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Pena de 12 años por intento de femicidio

El hecho se produjo en febrero de este año; el condenado quería retomar la relación.
Viernes, 08 de noviembre de 2019 02:35

Un joven de 28 años fue condenado ayer a la pena de 12 años de prisión por haber cometido un intento de femicidio. Según consta en los expedientes, el hecho ocurrió el 4 de febrero de este año en una vivienda del barrio Autódromo donde Juan Marcelo Matorras (28) intentó asesinar a su expareja, Alexia Roxana Liendro (29), luego de insistir retomar la relación sentimental.

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Un joven de 28 años fue condenado ayer a la pena de 12 años de prisión por haber cometido un intento de femicidio. Según consta en los expedientes, el hecho ocurrió el 4 de febrero de este año en una vivienda del barrio Autódromo donde Juan Marcelo Matorras (28) intentó asesinar a su expareja, Alexia Roxana Liendro (29), luego de insistir retomar la relación sentimental.

El encargo de condenar a Matorras fue el juez Bernardo Ruiz, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio. El magistrado condenó al hombre a 12 años y seis meses de prisión por resultar autor material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por mediar violencia de género en grado de tentativa. Se ordenó que el condenado sea trasladado a la cárcel penitenciaria local.

La noche del 4 de febrero, alrededor de las 2, la damnificada salió a la puerta de su casa porque, desde afuera, su expareja le mandaba mensajes de texto de manera insistente, diciéndole que quería hablar con ella. Al salir, Matorras le dijo que quería volver con ella y que estaba arrepentido.

Ante la negativa de la joven en reanudar la relación, el tormento y la violencia extrema se apoderaron de su "ex" que la atacó sin piedad y con ánimos de matarla.

El imputado le dio un puntazo en el cuello y no conforme con el daño realizado siguió violentándola, se colocó detrás de ella y le deslizó el elemento cortante por el cuello, lesionándola de nuevo. Seguidamente abordó una motocicleta y se dio a la fuga.

Milagrosamente la damnificada logró llegar hasta la puerta de su casa, golpeó y fue auxiliada por su madre y sus hermanos.

 

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