¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
29 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Sin educación sexual no habrá solución

Lunes, 07 de enero de 2019 00:00

Para el Observatorio y para cualquier persona con sensibilidad social, es alentador que se haya reducido el número de víctimas respecto a 2017, pero gravísimo que se sigan asesinando mujeres, por el hecho de ser mujeres.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Para el Observatorio y para cualquier persona con sensibilidad social, es alentador que se haya reducido el número de víctimas respecto a 2017, pero gravísimo que se sigan asesinando mujeres, por el hecho de ser mujeres.

La violencia de género es una forma de dominación y cada femicidio es un crimen y no un drama pasional, como antes se lo denominaba y, en cierto modo, se lo minimizaba, cuando no se lo naturalizaba.

"Matar por amor o por celos" no es fruto de una pasión, sino de una pretensión de posesión absoluta del cuerpo, la conciencia, los sentimientos y la vida misma de la mujer. Una aberración alimentada por estereotipos morales y conductuales inherentes a una sociedad patriarcal que ya es anacrónica e insostenible.

Pero el asesinato de una mujer es la violencia extrema. En la intimidad de las parejas se multiplican los actos de sometimiento que van desde la imposición de obligaciones para la mujer, la prescindencia de su vocación y sus deseos, los golpes y, también, las privaciones económicas, por lo que detrás de cada femicidio hay múltiples violencias hacia las mujeres.

El patriarcado es transversal en todas las relaciones humanas, siendo los varones quienes reproducen este sistema de dominación.

Por eso, entre otras decisiones de políticas públicas, es imprescindible que se instrumente la educación sexual integral en los colegios públicos y privados, para una educación igualitaria entre el varón y la mujer.

Deconstruir el amor romántico en la adolescencia. La relación entre las personas debe excluir la cosificación del ser humano y su reducción a objeto sexual y reproductivo.

La resistencia a la educación sexual integral no tiene otra justificación que el miedo masculino a la pérdida de privilegios de género.

Hoy, esa necesidad se ha potenciado y vuela más urgente, porque las redes sociales están presentes en la vida de las/os niñas/os y son aprovechadas por pedófilos que cuentan a su favor con que se trata de tecnologías que pocos padres controlan.

Prevención

Además de la educación sexual integral, es imprescindible seguir adelante con las campañas preventivas, con perspectiva de género pueblo por pueblo y barrio por barrio. Campañas que no solo dan la oportunidad de enseñar, sino y sobre todo de escuchar y aprender de la gente.

No basta con reunir datos cuantitativos sobre femicidios sino sobre todo analizar las causas del fenómeno, que es la punta del témpano de la violencia generalizada y cotidiana hacia las mujeres.

Así, se revela en cada femicidio la asimetría desigual de poder hacia las mujeres que existe en nuestra sociedad.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD