Días atrás se desarrolló la última reunión del Consejo Federal de Seguridad Vial, integrado por los representantes de todas las provincias. Se hizo un balance en cuanto a los objetivos cumplidos desde 2016 y lo que aún falta por concretar en las diversas jurisdicciones y a nivel nacional.
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Días atrás se desarrolló la última reunión del Consejo Federal de Seguridad Vial, integrado por los representantes de todas las provincias. Se hizo un balance en cuanto a los objetivos cumplidos desde 2016 y lo que aún falta por concretar en las diversas jurisdicciones y a nivel nacional.
Del informe elaborado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial se desprendió un dato muy importante: Salta fue la provincia que más avanzó estos últimos años, y particularmente este 2019, en políticas específicas que concretaron logros inéditos.
Reducción en muertes
Lo más importante para resaltar es la reducción en los índices de mortalidad vial, o sea, la cantidad de fallecidos en hechos viales. El balance ya lo habían presentado la Agencia Provincial de Seguridad Vial y la Subsecretaría de Tránsito de la ciudad en el último encuentro anual del Consejo Provincial. A nivel provincia se pudo reducir en un 30% la cantidad de fallecidos en el primer semestre del año y hasta la fecha la expectativa es superior. En cuanto a la ciudad, se logró reducir en un 80% la mortalidad vial en el mismo período, y hasta la fecha alcanza el 56%.
Las cifras representan decenas de vidas que se salvaron, de allí que cada acción y política implementada mostró una eficiencia y utilidad únicas.
No se debe olvidar que cada vida salvada representa una familia, un proyecto que se concreta y la esperanza de que el proceso cultural que se necesita finalmente está sucediendo.
Menos siniestros y daños
Existe una relación directa entre la probabilidad de sufrir un siniestro vial y la cantidad de vehículos circulando. Por ello, con el acelerado incremento del parque automotor, la siniestralidad vial podría haber aumentado en torno al 30%; sin embargo, mostró en ambas jurisdicciones una reducción de entre el 8 y el 20%.
Estos siniestros donde no hay víctimas fatales también son gravísimos, por el elevado costo de la asistencia estatal y privada, el despliegue de los organismos de salud, la improductividad de las personas lesionadas, y el costo incalculable de las lesiones incapacitantes que padecen los protagonistas de por vida.
Por ello, la baja de la siniestralidad vial indica que es en la misma cantidad la reducción en cuanto a presupuesto en salud e inversión que se debe hacer desde el Estado para atender, en nueve de cada diez casos, a hechos que son ocasionados por la imprudencia de conductores y peatones.
Resultados
Los logros obtenidos este año y resaltados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ubican a Salta por encima de cualquier otra provincia del país en cuanto a acciones se refiere.
Esto se dio por políticas específicas que permitieron ampliar el alcance de los trabajos en todo el territorio provincial. Entre las más importantes se destacó el acceso del 90% los salteños a la licencia única de conducir a través de la apertura de nuevos centros emisores en el interior; el trabajo de control y fiscalización de la policía en municipios del interior y la lenta y paulatina adhesión de estos municipios a leyes como la de Tolerancia Cero al conducir. La seguridad vial requiere de planes sistemáticos, estudiados y persistentes que permitan avances en corto y largo plazo. Por ello, la implementación de políticas de forma ordenada es parte de los resultados esperados.
En cuanto al trabajo desarrollado en la ciudad capital, la base de los resultados fueron las políticas implementadas en el Plan de Movilidad, la reducción de un 68% de los puntos críticos de siniestralidad a nivel interanual; el trabajo coordinado con la policía para el control y la fiscalización, la reducción de velocidades en lugares estratégicos, la colocación de dispositivos de control vehiculares, entre otros.
El desafío será ahora, sin dudas, la continuidad de las políticas públicas que permitieron los resultados antes mencionados, e indistintamente de los espacios políticos que ocupen los Ejecutivos a partir del 10 de diciembre, el trabajo interinstitucional demostró ser uno de los ejes más importantes para tal fin.