Anahí Flores, de 22 años, estaba sentada en una de las aulas del Sistema Virtual de Formación a Distancia (SVFD) 9002 de barrio El Huaico, en el norte de la ciudad. Hacía tareas en una notebook de la escuela porque en su casa de la zona sudeste no tiene. Por eso casi todas las semanas directamente prefiere irse hasta allá.
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Anahí Flores, de 22 años, estaba sentada en una de las aulas del Sistema Virtual de Formación a Distancia (SVFD) 9002 de barrio El Huaico, en el norte de la ciudad. Hacía tareas en una notebook de la escuela porque en su casa de la zona sudeste no tiene. Por eso casi todas las semanas directamente prefiere irse hasta allá.
Anahí está en el quinto módulo y calcula que entre mayo-junio del próximo año terminará por fin su secundaria. Antes estudiaba en la escuela Fe y Alegría, de barrio Solidaridad, y cuando se quedó de curso en tercer año abandonó. Hace un año y medio decidió retomar sus estudios por internet y le va muy bien.
"Estoy ansiosa por terminar, acá aprendí más, siento que te explican mejor las materias, puedo usar la computadora, los profesores tienen mucha paciencia, la enseñanza es como más personalizada", dijo la joven.
El SVFD funciona en Salta desde el 22 de octubre de 2002. Desde entonces ya egresaron más de 2.500 jóvenes y adultos, destacó la coordinadora general, Adriana Saravia.
Agregó que en la actualidad 2.290 estudiantes cursan en la virtualidad con este sistema y 125 a través del Programa de Culminación de Estudios Secundarios a Distancia (Procesad), a cargo de ella también. Este último programa existe desde 1989 y está destinado a aquellos alumnos que culminaron su secundario pero adeudan materias.
En el flamante establecimiento de zona norte trabajan 38 docentes y 24 facilitadores pedagógicos, además de los referentes en las 43 subsedes de la provincia. De estas, 26 están en el interior, en diferentes municipios. Las restantes son de convenios, por lo general en la capital salteña con la Municipalidad de la Ciudad, los gremios UPCN y ATE, diferentes fundaciones y empresas privadas. "A través de los convenios logramos que la gente tenga gratuitamente acceso a internet y a una computadora", puntualizó Saravia, citando ejemplos como Massalin Particulares y Aguas del Norte.
No obstante, aclaró: "Los alumnos por convenios son nuestros alumnos. Inician en determinado lugar pero son nuestros alumnos, solo nosotros podemos emitir certificación".
Los profesores están en la sede central. La comunicación con sus alumnos puede ser en línea o darse en distintos momentos. El horario de atención es de 8 a 20.30, la idea es que siempre haya alguien que dé respuestas, ya sea en un tema administrativo o en su materia.
Adriana Saravia manifestó que la deserción en jóvenes y adultos en el sistema presencial es alta, pero la deserción de jóvenes y adultos en la educación a distancia es aún más alta. "Es del 30 por ciento, muchos se anotan pero después ni siquiera inician el cursado o abandonan en los primeros dos módulos", señaló.
Para la funcionaria provincial la razón principal es "la falta de tiempo", si bien se tiene la posibilidad de estudiar en cualquier momento y lugar, distinto a una escuela común donde se debe cumplir horario, sin embargo, hay quienes priorizan su trabajo o diferentes situaciones de la vida cotidiana.
"Hay mucho mito, se cree que la educación a distancia no se estudia como en la instancia presencial, y sí se estudia", contó Saravia, indicando otro factor que también incide en el abandono: cuando el estudiante no logra familiarizarse con la plataforma.
La secundaria virtual está compuesta por seis módulos, ofrece dos orientaciones: una es Economía y Administración y la otra es Turismo. Los seis módulos se pueden hacer en dos años y medio o tres.
Tienen aulas en el primer módulo con 300 alumnos, dos tercios aproximadamente ingresan desde cero, pero sí se reconocen trayectorias escolares, hay una comisión evaluadora que analiza la documentación que el alumno presenta.
Los módulos están compuestos por cinco campos de contenido cada uno: lengua, matemática, ciencias sociales, naturales y formación para el trabajo. Según el módulo, varía la cantidad de materias, por ejemplo: formación para el trabajo son más materias.
Desafíos
La coordinadora de Educación Virtual manifestó su deseo de que la primaria a distancia y el nivel superior también a distancia se hagan realidad en Salta. "Los alumnos que se reciben con nosotros piden muchísimo qué pueden seguir estudiando a distancia. Por eso nos encantaría poder brindar ese servicio", dijo.
También marcó como desafío el poder tener mayor cantidad de docentes y personal de atención al público. "Hay aulas con 300 alumnos en los dos primeros módulos. Lo ideal sería poder nombrar docentes para esos alumnos y que tengan mayor contención", precisó. Para Saravia, el Sistema Virtual es "la inclusión hecha realidad. Una señora me dijo: "Me jubilé la semana pasada y quiero terminar el secundario porque es una cuenta pendiente conmigo", y ella en su vida había prendido una computadora y salió aprendiendo un montón de cosas. Es perder el miedo".
Cambios en primera persona
Dos docentes y un colaborador cuentan cómo es el trabajo que realizan.
El sistema propone un giro en la educación. Corbalán
Natalia Maigua, profesora de Educación Especial, contó su experiencia. “Estoy muy feliz por ellos porque a pesar de su patología se esforzaron mucho por culminar el sistema virtual. Sí les costó, pero en Anidar tenemos un equipo interdisciplinario que trabaja en conjunto con la escuela para ayudarlos a culminar su secundaria”. Los chicos con discapacidad que se recibieron son Ana Rodríguez, Leonardo Riveros y Pablo Cortés de 28, 21 y 24 años. Los tres tienen retraso mental moderado.
Carlos Véliz, profesor de Ciencias Económicas, recordó cuando el sistema virtual nació como un sistema modular a distancia, donde se preparaban cartillas para los estudiantes, por eso no puede dejar de emocionarse al ver hoy, en medio del problema social que atraviesa la sociedad, a chicos inmunodepresivos, ciegos sordomudos, down que logran alcanzar su título secundario a través de la virtualidad.
Javier Crespo, facilitador, acompaña a los alumnos tanto en la parte pedagógica como técnica (con la plataforma) y a los docentes, también tuvo la posibilidad de ver a muchos recibirse después de tantos intentos en el sistema común, o a extranjeros, por ejemplo, como una ciudadana coreana con estudios universitarios, que cursó desde cero la secundaria virtual en Salta. “Viendo lo que pasaba en el mundo con el uso de la tecnología nos anticipamos, con el tema de la globalización, realmente pasamos muchos cambios”, dijo.