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A 20 años de otra frustración de la Selección argentina

Un día como hoy Marcelo Bielsa se hacía cargo de la Selección argentina de fútbol, cuyo ciclo estuvo marcado por la prematura eliminación en el Mundial Corea-Japón, en 2002.
Domingo, 03 de febrero de 2019 00:32

Mientras la Selección argentina piensa en la próxima Copa América que se jugará en Brasil, en donde espera romper el maleficio que no le permite salir campeona desde aquel 1993 cuando derrotó por 2 a 1 a México en la final del mismo campeonato, pero jugado en Ecuador, otro recuerdo poco feliz nos viene a la memoria.
Marcelo Bielsa, emblemático DT del seleccionado argentino, recordará hoy el aniversario número 20 de su estreno al frente del representativo nacional, cuyo ciclo estuvo marcado por la prematura eliminación en el Mundial Corea-Japón 2002.
El miércoles 3 de febrero de 1999 hubo un amistoso que sirvió de puntapié inicial para un ciclo que se extendió hasta setiembre de 2004, cuando el propio rosarino admitió haberse quedado “sin energía” para seguir al frente del combinado albiceleste.
El escenario del encuentro inaugural resultó el estadio José Pachencho Romero, de la ciudad de Maracaibo. El rival fue Venezuela, país que por esos días vivía un acontecimiento histórico con la llegada de Hugo Chávez a la presidencia.
Bielsa había asumido en el seleccionado argentino en octubre del 98, en reemplazo de Daniel Passarella, que se marchó tras el Mundial de Francia.
El arribo del ex DT de Newell’s no fue sencillo. Es que había firmado y asumido un compromiso con el Espanyol de Barcelona, entidad en la que dirigió apenas seis encuentros oficiales.
La intención de AFA de contratar al técnico que venía de consagrarse con Vélez Sarsfield (Clausura 1998) chocó con la voluntad de una institución catalana que no estaba dispuesta a desprenderse del DT, que ya gozaba de indudable prestigio. Un resarcimiento económico disipó el conflicto.
“Intentaremos hallar una identidad de juego lo más rápido posible”, le dijo a Télam el técnico rosarino en la previa del partido, en lo que constituye hoy una verdadera rareza. 
Por aquellos días, el distante Bielsa no le rehuía completamente a las notas individuales con la prensa, aunque las observara con cierto recelo.
La singular campaña de Bielsa al frente del selección fue destacada en los números (más allá del fiasco que representó no avanzar a segunda ronda en el Mundial 2002) pero más desde el estilo de juego que buscó imprimirle a una Argentina que olvidó respetos y temores hacia los demás.

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Mientras la Selección argentina piensa en la próxima Copa América que se jugará en Brasil, en donde espera romper el maleficio que no le permite salir campeona desde aquel 1993 cuando derrotó por 2 a 1 a México en la final del mismo campeonato, pero jugado en Ecuador, otro recuerdo poco feliz nos viene a la memoria.
Marcelo Bielsa, emblemático DT del seleccionado argentino, recordará hoy el aniversario número 20 de su estreno al frente del representativo nacional, cuyo ciclo estuvo marcado por la prematura eliminación en el Mundial Corea-Japón 2002.
El miércoles 3 de febrero de 1999 hubo un amistoso que sirvió de puntapié inicial para un ciclo que se extendió hasta setiembre de 2004, cuando el propio rosarino admitió haberse quedado “sin energía” para seguir al frente del combinado albiceleste.
El escenario del encuentro inaugural resultó el estadio José Pachencho Romero, de la ciudad de Maracaibo. El rival fue Venezuela, país que por esos días vivía un acontecimiento histórico con la llegada de Hugo Chávez a la presidencia.
Bielsa había asumido en el seleccionado argentino en octubre del 98, en reemplazo de Daniel Passarella, que se marchó tras el Mundial de Francia.
El arribo del ex DT de Newell’s no fue sencillo. Es que había firmado y asumido un compromiso con el Espanyol de Barcelona, entidad en la que dirigió apenas seis encuentros oficiales.
La intención de AFA de contratar al técnico que venía de consagrarse con Vélez Sarsfield (Clausura 1998) chocó con la voluntad de una institución catalana que no estaba dispuesta a desprenderse del DT, que ya gozaba de indudable prestigio. Un resarcimiento económico disipó el conflicto.
“Intentaremos hallar una identidad de juego lo más rápido posible”, le dijo a Télam el técnico rosarino en la previa del partido, en lo que constituye hoy una verdadera rareza. 
Por aquellos días, el distante Bielsa no le rehuía completamente a las notas individuales con la prensa, aunque las observara con cierto recelo.
La singular campaña de Bielsa al frente del selección fue destacada en los números (más allá del fiasco que representó no avanzar a segunda ronda en el Mundial 2002) pero más desde el estilo de juego que buscó imprimirle a una Argentina que olvidó respetos y temores hacia los demás.

El equipo eliminado

El día de la eliminación ante Suecia en la primera fase, Argentina formó con Pablo Caballero: José Chamot, Walter Samuel, Mauricio Pocchettino; Javier Zanetti, Matías Almeyda, Juan Pablo Sorín; Pablo Aimar, Ariel Ortega, Gabriel Batistuta y Claudio López. Luego ingresaron Crespo, Verón y Kily González.

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