Desde la pequeña capilla de Santa Rosa de Lima, patrona del pueblo formoseño de El Chorro, el domingo familiares y amigos de Sandra Silvia Palomo marcharon para pedir justicia por el feroz crimen, además de clamar para que los cinco imputados -tres menores y dos mayores- entre otros, sean condenados. El grupo de personas entre chicos y grandes se dirigió por la misma calle a la casa de la víctima, caminaron en silencio hasta que empezaron a sonar los violines y se escucharon las exclamaciones de justicia en el domicilio de Sandra. Luego regresaron a la capilla, donde iniciaron la novena de los difuntos, característica en el pueblo.
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Desde la pequeña capilla de Santa Rosa de Lima, patrona del pueblo formoseño de El Chorro, el domingo familiares y amigos de Sandra Silvia Palomo marcharon para pedir justicia por el feroz crimen, además de clamar para que los cinco imputados -tres menores y dos mayores- entre otros, sean condenados. El grupo de personas entre chicos y grandes se dirigió por la misma calle a la casa de la víctima, caminaron en silencio hasta que empezaron a sonar los violines y se escucharon las exclamaciones de justicia en el domicilio de Sandra. Luego regresaron a la capilla, donde iniciaron la novena de los difuntos, característica en el pueblo.
El cruento asesinato de la docente formoseña hace un mes y medio en esta capital estremeció a la sociedad salteña y también a quienes conocían y muy bien a la víctima en el pueblo de El Chorro, de donde era oriunda. La familia dio a conocer un comunicado explicando los motivos de la marcha: "El pedido de justicia tiende a que por su inesperado y espantoso crimen sean condenados todos los responsables y no solamente quienes están detenidos en este momento", señala parte de la proclama.
"Si los que tienen a su cargo este caso se limitan a cerrar un número, lejos estarían de hacer efectivo el valor justicia, investigando y condenando en base a la verdad de todo lo ocurrido, que es lo mínimo que espera la sociedad. Otorgar la libertad a los menores detenidos sería un acto aberrante y un golpe mortal al avance de la investigación, por la extrema crueldad y desprecio por la vida demostrada por quienes participaron del crimen de Sandra, dejando potencialmente en peligro a todas las personas que circulan por esta querida ciudad -Salta-, en la que pocas veces se vio algo así, sobre todo en el lugar en que se cometió: el subsuelo de un supermercado de Tres Cerritos", finaliza el comunicado.
Sandra Palomo
Hace 53 años Sandra Silvia Palomo había nacido en el poblado de El Chorro, al oeste de Formosa, lugar donde el domingo la gente le rindió un sentido homenaje. Antes, el sábado, se realizó el sepelio de la víctima. En esa localidad la malograda mujer ejerció la docencia como maestra jardinera hasta jubilarse a comienzos de este año.
Tras el deber cumplido con creces en el universo docente, la mujer había decidido afincarse definitivamente en Salta capital, donde ya vivían sus hijos (18, 22 y 25 años), nietos, marido, madre, hermana y varios familiares más. "Con su dulce y bondadoso corazón de maestra jardinera se dedicó a su familia, sus alumnos y grupo de trabajo. También participó activamente en cada evento comunitario de su pueblo", reza otra parte del comunicado que su familia le acercó a El Tribuno.
El hecho
Hace cuarenta y cinco días el cuerpo totalmente flagelado entre puñaladas (cuchillo) y golpes de distinto tipo fue hallado en el barrio Don Emilio, en inmediaciones del río Arenales. La mujer había salido el día anterior, sábado 31 de agosto, antes del mediodía, a bordo de una camioneta Toyota Hilux color gris. Realizo algunas compras hasta que ingresó con el vehículo al subsuelo del supermercado Vea que se encuentra en el barrio Tres Cerritos. El asesino, de solo 15 años, esperaba por su víctima.
De las 16 cámaras que posee el mencionado supermercado, justo la del subsuelo estaba sin funcionar en el momento del despiadado crimen. A raíz de esto último es que la fiscal a cargo de la causa, Luján Sodero Calvet, sostiene varias teorías con relación al accionar del principal sospechoso, un menor de 15 años imputado por el delito de homicidio calificado por alevosía y ensañamiento, en cuanto a ultimar a la docente solo o con alguien más. Se presume que en ese momento el joven criminal apuñaló a la mujer, la ubicó abajo del lado del acompañante, y salió del lugar conduciendo la camioneta.
El domingo 1 de septiembre el cuerpo de Sandra Palomo fue hallado en inmediaciones del río Arenales, en horas de la mañana. Tras la detención del joven de 15 años, la fiscal mandó a detener a otros dos menores de 17 años y dos jóvenes de 18 y 19, a quienes imputó como "partícipes necesarios" del violento asesinato.