El 18 de octubre de 2018 se evaluó en Lengua y Matemática a los alumnos de todas las escuelas de educación primaria del país. Con imágenes de un video tomado con un celular ese día, referentes sindicales denunciaron una grave situación de violencia.
inicia sesión o regístrate.
El 18 de octubre de 2018 se evaluó en Lengua y Matemática a los alumnos de todas las escuelas de educación primaria del país. Con imágenes de un video tomado con un celular ese día, referentes sindicales denunciaron una grave situación de violencia.
De acuerdo a lo que se observa en las imágenes, en la escuela 4.565 Padre Antonio Mallea, ubicada en la localidad de Pastos Grandes, en el departamento de Los Andes, una niña de sexto grado no comprendía alguna de las consignas en esa jornada.
Una docente intenta explicarle, pero, ante la falta de respuesta de la niña, que estaba prácticamente bloqueada, se ofusca y le da un golpe en la frente y luego un coscorrón.
Según se sostiene en la denuncia del Sindicato de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Salta (Sitepsa), se trata de la propia directora del establecimiento, que además sería cacique criolla de la comunidad coya.
El escrito que presentó Sitepsa ante el Ministerio de Educación local en noviembre pasado asegura que, durante el operativo de evaluación a los alumnos Aprender, la directora ingresó al aula y, mientras le dictaba las respuestas a los alumnos, cosa que no se podía hacer, también los destrataba física y psicológicamente.
Estos hechos de "violencia" fueron advertidos al gremio por docentes que trabajan en la institución pero que pidieron reservar su identidad por miedo a represalias. Aseguran que la directora somete a destrato y coacción a los alumnos "y se dirige a ellos con insultos y expresiones denostativas , tratándolos de tontos o pobres, entre otras cosas".
"Constantemente exige silencio bajo amenazas", agrega la denuncia.
Por otra parte, siempre según los docentes, los alumnos consumen "mercadería vencida". También se denunció que la directora exige a los maestros que se albergan en la escuela que paguen 500 pesos por cama y comida al mes, cuando los gastos están cubiertos por el Estado.
“Tarifas por el albergue”
“En efecto, la nombrada directora exige el pago de 500 pesos mensuales por cada docente que duerme en dependencias de la escuela y por la comida. Estas tarifas no encuentran respaldo alguno en normativa reglamentaria y no se otorga recibo por tales pagos”, describe la denuncia de Sitepsa.
Los docentes aseguran que, de manera arbitraria, la directora se niega a darles llaves para que puedan guardar sus pertenencias.
Además, en la escuela se violaría lo dispuesto en el decreto provincial 14/91 referido a la carga horaria de los educadores, ya que se impone a los maestros la obligación de cumplir horas extra sin que se haga efectivo el pago correspondiente.