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La obra del padre Chifri se queda sin una gran ayuda

Jean Pierre Bourin aseguró que la obra del padre Chifri se ha “desnaturalizado” por completo. “El colegio secundario se ha transformado en un centro eclesiástico”, dijo.
Jueves, 28 de febrero de 2019 02:35

Todo fue una sucesión de recomendaciones y pedidos que no tuvieron eco y que, al parecer, derivaron en una determinación indeclinable: Jean Pierre Bourin, uno de los grandes benefactores de la Fundación Alfarcito, dio un paso al costado y decidió retirar la ayuda que prodigaba desde el año 2009, cuando el recordado padre Chifri buscaba almas generosas para concretar el sueño de un colegio secundario en la Quebrada de El Toro.

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Todo fue una sucesión de recomendaciones y pedidos que no tuvieron eco y que, al parecer, derivaron en una determinación indeclinable: Jean Pierre Bourin, uno de los grandes benefactores de la Fundación Alfarcito, dio un paso al costado y decidió retirar la ayuda que prodigaba desde el año 2009, cuando el recordado padre Chifri buscaba almas generosas para concretar el sueño de un colegio secundario en la Quebrada de El Toro.

Bourin había conocido a Chifri en una cabalgata por ese maravilloso lugar de la geografía salteña. Allí Chifri le contagió ese entusiasmo que tenía para emprender la acción social directa, trazable y sin mayores interferencias de los burócratas.

Bourin y otros benefactores confiaron en la obra del cura quien, sin mayores trámites transformó la filantropía en un colegio de primer nivel que estuvo construido en apenas nueve meses, cuando el plazo inicial había sido un año.

Fue en diciembre de 2009 cuando se inauguró el Colegio El Alfarcito, el primer secundario de montaña en la provincia, con diversas orientaciones como turismo, artes, oficios y explotación agraria. Un éxito sin dudas, por el logro de Chifri, la ayuda bien direccionada y, sobre todo, por los cientos de jóvenes que ya no tendrían que migrar a otros lugares para seguir con sus estudios secundarios.

En una carta que dio a conocer en las últimas horas, el francés Bourin expresó que no seguirá apoyando a "una organización que ha desnaturalizado por completo el proyecto original que teníamos con Chifri de un colegio público de manejo privado, transformándolo en un centro eclesiástico".

En otra parte de la carta, el francés aseguró que "esperé y tomé el tiempo confiando en que sucedería algún cambio. Pero a pesar de una visita del arzobispo y de una auditoría, no hubo ninguno. Frente a esta situación, prefiero simplemente olvidarme del colegio de Alfarcito y dedicar mi tiempo, dinero y energía a otros proyectos. Hay tanto para hacer por el mundo", sostuvo.

La decisión de Bourin, según fuentes vinculadas a la fundación, es de carácter irreversible y termina por confirmar las discrepancias que existen tras la muerte de Chifri, ocurrida en noviembre de 2011, entre el Arzobispado y quienes quedaron al frente de la Fundación y de la obra social del religioso.

En otra carta dada a conocer en octubre del año pasado, Bourin ya había advertido sobre maniobras tendientes a quitar todo el manejo administrativo y técnico de la obra del padre Chifri. En aquel momento Jean Pierre advirtió que el sacerdote Walter Medina -delegado eclesiástico- "no tenía realmente la intención, ni los medios" para concretar los compromisos de ampliar una habitación para la directora del establecimiento designada por la Fundación. "Decidí hacerlo en persona, pero me encontré con la oposición en Medina", afirmó Bourin, que señaló a ese incidente como la prueba inicial de un plan destinado a cambiar de manos el manejo de la obra de Chifri.

"Poco a poco se fueron apoderando completamente de Colegio y de ese modo fueron cambiando el organigrama diseñado por su fundador, el padre Chifri, que era el de cualquier colegio privado en la Argentina, convirtiéndolo en un centro eclesiástico donde el representante legal se convirtió en director y gerente general absoluto, reduciendo la función de directora de colegio a su más simple expresión, destruyendo la organización eficiente de la institución", señaló.

En la carta conocida en las últimas horas, el francés recordó aquella situación y aseguró que en la actualidad "este grupo desea simplemente tener el poder y el control de lo que puede, con abuso de autoridad, en lugar de promover el espiritualismo como Cristo lo desea".

 

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