En el populoso barrio Ramón Abdala, por la calle La Viña y Chicoana, unos pocos metros hacia el fondo existe un enorme zanjón que debería funcionar como un canal de desage, pero al no tener la infraestructura necesaria se convirtió en un profundo y ancho socavón.
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En el populoso barrio Ramón Abdala, por la calle La Viña y Chicoana, unos pocos metros hacia el fondo existe un enorme zanjón que debería funcionar como un canal de desage, pero al no tener la infraestructura necesaria se convirtió en un profundo y ancho socavón.
Alrededor del mismo viven unas diez familias que están prácticamente al borde del abismo. Cabe señalar que ya se cayó una niña, y se fracturó el fémur.
Atrás del zanjón ya hay monte, lo que trae aparejado la presencia de gran cantidad de víboras y ratas, tema que ya es de vieja data, de acuerdo a los numerosos recorridos de El Tribuno por la zona.
Sumado a eso, en el socavón también hay aguas estancadas y podridas, lo que propicia la proliferación de todo tipo de alimañas.
Ana Salas, tía de la niña que sufrió el accidente meses atrás, es una de las vecinas que vive en el lugar, al borde del enorme zanjón, y cansada de hacer reclamos sin que le dieran solución acudió a El Tribuno para visibilizar la problemática. "El problema que tenemos con este zanjón es que encima que se va desmoronando ahora se convirtió en un basural, a pesar de que el recolector pasa todos los días, lo que deja en evidencia que es un problema cultural", manifestó.
"Encima este zanjón desbordó durante las últimas lluvias que hemos tenido a principio de año, y a partir de ahí se fueron acumulando las aguas, por eso hay ese olor", dijo la vecina.
Sin solución
La señora también manifestó su descontento por la falta de solución, "fuimos muchas veces a la Dirección de Obras Públicas y le hemos planteado la situación al director Fermín Fernández, y hasta el día de hoy no nos dio solución de nada, también quedó en mandarnos un cartel que prohíba arrojar basura, y tampoco lo mandó, fuimos varias veces y su secretaria nos decía que ya lo mandaba, pero nunca mandó nada", dijo hastiada.
"Ya la verdad que no sé adónde más tenemos que acudir o dirigirnos para que vengan a ver, porque acá hay muchos niños y esto es preocupante, ya se cayó mi sobrina y se fracturó el fémur, esto es un peligro en todos los sentidos, aparte de los chicos que hay también esas aguas estancadas atraen a muchos mosquitos, y no sabemos si puede haber dengue o zica, es agua podrida, realmente es un peligro", insistió.
"Un zanjón en medio de otro"
Aunque suene insólito, se realizó para paliar la problemática de las inundaciones un zanjón en medio del zanjón gigante; respecto a eso la vecina planteó: "Lo único que queremos es una solución, pero que sea definitiva, porque ese zanjón nuevo que hicieron ahí adentro cada vez que llueve rebalsa y toda el agua se viene para acá", dijo señalando el borde del precipicio donde están ubicadas las viviendas.
Finalmente la mujer también hizo alusión a las alimañas que rodean la zona, "sería bueno que la solución llegue y rápido, porque encima de todo también tenemos que luchar con las víboras, los vecinos mataron varias, y los grandes ratones que aparecen por la basura que arrojan indiscriminadamente algunos vecinos indolentes, así como arañas enormes que sales de los yuyales".