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La UNSa ya tiene protocolo para violencia de género

El proyecto fue aprobado el jueves último por el Consejo Superior en una sesión que fue calificada como “histórica”.
Sabado, 14 de diciembre de 2019 00:24

El Consejo Superior de la UNSa aprobó un protocolo para intervenir ante casos de violencia de género y discriminación y prevenirlos. La decisión se tomó luego de que la vicerrectora de la Universidad Nacional de Salta, Graciela Morales, acercara el proyecto.

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El Consejo Superior de la UNSa aprobó un protocolo para intervenir ante casos de violencia de género y discriminación y prevenirlos. La decisión se tomó luego de que la vicerrectora de la Universidad Nacional de Salta, Graciela Morales, acercara el proyecto.

Eran las 18 del jueves 12 cuando el órgano de decisión aprobó por unanimidad la propuesta. La fecha marca un antes y un después en la institución.

El protocolo tiene por objetivo garantizar un ambiente libre de discriminación y violencia por razones de identidad, género e identidad sexual, con el fin de promover condiciones de igualdad y equidad de trato y oportunidades, adoptar medidas de prevención para combatir estas acciones, generar un ambiente de contención para que las personas afectadas puedan denunciar y poner a disposición de las personas afectadas el asesoramiento y la asistencia que requieran.

También se deberán promover acciones de sensibilización, difusión y formación para fomentar instancias tendientes a la eliminación y erradicación de la violencia y discriminación por género y orientación sexual en la universidad. El objetivo es garantizar procesos administrativos que establezcan responsabilidades al respeto e implementar los servicios de atención en todos los ámbitos de actuación de la UNSa.

Para que esta herramienta se instrumente hubo 2 años de intenso trabajo, puestas en común, consensos y cooperación entre diversos grupos. La propuesta arrancó desde la Comisión de la Mujer de la UNSa, y luego se sumaron otros colectivos, organizaciones e instituciones.

"El momento de la votación fue único, estábamos exultantes, no solo por los años de trabajo sino por lo significativo. La UNSa es la universidad nacional número 45 en tener un protocolo; es la última del NOA y era una cuenta pendiente", dijo la secretaria académica de la Facultad de Humanidades, María Eugenia Burgos.

En la redacción final del proyecto participaron miembros del Observatorio de Violencia contra las Mujeres de Salta, la Comisión de la Mujer, becarios de Conicet y la Facultad de Humanidades.

Anteriormente, contribuyeron en su diseño integrantes del Programa Centros de Extensión Universitaria.

Decisión política

"Esto fue parte de una decisión política. Veníamos con algún retraso, lo cual nos hizo que vayamos modificando partes, mejorando otras y llegando a la nueva administración del Rectorado en las mejores condiciones. Claros cumplió su promesa e impulsó el tratamiento del proyecto que finalmente salió aprobado por unanimidad, esto quiere decir que todos los claustros le dieron el visto bueno", dijo la coordinadora de Comunicación, María Florencia Rodríguez.

En ese sentido, la vicerrectora Morales resaltó la importancia de que "la Universidad cuente con un protocolo que aborde la cuestión de la violencia y la discriminación, para dar respuesta inmediata a los casos que se estaban visibilizando en nuestra casa de estudios". Asimismo, expresó su agradecimiento a los especialistas que colaboraron luego de reiteradas reuniones de trabajo.

Al respecto el rector Víctor Hugo Claros consideró que "era urgente y necesaria la aprobación de una herramienta de intervención ante casos de violencia o discriminación por razones de género. Nos abocamos desde el inicio de nuestra gestión a trabajar fuertemente en este tema puesto que el proyecto de protocolo estuvo paralizado en el Consejo Superior durante la anterior conducción del rectorado y nunca se pudo concretar su tratamiento. Nosotros, que defendemos un proyecto de universidad pública, gratuita e inclusiva, asumimos esto con la seriedad correspondiente y comenzamos a trabajar sistemáticamente para lograr su aprobación".

Una herramienta para todos y todas

El protocolo fue pensado para abarcar todos los comportamientos y acciones de autoridades, funcionarios, docentes y no docentes, independientemente de su condición laboral. También para los estudiantes, cualquiera sea su condición académica, y para terceros. Se aplicará en el marco de las relaciones laborales, educativas, comerciales, territoriales, gremiales y sociales.

La vigencia del protocolo es autónoma e independiente de otros procedimientos. Se especifica que es “de estricta observancia, dada la especificidad del régimen legal vigente en materia de discriminación y violencia de género”. Abarca situaciones de discriminación y violencia basadas en el sexo, género, identidad de género, expresión de género y orientación sexual

 

 

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