Nacido un 31 de julio de 1934 en Salta, Marcos Zeitune se caracterizó por ganarse el respeto y el cariño de su comunidad sin dejar de cultivar nunca el bajo perfil. Su figura estará siempre asociada a la de un negocio con nombre propio que significa mucho para las familias salteñas: la Tienda San Juan.
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Nacido un 31 de julio de 1934 en Salta, Marcos Zeitune se caracterizó por ganarse el respeto y el cariño de su comunidad sin dejar de cultivar nunca el bajo perfil. Su figura estará siempre asociada a la de un negocio con nombre propio que significa mucho para las familias salteñas: la Tienda San Juan.
Estuvo activo hasta hace poco tiempo y falleció el jueves 31 de octubre. Ayer lo despidieron amigos, familiares y empleados que lo recordarán ocupándose de que todo funcionara bien en la mítica esquina de la peatonal Alberdi y Caseros, en el corazón del centro salteño.
Marcos Zeitune dedicó gran parte de sus días a la siempre ajetreada Tienda San Juan, fundada por su padre José Simón, un inmigrante libanés que llegó con apenas 9 años.
De la mano de esta familia, el negocio pudo superar todas las crisis de la oscilante economía argentina y se adaptó a cada cambio de época para ubicarse entre los más antiguos de la ciudad.
Una comunión, un casamiento, el inicio de clases, la llegada del frío, la temporada de pileta, una mudanza, un regalo... El negocio se fue convirtiendo de a poco en el lugar conocido como aquel al que se puede recurrir en busca de una solución para cada ocasión y eso lo ubicó entre los espacios más populares y reconocidos en la provincia.
Historia
Aún en los momentos difíciles, Marcos Zeitune abrazó la idea de mantener las puertas siempre abiertas por la familia que conforman desde hace décadas los trabajadores de la tienda, por las decenas de historias que tejió el tiempo detrás de las vidrieras de esta empresa con sello salteño.
Fue una persona que tenía contacto directo y constante con los empleados y no era ajeno a sus inquietudes. Muchos de ellos se acercaron a acompañar ayer la familia en la despedida.
En paralelo a su actividad empresaria, tuvo dos hijos y desarrolló un rol activo y destacado en su comunidad religiosa. “Fue un referente que marcó pautas que van a perdurar. Era del tipo de personas que dan para que otras puedan tener un mejor pasar”, dijo ayer Jorge Banchik, de la Asociación Alianza Israelita.
También definió a Zeitune como alguien que entregaba constantes ejemplos. “Se preocupaba por estar presente cada vez que hacía falta y hacía las cosas de corazón, porque estaban bien... era simplemente una buena persona”.
Principios
“Era un hombre solidario, de principios, una persona digna, respetuosa y solidaria”, expresó Osvaldo Camisar, un amigo que siempre va a recordar el café que compartían en el centro cada vez que se presentaba la oportunidad.
Camisar, abogado y exlegislador, destacó a Marcos Zeitune por su importante rol en la comunidad y sus ganas de ayudar anónimamente, sin esperar nada a cambio.
Lo recordó como un salteño generoso, atento a lo que necesitaban los que estaban a su alrededor y dijo que llevaba una vida austera. “Una persona de bien”, son las palabras que Camisar consideró las más justas para describirlo.
Luego del velatorio en Pieve, los restos de Marcos Zeitune fueron inhumados ayer en el Cementerio Israelita.