acuerdos para reconocer los trayectos formativos de los estudiantes, con el objetivo de que puedan tener distintas alternativas en su recorrido universitario.
De esta manera, cualquier estudiante perteneciente a una de las 9 familias de carreras que forman parte del programa, puede solicitar el pase de universidad, en caso de retomar sus estudios, cambiar de carrera o institución; o realizar una movilidad temporaria.
En esta línea, el principal objetivo es que cada estudiante pueda transitar por el sistema de educación superior facilitándoles la movilidad, para que puedan aprovechar toda su diversidad y profundizar su experiencia de formación.
El secretario de Políticas Universitarias, Pablo Domenichini, explicó que se agregaron 8.000 nuevos potenciales beneficiarios del sistema: “Este año además de incorporar carreras reguladas como la Geología, el desafío fue trabajar con campos disciplinares no regulados como las licenciaturas y profesorados de Matemática y Física” y contó “nos propusimos dar un salto más hacia formaciones cada vez menos rígidas, y donde se favorezca la movilidad dentro del sistema universitario”.
Además la Secretaría presentó el libro “RTF: Reconocimiento de Trayectos Formativos en la Educación Superior. Una política de articulación del sistema para brindar más opciones de formación al estudiante”.
Se puede descargar el libro ingresando a http:/ /li brortf.siu.edu.ar