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Un pacto con el diablo

Martes, 05 de noviembre de 2019 00:00

Todo indica que lo sucedido con el apresamiento y la liberación forzada de Ovidio Guzmán, hijo del célebre Chapo Guzmán, el legendario jefe del Cartel de Sinaloa que cumple una condena a cadena perpetua en una cárcel estadounidense, representa un punto de inflexión en la larga historia del narcotráfico en México.

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Todo indica que lo sucedido con el apresamiento y la liberación forzada de Ovidio Guzmán, hijo del célebre Chapo Guzmán, el legendario jefe del Cartel de Sinaloa que cumple una condena a cadena perpetua en una cárcel estadounidense, representa un punto de inflexión en la larga historia del narcotráfico en México.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se vio obligado a ceder a la feroz ola de violencia desatada por los sicarios de la banda en la ciudad de Culiacán, capital de Sinaloa. Esta abdicación de la autoridad del Estado es motivo de la dura crítica de la oposición política, una ardua controversia en la opinión pública azteca y una justificada preocupación en Estados Unidos ante el súbito cambio ocurrido al sur de sus fronteras.

Jack Riley, un prestigioso exjefe de la DEA estadounidense, fue lapidario: "AMLO acaba de hacer un pacto con el diablo. Ahora mandan los narcos". Para Riley, quien en 2014 dirigió el operativo de captura de Chapo, "liberar a Ovidio es una claudicación ante el cartel de Sinaloa. Es como decirles a esos criminales: ustedes son los dueños y los que mandan en Sinaloa".

El Gobierno mexicano justificó su decisión en la necesidad de proteger la vida de la población civil de Culiacán, atacada por los sicarios del cabecilla detenido. "No puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas", expresó el primer mandatario. El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, calificó el operativo de detención del hijo del Chapo como una "acción precipitada".

Las autoridades reconocieron no haber previsto la extrema velocidad y las inusitadas dimensiones de la respuesta del cartel a la detención del hijo de Chapo. En pocos minutos, con escenas propias de una película de terror, docenas de vehículos tripulados por sicarios armados con ametralladoras ocuparon virtualmente el centro de la ciudad, atacaron a las fuerzas de seguridad y amedrentaron a la población civil hasta generar un clima de pánico colectivo que sólo cesó con la libertad del prisionero.

El Wall Street Journal informó sobre la existencia de videos enviados a los mandos del Ejército con simulacros de fusilamiento de soldados capturados por los pandilleros. Familiares de soldados denunciaron haber sido amenazados en sus propias casas. En algunos casos, los intimidados fueron trasladados a otras viviendas ubicadas en lugares más seguros.

¿Territorio liberado?

El Cartel de Sinaloa está considerado por la DEA como el más importante de México. Opera en diecisiete Estados aztecas y en casi toda la frontera con Estados Unidos. Por sus vastas vinculaciones internacionales, está conceptuado asimismo como una de las organizaciones criminales más influyentes del mundo. Adquiere metanfetaminas de Asia y cocaína de América del Sur para vender en el mercado estadounidense, mientras que en Asia y Oceanía sus principales zonas de distribución son Malasia, Tailandia, India y Australia.

La organización ejerce el control absoluto de los cultivos de amapola y marihuana en una de las regiones más peligrosas de México, erigida en epicentro del narcotráfico: el "Triángulo Dorado", que abarca los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, de difícil acceso por su geografía montañosa, que brinda protección a los cultivos ilegales, así como a los traficantes que los cuidan y procesan en laboratorios clandestinos.

Armando Rodríguez Luna, director del proyecto de Análisis de la Seguridad con Democracia, sostiene que "el cartel de Sinaloa ha sido de los más estables en términos de estructura y capacidad operativa para la producción y trasiego de drogas". Esa condición le permitió sobrevivir al apresamiento de Chapo, que algunos imaginaron como el prólogo de su disolución.

La Oficina de Control de Activos en el extranjero del Departamento del Tesoro consignó que 399 de las 1.004 alertas bancarias sobre empresas presuntamente vinculadas con el lavado de dinero del narcotráfico registradas en el último año corresponden a firmas relacionadas con el Cartel de Sinaloa. De esas firmas, 108 estaban ubicadas en México, 52 en América Latina y 239 en el resto del mundo.

La banda es propietaria también de más de 500 aeronaves, desde avionetas hasta aviones de gran fuselaje. En el juicio en su contra, la fiscalía estimó que la fortuna de Chapo ascendía a 14.000 millones de dólares. En 2009, la revista Forbes lo colocó en el puesto 701 de su ranking mundial de multimillonarios.

Los especialistas explican que en materia comercial el cartel opera con el mecanismo propio de una corporación multinacional más que como un grupo delictivo. Alberto islas, director de la consultoría de seguridad Risk-Evaluation, afirmó que "tienen responsables para cada una de las tareas de la operación".

Narcos terratenientes

Una particularidad de los secuaces de Chapo, que la diferencia de los demás carteles, es que en Sinaloa y su zona de influencia no compran las cosechas de las materias primas sino que son propietarios de la tierra en las que se cultiva. Establecen así una relación de estricto control sobre los campesinos, que no son arrendatarios sino peones. En esa condición de “dueños de la tierra”, reside una de las claves de su dominio territorial.

Desde su asunción, López Obrador planteó una revisión de la política de lucha contra el narcotráfico desarrollada por sus antecesores, en especial a partir de la intervención directa de las Fuerzas Armadas impulsada desde 2006 por el ex presidente Felipe Calderón. Durante la campaña electoral, insinuó incluso la posibilidad de una negociación que implicara la sanción de una ley de amnistía para quienes resolviesen abandonar las actividades delictivas. Nada de esto ocurrió, aunque muchos sospechen que algún diálogo subterráneo haya tenido lugar y tal vez no haya sido interrumpido.

Lo cierto es que, suspicacias y teorías conspirativas aparte, las políticas desarrolladas hasta ahora contra el narcotráfico no parecen haber tenido demasiados resultados. Las decenas de miles de muertos y desaparecidos no han logrado desarticular a estas organizaciones, que revelan una gran capacidad de adaptación y de supervivencia.

Oferta y demanda

La demanda estadounidense de estupefacientes constituye un incentivo irrefrenable para la expansión de la actividad. Con un agravante: el poderoso y sofisticado armamento utilizado por estas bandas, a veces superior al usado por las fuerzas de seguridad, proviene del vecino del Norte. El trueque de droga por armas es un lucrativo negocio que no beneficia únicamente a los barones de la droga, sino también a sus proveedores.

Tal vez esto explique que en esta oportunidad Donald Trump haya sido tan inusualmente comprensivo con López Obrador. También en Washington se extiende la convicción de que el combate contra el narcotráfico exige un replanteo de fondo, no sólo en México sino también en Estados Unidos.
 

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