El comercio ilegal de estas especies genera graves desequilibrios ecosistémicos. Además, su tenencia puede poner en riesgo la salud de la población.
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El comercio ilegal de estas especies genera graves desequilibrios ecosistémicos. Además, su tenencia puede poner en riesgo la salud de la población.
METÁN
El Ministerio de Producción, Trabajo y Desarrollo Sustentable informa que, de acuerdo con lo establecido en la Ley 5.513 de conservación de fauna silvestre y la Ley 7.070 de presupuestos mínimos de protección ambiental, se encuentra prohibida la tenencia, tránsito, compra o comercialización de cualquier animal silvestre autóctono o exótico.
Transmiten enfermedades
La caza de pichones de loros y catas que son introducidos en el comercio ilegal pone en riesgo a las poblaciones silvestres, el ecosistema donde habitan y la salud de la población, ya que en condiciones no supervisadas algunas especies pueden transmitir enfermedades como la psitacosis.
La compra de aves silvestres para tener como mascota afecta a especies de calancate cabeza colorada, loro alisero, loro barranquero, cata común, calancate de frente dorada y el famoso loro hablador.
De acuerdo con la normativa, los comercios que venden aves deben estar autorizados y contar con documentación que certifique el lugar de procedencia de las mismas.
En el caso de loros, deben tener un anillo metálico en la pata, lo que indica su legal procedencia y que su extracción se realizó en el marco de proyectos de aprovechamiento sustentable, donde se prioriza la conservación de las especies y su hábitat.
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y la Policía Rural y Ambiental de la Provincia realizan controles permanentes para el cumplimiento de las leyes vigentes en la materia.