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“Yo quiero un puente” centra su esperanza en el nuevo gobierno

La fundación Resilient pide hace 2 años un puente seguro para el paraje La Media Luna. El pedido se hizo en Change.org y logró presupuesto nacional, pero hubo desmanejo. 
Domingo, 17 de noviembre de 2019 00:25

En marzo de 2018 contamos en este diario que desde Córdoba, la fundación Resilient luchaba por un puente para el paraje La Media Luna, donde viven unas 50 familias, a 130 kilómetros del municipio de Embarcación, en pleno Chaco salteño. Como siempre, la crecida del Bermejo ese verano también los inundó a ellos. Aunque la población más cercana de esta comunidad wichi es Fortín Dragones, a 25 kilómetros, el colapso de un puente precario y las huellas indomables de monte cubiertas de agua no dejaron pasar ni a los vehículos doble tracción. Solo a caballo llegaron hasta ahí algunos baquianos para socorrer a los vecinos, para acercarles agua y víveres. Casi todos los años son cuatro y hasta cinco los meses en los que la comunidad queda aislada por las intensas lluvias, incomunicada del resto de Salta. Después de un verano pasado por agua, los vecinos de La Media Luna seguían en mayo del año pasado con sus perros pelados por la sarna, con sus ropas húmedas y los pies embarrados, sin esperanzas de que la corriente zaina del Bermejo les perdone la existencia. Todavía duele recordar al adolescente Diego Vázquez, de 16 años, cuyo cuerpo fue hallado tras caerse del puente y ahogarse. “No quiero más muertes, ni accidentes que pudieron y debieron evitarse”, dijo Marcela Cantero, de la Fundación Resilient, sensibilizada con la dramática situación de la comunidad wichi de La Media Luna, que amadrina desde 2012. 

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En marzo de 2018 contamos en este diario que desde Córdoba, la fundación Resilient luchaba por un puente para el paraje La Media Luna, donde viven unas 50 familias, a 130 kilómetros del municipio de Embarcación, en pleno Chaco salteño. Como siempre, la crecida del Bermejo ese verano también los inundó a ellos. Aunque la población más cercana de esta comunidad wichi es Fortín Dragones, a 25 kilómetros, el colapso de un puente precario y las huellas indomables de monte cubiertas de agua no dejaron pasar ni a los vehículos doble tracción. Solo a caballo llegaron hasta ahí algunos baquianos para socorrer a los vecinos, para acercarles agua y víveres. Casi todos los años son cuatro y hasta cinco los meses en los que la comunidad queda aislada por las intensas lluvias, incomunicada del resto de Salta. Después de un verano pasado por agua, los vecinos de La Media Luna seguían en mayo del año pasado con sus perros pelados por la sarna, con sus ropas húmedas y los pies embarrados, sin esperanzas de que la corriente zaina del Bermejo les perdone la existencia. Todavía duele recordar al adolescente Diego Vázquez, de 16 años, cuyo cuerpo fue hallado tras caerse del puente y ahogarse. “No quiero más muertes, ni accidentes que pudieron y debieron evitarse”, dijo Marcela Cantero, de la Fundación Resilient, sensibilizada con la dramática situación de la comunidad wichi de La Media Luna, que amadrina desde 2012. 

Entonces juntó firmas a través de Change.org, la plataforma de peticiones más grande del planeta y logró presupuesto nacional para hacer un nuevo puente, seguro para el tránsito de la comunidad de La Media Luna y muchas otras. Porque por ese puente pasan los docentes de la Escuela La Mora a 25 km al sur del puente; Escuela Nº 4.757, a 21 km del puente; Escuela La Emboscada, a 34 km al oeste del puente, y la Escuela La Paz, a 59 km del puente. Además pasan por ahí los miembros de las comunidades wichis y de más de 50 puestos de criollos. Hoy el pedido “Yo quiero un puente” tiene 170 mil firmas en Change.org y va por las 200 mil. 

La ministra Cruz en el peligroso puente de la Media Luna antes de ser refaccionado.

Marcela Cantero recordó lo peor de la historia trunca de este puente: “Cuando llegamos a las 70.000 firmas llevé la lista de firmantes a Casa Rosada y asignaron $300.000 para arreglar el puente a mediados del año 2018. El dinero salió del Fondo Nacional para afrontar Desastres Naturales. Esa asignación la logramos entre todos. Lo triste es que el dinero fue asignado al Gobierno de la Provincia de Salta y éste lo derivó a la intendencia más cercana al puente que es la de Embarcación cuyo intendente, Alfredo Llaya, no llamó a licitación para la compra de materiales, compró materiales usados y no compró ni una bolsa de cemento para hacer los empotramientos de las bases, es decir que está todo atado con alambres, se gastó todo el dinero y más, porque dijo que el puente le costó $500.000. Además talaron todos los árboles de la zona. Este hecho se denunció inmediatamente. Un desastre.

Sin vergüenza alguna malgastaron el dinero otorgado por la Nación poniendo en riesgo la vida de los niños”.

Las irregularidades en la construcción del puente y los números que mostró Llaya dieron origen a un escándalo del que se hicieron eco los medios nacionales. Pero nada hizo que arreglaran el puente para que los vecinos tengan un acceso digno y seguro.

Por eso, el pasado lunes 11, después del revés electoral que tuvo Llaya tras 20 años al mando de la comuna, Marcela Cantero expresó: “Llegó a su fin la pésima gestión del intendente de Embarcación. Espero que nos devuelva la plata del puente y que pague el daño ambiental por la tala de árboles. Ya estoy pidiendo audiencia con el gobernador electo Sáenz y atenta al anuncio de su gabinete para iniciar un nuevo pedido al futuro Ministro de Obras Públicas salteño. Seguimos pidiendo un puente seguro para los niños de La Media Luna”.

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