Cientos de sillas, mesas y pupitres que estaban apilados en un depósito fueron recuperados, quedaron como nuevos y podrán seguir siendo útiles para los niños de la escuela Coronel Vicente de Uriburu, de Tartagal.
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Cientos de sillas, mesas y pupitres que estaban apilados en un depósito fueron recuperados, quedaron como nuevos y podrán seguir siendo útiles para los niños de la escuela Coronel Vicente de Uriburu, de Tartagal.
El beneficio solidario se logró cuando por dos días consecutivos, chicos que asisten a la escuela de educación técnica OEA, junto a varios profesores, pusieron manos a la obra para actuar en bien de su comunidad.
Como ya es sabido, los estudiantes y el personal docente de la escuela OEA realiza trabajos de este tipo a lo largo de todo el año. "Si entre las escuelas públicas no nos ayudamos y somos solidarios estamos en problemas", consideró el profesor Normando Villagra, director de la establecimiento con orientación técnica.
"Hace algún tiempo, la directora de la escuela Coronel Vicente de Uriburu, que conoce del trabajo que hacemos en las escuelas donde más lo necesitan, nos pidió que hiciéramos la reparación de sillas y mesas para la cual la cooperadora escolar compró todos los materiales necesarios y a nosotros nos tocaba solo ponernos a trabajar", detalló el docente.
"Los chicos, acompañados por algunos profesores que los fueron guiando en las labores, soldaron, remacharon, lijaron y pintaron las sillas y las mesas que quedaron flamantes, como nuevas, de manera que el próximo año la escuela Uriburu no va a tener más problemas con el tema de la falta de mobiliario para sus aulas", explicó el director con relación al trabajo de los alumnos que se extendió por dos días consecutivos. Numerosas muestras de solidaridad van dando tanto los estudiantes como los docentes de la escuela OEA, y haciendo trabajos concretos los chicos ganan en confianza en su oficio.