¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
24 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Sirve, pero no alcanza

Viernes, 22 de febrero de 2019 00:00

Las recientes medidas anunciadas por el presidente Mauricio Macri, para intentar aliviar la crítica situación en la que se debaten muchas empresas, en especial las pymes, resultaron más que escasas frente a la envergadura de la crisis.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Las recientes medidas anunciadas por el presidente Mauricio Macri, para intentar aliviar la crítica situación en la que se debaten muchas empresas, en especial las pymes, resultaron más que escasas frente a la envergadura de la crisis.

Tuvieron, sin embargo, dos características que podrían considerarse positivas: a) dejaron en claro que el Gobierno sabe perfectamente qué es lo que tiene que hacer, y cuáles son los problemas, y b) que están correctamente orientados hacia donde se debe apuntar.

Suponer que puede constituir algún alivio real la propuesta de disminución de un porcentaje de las cargas laborales solo para las pymes, y de economías regionales, constituye una gota de agua en el mar.

Creer que un alivio relativo en los costos (10% en el total de la nómina salarial de estas empresas) puede impulsar algún tipo de reactivación, o disparar alguna inversión de riesgo es, cuanto menos, infantil. Y entender que con esta clase de anuncios se llega hasta octubre, podría considerarse mágico, o milagroso.

En el campo y sus agroindustrias, donde las pymes son absoluta mayoría, la realidad hoy muestra que, si bien la vocación de producir sigue intacta, no hay con qué hacerlo. Y justamente por eso es que muchas producciones están estancadas o en retroceso (fruticultura, lechería, etc.), otras se mantienen más o menos estables como la agricultura con volúmenes variables que, en esta campaña, apenas superará los de 2017 (antes de la sequía), y en otras como la ganadería, con crecimientos marginales, muy alejados del verdadero potencial, y de las necesidades que tiene el país para poder cubrir el consumo interno, y las posibilidades de exportación.

Muchos campos perdieron altos porcentajes de su producción en la campaña anterior, y para la actual el costo del dinero fue exorbitante, y aunque ahora las tasas bajaron un tanto, siguen siendo prohibitivas para un planteo productivo. Para colmo, se volvieron a cambiar las reglas de juego con una marcha atrás en las controvertidas retenciones, que volvieron a reimplantarse.

Es cierto que la producción agropecuaria es bastante rígida, las empresas siempre están embretadas y, en general, deben "patear la pelota para adelante". Es imposible cambiar los planteos de un ciclo a otro, y por eso, aun en las etapas negativas, el movimiento es inercial.

Cuando se cerraron las exportaciones de carne en marzo de 2006, la producción tardó más de un quinquenio en caer casi 12 millones de cabezas, y mucho más está tardando en recuperarlas.

Para que el trigo llegara a su piso histórico de área tuvieron que pasar varias campañas, y recién en 2013 hubo que importar porque ya no alcanzó ni para el mercado interno. Desde entonces, pasaron 6 años para recuperar volumen y alcanzar un nuevo récord de producción.

Y así se podrían mencionar muchos ejemplos, aunque lo que nadie mide ni se proyecta, es cuánto más se podría haber producido si las condiciones económicas hubieron sido las adecuadas, y estables.

Lo cierto es que debería ser muchísimo más de lo que se produce. Seguramente, mucho más acorde con el crecimiento que tuvieron -y tienen- todos los países vecinos.

Pero para que tal cosa ocurra, además de la estabilidad, las políticas acordes con el objetivo de producir más (para poder exportar más), y la seguridad jurídica indispensable para las inversiones que se requieren, también es imprescindible recuperar rápidamente el ahora alicaído mercado interno que, a excepción de la soja, siempre fue el gran sostén de la producción de alimentos de la Argentina, y que hoy está en franco retroceso.

 

PUBLICIDAD