El gasto en personal, según las proyecciones para este año a las que accedió El Tribuno, llegará a 55.178 millones de pesos, son casi 10 mil millones más de lo que se había presupuestado: unos 45.477 millones de pesos. Pero lo más grave es el salto que tendrá sobre los ingresos destinados a gastos corrientes.
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El gasto en personal, según las proyecciones para este año a las que accedió El Tribuno, llegará a 55.178 millones de pesos, son casi 10 mil millones más de lo que se había presupuestado: unos 45.477 millones de pesos. Pero lo más grave es el salto que tendrá sobre los ingresos destinados a gastos corrientes.
Según las estimaciones para este ejercicio fiscal, las partidas salariales representarán un 79% de los recursos tributarios. Economistas advierten que es mejor tomar ese indicador como parámetro ya que si se compara con el total de recursos se engloba a los fondos de capital, que deben volcarse únicamente a obra pública y compras de maquinarias.
De acuerdo al Presupuesto 2019, la incidencia de los salarios de los estatales llegaba al 65% de los recursos tributarios. Empezaba, así, una tendencia en descenso del peso de la masa salarial luego de haber tocado picos en 2016 y 2017 en la gestión de Urtubey.
Este año, el peso del gasto salarial sobre los ingresos para gastos corrientes subió desde que en julio se indexó los sueldos a la inflación del Indec. Ni si quiera se arregló primero alcanzar el 38% inicial y, a partir de ahí, negociar. Eso le daba un margen el Grand Bourg.
Los efectos se ven claramente en los números que debe manejar el Gobierno provincial. En 2018, los sueldos estatales implicaron 36.644 millones de pesos y este año llegarían a 55.178 millones de pesos, un 50,5 por ciento más. En ese mismo lapso, el incremento de los recursos tributarios sería apenas un 32,8%, lo que demuestra que el acuerdo es prácticamente insostenible por falta de financiamiento.
En 2018, los ingresos tributarios fueron por 52.822 millones de pesos y este año ascenderían a 70.189 millones de pesos.
Durante la gestión de Urtubey, el mayor compromiso de los salarios sobre los gastos corrientes fue entre 2016 y 2017, cuando superaron ampliamente el 80 por ciento. En ese entonces se había convertido en una práctica habitual la emisión de Letras del Tesoro, con caros intereses, para cubrir erogaciones y no inversiones que le cambiaran la vida a los salteños. Eran préstamos a corto plazo que se renovaban cada tres meses. En ese entonces, el jefe de Gabinete era Parodi.
El acuerdo salarial impuesto tras el paro docente de julio también puso en aprietos a muchos intendentes, con el agravante de la desaceleración o la suspensión de obras públicas.
Esa consecuencia, por cierto, se ve en la ejecución presupuestaria, en la que hasta septiembre se volcó un 41,69% de lo previsto. Mientras crece el peso de la masa salarial, hay una fuerte subejecución de obras como salitas, escuelas y demás.
Urtubey asegura que deja recursos para pagar los salarios y el medio aguinaldo. No obstante durante la gestión de Sáenz se liquidará los primeros días de enero o últimos días del año lo que corresponde diciembre, con inflación indexada. El decreto 1.046 establece que la actualización por la inflación será desde julio y para “los meses subsiguientes del año en curso”.
Desde algunos gremios dicen que quieren juntarse con Sáenz para plantear la negociación salarial para el próximo año. El 2019 cerrará con un incremento cercano al 45 o 50 por ciento. El 1 de noviembre, los estatales vieron en sus cajas de ahorro un aumento del 5,9%. Es el salario correspondiente a octubre, pero se tuvo en cuenta la índice inflacionario de septiembre. A esta altura los incrementos acumulan un 37,1% y aún queda el 3,3% de octubre y lo que resulte de noviembre y diciembre.