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Boca desperdició anoche la oportunidad de descontar puntos en la pelea por el título de la Superliga, al caer por 2 a 1 frente a Atlético Tucumán como local, en La Bombonera, en el partido postergado de la decimoquinta fecha.
A los ocho minutos del primer tiempo, Gervasio Núñez aprovechó un error de Julio Buffarini en el cierre para adelantar a los conducidos por Ricardo Zielinski. Y si bien los hinchas del xeneize se ilusionaron con el empate parcial de Ramón Ábila en el arranque de la segunda etapa, apareció David Barbona, sobre los 25 minutos, para darle un triunfo histórico al decano.
De esta forma, el equipo de Gustavo Alfaro -que cambió medio equipo para este partido- quedó lejos de los líderes Racing y Defensa y Justicia, exactamente a diez puntos, cuando solo restan 18 unidades para disputar en las próximas y últimas seis fechas.
Si bien matemáticamente todavía le quedan posibilidades al equipo de Alfaro, el panorama es desalentador ya que no solo deberá ganar todos los partidos que le quedan, sino que tanto la academia como el halcón tendrán que perder al menos 4 de los 6 partidos que restan. Es realmente muy difícil.
El partido contar los tucumanos se le puso cuesta arriba a Boca tras un “horror” defensivo. Iban 9 minutos cuando Matos desbordó por la derecha, tiró un centro al área, Buffarini pifió, Andrada dudó y Gervasio Núñez la empujó al gol.
Con el tanto de los tucumanos, el juego se hizo de ida y vuelta. Cristian Lucchetti le impidió el empate primero a Nández y luego a Tevez. Y en el área de enfrente Matos estuvo a centímetros de ampliar la ventaja.
En el complemento, Alfaro mandó a la cancha a Mauro Zárate por Bebelo Reynoso pero Boca no mejoró. Solo contaba con un poco de actitud y los aportes individuales como el de Wanchope Ábila, que pivoteó, encaró y definió atropellando en el área visitante, para poner el 1-1.
Luego se vino Pavón, quien tuvo una chance inmejorable de pasar al frente, pero delantero que sigue sin recuperar su nivel no supo asistir a Ábila, quien ingresaba sin marcas por el centro del área, y la pelota terminó en los pies del arquero Lucchetti.
Atlético Tucumán aguantó esos minutos de presión y volvió a soltarse en los contragolpes. Leandro Díaz aprovechó otra desarticulación de la defensa xeneize y hasta tuvo tiempo para elegir dónde poner la pelota en el arco de Andrada. Este segundo gol liquidó las esperanzas que tenían los hinchas de lograr lo que hubiese sido un histórico tricampeonato, que al parecer, ya no podrá ser.