Estela tiene tan solo 17 años y ya puede relatar cómo se vive con derechos cercenados. Su voz adolescente aglutina indignación, compromiso, rabia, esperanza y destierro. Cada vez que se entera de las noticias de su Caracas natal le brota una profunda desolación. Hoy observa todo a casi 6.000 kilómetros de distancia.
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Estela tiene tan solo 17 años y ya puede relatar cómo se vive con derechos cercenados. Su voz adolescente aglutina indignación, compromiso, rabia, esperanza y destierro. Cada vez que se entera de las noticias de su Caracas natal le brota una profunda desolación. Hoy observa todo a casi 6.000 kilómetros de distancia.
En agosto del 2018 siguió a su papá, Ernesto Delfín Méndez. Tomó sus bolsos, se despidió de sus amigos y huyó hacia Argentina. Ella misma cuenta que escapó de su país por la "falta de comida, insumos médicos y la falta de libertad de expresión". "No hay nada en mi país", apuntó.
Estela y otros venezolanos que eligieron a la Argentina y, en particular, a Salta como una especie de "tierra prometida", se manifestarán esta tarde a las 19 en la plaza 9 de Julio contra el gobierno de Nicolás Maduro. Lo responsabilizan por el caos y la crisis política que vive Venezuela.
"Manifestación mundial en apoyo Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela", reza el mensaje que circuló entre los venezolanos que residen en la capital salteña.
El 13 de enero Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, fue detenido mientras viajaba por una autopista. El hecho tensó el clima político y desde el gobierno de Maduro trataron de poner paños fríos al admitir que fue "un grupo de funcionarios" que actuó "de manera irregular" y a los que aplicará "sanciones disciplinarias bien severas".
"Invitamos a todos los venezolanos que están en esta ciudad a que se sumen a esta manifestación. Queremos que haya un cambio en Venezuela, que termine el régimen de Maduro, que tanto mal le hizo a mi país", exclamó Estela.
"Maduro usurpa el poder. Necesitamos apoyo internacional. Queremos la ayuda del presidente Mauricio Macri y de otros mandatarios de la región", manifestó la adolescente.
La vida en Salta
Estela se acostumbra a la nueva vida en el barrio Bulogne Sur Mer, en la zona este de la capital salteña. En Caracas estaba en la Academia Militar y ahora se anotó en la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). Para subsistir realiza trabajos domésticos.
La joven prefiere empezar de cero, por todas las restricciones que hay en Caracas.
Además de su padre, Estela llegó con su sobrino, Andrés, de seis años. Aunque su acento no lo devele, los Méndez tienen raíces argentinas, pero el amor por Venezuela, dicen, es absoluto.
Changas
Ernesto Delfín Méndez, padre de Estela, también logra juntar dinero a través de changas que le salen de vez en cuando, como algunos trabajos de herrería. Es argentino pero vivió casi 45 años en Venezuela. Ahora tiene 73 y para él una jubilación es una utopía.
"Hace unas décadas me tuve que ir de la Argentina por cuestiones políticas y ahora tuve que regresar porque las cosas están muy mal allá. La indigencia está a la orden del día, nuestros sueldos son dos dólares", lamentó Méndez.
Ernesto tiene cuatro hijos. Una quedó en Venezuela pero esperan que abandone Caracas en meses y llegue a Salta. Estela es la más chica. Otra hija es abogada, estuvo en la capital salteña pero viajó a trabajar a Panamá. Otro Méndez es geólogo y vive en Mendoza.
"Ahora estoy aquí, sufriendo, intentando volver a empezar pero no sale nada que me garantice una tranquilidad económica", comentó Ernesto.
"No soy de aquí ni de allá. En la época negra, en los setenta, tuve que salir del país, hoy vuelvo con mucho dolor", reflexionó Ernesto.
El día a día
En los últimos meses Salta recibió un importante cantidad de familias venezolanas que buscan mejores oportunidades, tras la crisis que azota al país que preside Nicolás Maduro.
Los Méndez trajeron camisetas con los colores venezolanos que usan de manera cotidiana. Según los datos de la Dirección Nacional de Migraciones, en 2017 se autorizaron 48 radicaciones entre permanentes y temporales en la provincia. En 2016, en tanto, se habían otorgado 10 permisos. A julio de 2018 ya llegaban a 38.
A nivel nacional los ingresos de ciudadanos de ese país entre 2016 y 2017 crecieron un 142 por ciento. "Somos casi 150 personas las que llegamos en los últimos años por la crisis que generó Maduro", apuntó Estela Méndez.
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