A más de 11 días de su misteriosa desaparición (no hay una fecha precisa), a pesar de los intensos rastrillajes entre los cerros, todavía no hay rastros del reconocido gaucho, José Pío Sarapura, de 87 años.
El denominado “Centinela del Crestón”, vivía solo, en el cerro “Nogal Solo”, a unos 28 kilómetros al oeste de la ciudad de San José de Metán, donde es un personaje.
En el caso interviene la auxiliar fiscal, Juliana Leavy, de la Fiscalía Penal 2 de la localidad del sur provincial.
Hay muchas dudas en torno a su desaparición. El gaucho, que se dedica a la cría de ganado, estaba enfermo, con problemas de audición, visión y de movilidad, ya que caminaba con dificultad. Hay varias hipótesis en torno al caso. Se sospecha que el gaucho podría haber salido caminando con sus perros, que podría haber sufrido una descompensación y caer desde uno de los casi impenetrables cerros del lugar. Pero tampoco se descarta que haya sido asesinado y luego enterrado, ya que se habla de la presencia de peligrosos cuatreros, que merodean desde hace tiempo, por los cerros.
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A más de 11 días de su misteriosa desaparición (no hay una fecha precisa), a pesar de los intensos rastrillajes entre los cerros, todavía no hay rastros del reconocido gaucho, José Pío Sarapura, de 87 años.
El denominado “Centinela del Crestón”, vivía solo, en el cerro “Nogal Solo”, a unos 28 kilómetros al oeste de la ciudad de San José de Metán, donde es un personaje.
En el caso interviene la auxiliar fiscal, Juliana Leavy, de la Fiscalía Penal 2 de la localidad del sur provincial.
Hay muchas dudas en torno a su desaparición. El gaucho, que se dedica a la cría de ganado, estaba enfermo, con problemas de audición, visión y de movilidad, ya que caminaba con dificultad. Hay varias hipótesis en torno al caso. Se sospecha que el gaucho podría haber salido caminando con sus perros, que podría haber sufrido una descompensación y caer desde uno de los casi impenetrables cerros del lugar. Pero tampoco se descarta que haya sido asesinado y luego enterrado, ya que se habla de la presencia de peligrosos cuatreros, que merodean desde hace tiempo, por los cerros.
Debido a su misteriosa ausencia y a la complejidad del caso, tomó intervención la Brigada de Investigaciones de Metán, junto a la división Criminalística.
Lo buscaron intensamente durante ocho días entre los cerros, en la zona de difícil acceso en la que está la humilde vivienda del gaucho. En los rastrillajes intervinieron más de 100 personas de distintas divisiones de la Policía de la provincia, rescatistas con perros entrenados, bomberos, personal de Defensa Civil, baqueanos, familiares y amigos de Sarapura.
Incluso un helicóptero de Aviación Civil de la Provincia, sobrevoló varias veces el sector, pero no pudieron hallar al desaparecido “Centinela del Crestón”.
“Al día siguiente de la denuncia de un sobrino de don Sarapura comenzaron los intensos rastrillajes en los cerros. Se concentraron en un radio de 11 kilómetros alrededor de la casa del gaucho. En ese sentido hay que aclarar que se recorrieron entre cinco y seis veces los distintos cerros, barrancos, ríos y arroyos de la zona”, dijo el jefe de la Unidad Regional 3, Lisandro Cejas, quien fue uno de los que encabezó los dificultosos rastrillajes entre los cerros.
La búsqueda culminó el domingo pasado, pero va a continuar en los próximos días, cuando mejoren las condiciones climáticas, ya que estuvo lloviendo mucho, lo que dificultó las tareas por las características del terreno.