Los asaltos a mano armada en el departamento Orán continúan a la orden del día. En la última semana, entre la localidad de Pichanal y la ciudad de Orán, los delincuentes se apoderaron de una suma cercana de 2.000.000 de pesos en sucesivos golpes.
El último hecho ocurrió en la noche del 31 de diciembre cuando un carnicero fue despojado de 400.000 pesos en la puerta de su domicilio. Todo sucedió cuando el comerciante cerró su negocio ubicado cerca del centro de la ciudad y se dirigió con la recaudación del día a su domicilio en la calle Chaco entre Zárate y Yatasto. Cuando se aprestaba a descender del vehículo fue interceptado por dos motochorros y a punta de pistola le exigieron que les entregara el dinero.
Ante la decidida actitud de los delincuentes, el carnicero acató la orden. A pesar de obtener el dinero y de que el hombre no se resistió, los asaltantes efectuaron varios disparos intimidatorios contra el vehículo y la pared de la vivienda de la víctima. Luego se marcharon a toda velocidad y hasta ayer la Brigada de Investigadores no había podido ubicarlos.
Los investigadores sospechan que hubo un entregador, que los delincuentes contaban con información certera de que el comerciante de la carne había realizado importantes ventas y que llevaba consigo la recaudación. Con estos datos los motochorros, al parecer, montaron guardia cerca del domicilio del hombre y actuaron sobre seguro. La víctima declaró que los asaltantes demostraron un alto nivel de profesionalidad, que no le dieron tiempo para nada y por eso no atinó a reaccionar. Se supo que la policía se encuentra tras los pasos de dos sospechosos con las características fisonómicas que aportaron el damnificado y dos vecinos que observaron los movimientos previos de los maleantes en la zona.
Otros golpes
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Los asaltos a mano armada en el departamento Orán continúan a la orden del día. En la última semana, entre la localidad de Pichanal y la ciudad de Orán, los delincuentes se apoderaron de una suma cercana de 2.000.000 de pesos en sucesivos golpes.
El último hecho ocurrió en la noche del 31 de diciembre cuando un carnicero fue despojado de 400.000 pesos en la puerta de su domicilio. Todo sucedió cuando el comerciante cerró su negocio ubicado cerca del centro de la ciudad y se dirigió con la recaudación del día a su domicilio en la calle Chaco entre Zárate y Yatasto. Cuando se aprestaba a descender del vehículo fue interceptado por dos motochorros y a punta de pistola le exigieron que les entregara el dinero.
Ante la decidida actitud de los delincuentes, el carnicero acató la orden. A pesar de obtener el dinero y de que el hombre no se resistió, los asaltantes efectuaron varios disparos intimidatorios contra el vehículo y la pared de la vivienda de la víctima. Luego se marcharon a toda velocidad y hasta ayer la Brigada de Investigadores no había podido ubicarlos.
Los investigadores sospechan que hubo un entregador, que los delincuentes contaban con información certera de que el comerciante de la carne había realizado importantes ventas y que llevaba consigo la recaudación. Con estos datos los motochorros, al parecer, montaron guardia cerca del domicilio del hombre y actuaron sobre seguro. La víctima declaró que los asaltantes demostraron un alto nivel de profesionalidad, que no le dieron tiempo para nada y por eso no atinó a reaccionar. Se supo que la policía se encuentra tras los pasos de dos sospechosos con las características fisonómicas que aportaron el damnificado y dos vecinos que observaron los movimientos previos de los maleantes en la zona.
Otros golpes
La ola de asaltos en el departamento norteño comenzó el miércoles 26 en el barrio Nueva Jerusalén de la localidad de Pichanal. Ocurrió en horas del mediodía cuando un cobrador de una empresa frigorífica llegó a una carnicería. Apenas el hombre descendió de su vehículo fue interceptado por dos motochorros armados. Tras amenazarlo de muerte lo despojaron del maletín donde llevaba 623.000 pesos, producto del cobro de las reses de carne en otros negocios del rubro en el pueblo. Pese a que el caso fue denunciado de inmediato a la Policía local, los asaltantes no pudieron ser apresados. Trascendió que con los datos aportados por testigos los motochorros ya estarían identificados.
Al día siguiente, en la misma localidad, dos delincuentes robaron 500.000 pesos de un camión de reparto de mercadería. En este caso los ladrones aprovecharon un descuido de los dos empleados para apoderarse del botín. Mientras uno de ellos ingresó a un negocio ubicado en la esquina de las calles Rivadavia y Las Paltas, el otro se trepó a la caja para descargar la mercadería. Esta circunstancia fue aprovechada por los descuidistas para abrir la puerta de la cabina y sustraer el dinero. Según vecinos, los maleantes huyeron en una moto.
El sábado a la madrugada, personas desconocidas ingresaron a las oficinas de una frutícola ubicada en el centro de la ciudad de Orán y sustrajeron 300.000 pesos. Los ladrones violentaron una puerta y se apoderaron del botín que estaba en una caja fuerte de la gerencia.
Demasiada impunidad
La sucesión de robos y asaltos a mano armada se multiplicaron a mediados del año pasado. Lo que llama la atención de los vecinos del departamento Orán es la impunidad con que se mueven los delincuentes para cometer los atracos a cualquier hora.