El mundo mira hoy a Venezuela con los ojos abiertos y los dientes apretados. Es el día "D" porque el conflicto entre los dos gobiernos paralelos de ese país se acerca a un posible punto de inflexión. Ayer, recitales rivales organizados por ambas partes en la frontera con Colombia y un enfrentamiento entre indígenas y militares que dejó dos muertos marcaron la vísperas del día en el que el antichavismo buscará hacer entrar ayuda humanitaria a Venezuela pese a la negativa del gobierno de Nicolás Maduro.
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El mundo mira hoy a Venezuela con los ojos abiertos y los dientes apretados. Es el día "D" porque el conflicto entre los dos gobiernos paralelos de ese país se acerca a un posible punto de inflexión. Ayer, recitales rivales organizados por ambas partes en la frontera con Colombia y un enfrentamiento entre indígenas y militares que dejó dos muertos marcaron la vísperas del día en el que el antichavismo buscará hacer entrar ayuda humanitaria a Venezuela pese a la negativa del gobierno de Nicolás Maduro.
Ayer, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, urgió el viernes al gobierno venezolano de Nicolás Maduro a "no usar la fuerza letal contra manifestantes", tras reunirse con el canciller Jorge Arreaza. Fue un pedido de paz que repitieron otras partes del mundo.
Hoy, el líder antichavista y presidente encargado designado por el Parlamento, Juan Guaidó, pretende usar el puente de 300 metros que conecta Venezuela y Colombia para ingresar a su empobrecido país 600 toneladas de alimentos y medicinas enviadas por Estados Unidos y otros países.
El puente, llamado de Las Tienditas, está bloqueado con contenedores de carga dejados allí por el Ejército venezolano luego de que Maduro denunciara que la ayuda esconde un plan de invasión militar de Venezuela liderado por el gobierno de Donald Trump.
La Cancillería de Rusia, que apoya a Maduro, dijo que Estados Unidos planea ingresar en Venezuela armas pesadas disfrazadas de ayuda humanitaria, para los antichavistas.
Desde Washington, un funcionario estadounidense no identificado dijo que el gobierno de Trump culpará a las Fuerzas Armadas venezolanas si hay violencia durante el intento de ingreso de la ayuda.
China, otro aliado de Maduro, señaló que la entrega forzosa de la ayuda podría acarrear "conflictos" y que se opone a "cualquier intervención militar en Venezuela".
El jueves, Maduro ordenó el cierre del límite entre Venezuela y Brasil -otra de las fronteras por donde el antichavismo quiere ingresar ayuda-, y dijo que también evaluaba cerrar la frontera con Colombia.
Guaidó, mientras tanto, llegó a la zona fronteriza con Colombia para recoger personalmente la ayuda, que está acopiada del lado colombiano del límite.
El líder, de 35 años, juró hace un mes como presidente encargado de Venezuela luego de que la Asamblea Nacional, controlado por el antichavismo, desconociera la legalidad de la reelección de Maduro de 2018 y lo declarara "usurpador" de la Presidencia.
Más de 50 países, entre ellos Argentina, lo han reconocido como mandatario legítimo.
Guaidó pide que Maduro deje el poder para formar un gobierno de transición y celebrar elecciones.
El dirigente pretende movilizar hoy a "un millón" de voluntarios para empezar a ingresar la asistencia.
Guaidó dijo que otros puntos para el acopio o la entrada de la ayuda serán la isla caribeña de Curazao y los puertos marítimos de Puerto Cabello y La Guaira.