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Hay temor en Tartagal por la persistencia de lluvias en los cerros

Hace prácticamente 10 días que en el norte de la provincia no para de llover y si bien durante el día las lloviznas son persistentes, en horas de la noche o de la tarde se hacen intensas casi como lluvias de verano.
Viernes, 22 de marzo de 2019 01:54

Para los tartagalenses el problema no es el agua que cae -que por cierto hace mucho más llevadera la vida diaria por la histórica deficiencia de agua corriente que padece el departamento San Martín- sino las consecuencias que tanta humedad y durante espacios tan prolongados pueda tener en las serranías del oeste.

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Para los tartagalenses el problema no es el agua que cae -que por cierto hace mucho más llevadera la vida diaria por la histórica deficiencia de agua corriente que padece el departamento San Martín- sino las consecuencias que tanta humedad y durante espacios tan prolongados pueda tener en las serranías del oeste.

Para los tartagalenses, el alud que se produjo para esta época hacen 10 años sigue presente y a pesar de que se hicieron obras para mejorar el cauce del río Tartagal ensanchándolo, colocando gaviones prácticamente en todo lo largo que divide en dos a la ciudad y construyendo dos puentes a mucha más altura, la situación no deja de generar cierta preocupación.

La incertidumbre resuena en las redes sociales y en varios medios de comunicación locales que plantean el tema ya que las condiciones climáticas de este mes de marzo se parecen mucho a aquel febrero de 2009 cuando un impresionante alud bajó de los cerros por el cauce del río Tartagal, destruyó decenas de viviendas y se cobró la vida de dos personas, a más del daño que le hizo a prácticamente un 30 por ciento de la ciudad.

Casi en forma paralela otro alud destruyó las instalaciones del acueducto el Aguay que abastece las localidades de Campamento Vespucio, Coronel Cornejo y parte de Mosconi, dejando por semanas sin ese servicio a las familias de esas localidades. Pero el de esa localidad no fue el único evento ya que en la década del 80 el saldo del alud de Vespucio se cobró la vida de siete personas que murieron prácticamente cubiertas del lodo que bajaba de los cerros.

Experiencias traumáticas

Rolando Álvarez, director de Defensa Civil de Tartagal, consideró que "la preocupación que se nota en la gente es totalmente justificada porque las experiencias que se han vivido décadas atrás en Campamento Vespucio y en Tartagal han sido traumáticas, han provocado grandes daños materiales y se ha cobrado la vida de vecinos".

"Siempre hay una tendencia a culpar a las empresas petroleras, a los agricultores o a los madereros de estos eventos, pero los estudios realizados por gente muy seria como los de la UNSa y del Servicio Geológico minero Argentino, Segemar determinaron que la actividad del hombre nada tuvo que ver y que respondía a cuestiones geológicas", dijo.

Señaló además: "Se trató de un fenómeno natural que se produjo en altura con un endicamiento en la alta cuenca del río Tartagal, más otro endicamiento kilómetros más abajo que no fueron advertidos. La acumulación de agua fue gradual y cedieron ambos. A eso se sumó a que la gente vivía en las márgenes del río y que el puente que existía era una suerte de tapón. Pero esa situación quedó superada con las obras que se ejecutaron luego del alud".

Álvarez precisó que "las serranías que se extienden al oeste del departamento San Martín y que abarcan desde Salvador Mazza al sur "son de una geología dinámica. Por eso es necesario hacer una vigilancia permanente de la zona con la particularidad de que la cuenca del río Tartagal es en pendiente pero muy corta, porque no supera los 35 kilómetros en línea recta. De modo que un sistema de alerta temprana llegaría casi al mismo tiempo que un eventual aluvión".

El funcionario explicó que "por ese motivo hemos propuesto otro sistema que no es nuevo, que se aplica en muchas regiones del mundo y que por la utilidad que representa nunca podría considerarse demasiado honeroso porque rondaría los 50.000 dólares. Podría perfectamente advertir cualquier evento ambiental que se produjera en la cuenca alta y que puede operar en cualquier condición del tiempo y a cualquier horario. Es un sistema automatizado que puede depender de defensa civil municipal que puede elaborar un mapa georreferenciado de toda la región, no solo de las cuencas de los ríos. por lo que en forma inmediata tendríamos el dato de la situación. Sería una enorme herramienta preventiva sobre la que me interioricé con personas especialistas en el tema y que nos daría garantías por el tipo de terreno que tenemos. Yo hablé con concejales, intendentes y legisladores pero las urgencias nos privan de atender estas cuestiones", reconoció.

Los hechos recientes

En mayo de 2006 pobladores de Yacuy, a unos 18 kilómetros al norte de Tartagal y donde residen unas 2.000 personas en su mayoría guaraníes, luego de semanas de lluvia vieron que el arroyo que baja de los cerros no traía agua y advirtieron que se trataba de un endicamiento producido por el desmoronamiento de un cerro. Por el temor que el fenómeno produjo, ya que los pobladores habían escuchado los fuertes estruendos que se producían en los cerros ubicados al oeste de la ruta nacional 34, fueron evacuados por algunos días. Vaqueanos descubrieron que el desmoronamiento había generado una laguna en el cerro.
Algo similar sucedió a fines del año pasado, en el paraje Virgen de la Peña -13 kilómetros al norte de Tartagal- donde una inmensa roca que cedió por efecto de la humedad, formó una gran laguna. En ambos casos los que advirtieron la situación fueron los vecinos. 

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