Las calles de Tartagal ya no son las que otrora fueron.
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Las calles de Tartagal ya no son las que otrora fueron.
Detenciones, ladrillos de cocaína sobre el pavimento, ambulancias, sirenas y allanamientos de viviendas en casi todos los barrios son el día a día de una ciudad de frontera, un ciudad caliente por los dólares de la cocaína.
Esta vez para salir de la rutina la narcopersecución fue sobre una motocicleta marca Honda, tuneada.
Ocurrió la noche del domingo en la ciudad de Tartagal.
Tras una persecución en la que intervinieron varios móviles y algún apoyo de otras fuerzas públicas, la policía detuvo finalmente a un joven de 22 años y le secuestró 748 dosis de marihuana, dinero y cartuchos de arma de fuego.
Comenzó cuando una patrulla de la Sección Motoristas de Emergencia Policial recorría el barrio Roberto Romero de la ciudad de Tartagal. La pareja de motopolicías al arribar a ruta nacional 86 advirtió que un motociclista, al notar su presencia, inició la fuga a toda velocidad.
El joven fue interceptado tras una intensa persecución motociclística por diversas calles.
Ya detenido en el control o requisa del detenido se halló entre los elementos que transportaba envoltorios que aparentemente contenían sustancia vegetal disecada.
Inmediatamente se presentó personal de Drogas Peligrosas del Sector 41 a realizar el narcotest constatando que se trataba de marihuana, equivalente a 748 dosis.
Llamativamente el joven también transportaba en su motocicleta cartuchos de escopeta y munición de pistolas de calibre militar, celular y dinero en efectivo.
No trascendió si el joven detenido trabaja para sí o es un distribuidor VIP, ya que las municiones que llevaba al parecer también estaban para la venta. El joven quedó a disposición de la Justicia y será imputado al menos en dos cargos penales.
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