Otra lluvia excepcional con 150 milímetros caídos demostró que la región está expuesta a desastres naturales por falta un planeamiento adecuado al crecimiento demográfico en el Valle de Lerma. En 2 horas, dos fuertes tormentas acompañadas de vientos desnudaron la cruda realidad en Cerrillos, La Merced, Rosario de Lerma y El Carril. Sin desages pluviales de envergadura, con rutas obsoletas, sin contingencia y con falencias estructurales que demuestran su postergación.
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Otra lluvia excepcional con 150 milímetros caídos demostró que la región está expuesta a desastres naturales por falta un planeamiento adecuado al crecimiento demográfico en el Valle de Lerma. En 2 horas, dos fuertes tormentas acompañadas de vientos desnudaron la cruda realidad en Cerrillos, La Merced, Rosario de Lerma y El Carril. Sin desages pluviales de envergadura, con rutas obsoletas, sin contingencia y con falencias estructurales que demuestran su postergación.
Ahora las aguas con su torrente arrastran autos, inundan todo a su paso, y ponen en jaque la seguridad de los vecinos. Con la primera lluvia del sábado quedaron diezmados caminos y viviendas de la población. La tormenta de este lunes en la noche fue calamitosa. Hubo cien familias que quedaron en situación precaria en sus viviendas. Se deterioraron todas sus pertenencias y las aguas alcanzaron los 50 centímetros en el interior de sus domicilios. El caudal fue tan fuerte que arrastró un utilitario y un vehículo en pleno centro de Rosario de Lerma. En San Jorge no se pudo ingresar después de tres horas. En este populoso barrio, cuatro familias se autoevacuaron y otras tuvieron que subirse a los techos de sus casas. Además de quedar anegados, no tenían dónde pernoctar. Colchones y ropa quedaron bajo el agua. La tarea de asistencia fue complicada. Incluso en estas últimas horas se estuvo ayudando a reparar daños de viviendas en los barrios Islas Malvinas y San Rafael. Se habilitaron algunos comedores municipales con la intención de ser utilizados para albergar a damnificados.
"Hay cien familias que no quieren dejar sus hogares. Los canales de desages colapsaron y el agua escurrió en todas las direcciones y en diferentes barrios. Este tipo de lluvias perjudicada mucho. Llegó a lugares que antes no se inundaban" explicó el secretario de Gobierno Martín Aramayo.
Como ocurre en otras ocasiones, la ruta de acceso a esta ciudad estuvo cortada por varias horas. Colectivos de la línea urbana debieron optar seguir su derrotero hacia la ciudad de Salta por Campo Quijano. Desviar el tránsito por la ruta 36 en la intersección de la nacional 68 era complicado. Rosario de Lerma estaba inundado.
Otros vecinos no pudieron regresar a sus hogares durante la madrugada, debido a que la ruta provincial 23 estaba cortada en varios tramos. Quienes intentaron sortear el torrente por la ruta provincial 24, Camino a Colón, vía Campo Quijano, tampoco pudieron hacerlo por lo que debieron regresar a Cerrillos o a Salta capital, para retornar recién en las primeras horas de la mañana a sus hogares. No hubo evacuados.
En Cerrillos no se reportaron autoevacuados, según detalló la Policía. Barrios aledaños quedaron totalmente anegados. La Merced padeció mucho con esta tormenta. Recibieron el agua proveniente de Rosario de Lerma. La zona de Sumalao, al sureste de esta localidad, quedó incomunicada porque colapsó un puente. "No se puede entrar por ninguno de los dos lados de esta zona. Tuvimos que mandar nuestras máquinas para tratar de solucionar los accesos, son unas 100 personas las que viven allí", contó el intendente de La Merced, Juan Ángel Pérez.
La ruta nacional 68 desde Cerrillos pasando por La Merced hasta el cruce de La Florida tuvo una docena de cortes.